jueves, 21 de septiembre de 2017

WOLGANG AMADEUS MOZART,OBRAS TEATRALES DRAMÁTICAS, (ÓPERAS SERIAS)



Wolgang Amadeus MOZART, compuso sus obras dramáticas teatrales (operas serias)), desde los años que van del 1767 a 1781 (6 años), en su corta vida, a saber:

Apollo et Hyacinthus K.38 (1767),  cuyo género es un intermezzo en latín, lugar de estreno en la Universidad de Salzburgo.

Mitidate re di Porto K87 en (1770), género: drama per música, lugar de estreno  Gran Teatro Ducale de Milán, obra de tres actos de argumento un imaginario de la historia de Roma.

Ascanio un Alba K.111, en (1771), género: fiesta teatrale, lugar de estreno Gran Teatro Ducale de Milán, obra de 2 actos de con motivo de la bodas del Archduke Ferdinand of Austria and María Beatrice Ricciarda of Modena,

Lucio Silla K.135, en (1772), género drama per la música, lugar de estreno Gran Teatro Ducale de Milán 3 actos.

Il sogno di Scipione K126 en (1772),género azione teatrale, lugar de estreno Palacio del arzobispo de Salzburgo, 1 acto, texto del dramaturgo y poeta de su tiempo, Metastasio.

Il re pastore K.208 (1775), género serenata, lugar de estreno Palacio del arzobispo de Salzburgo 2 actos texto de Matastasio.

Idomeneo re di Creta K.366 en (1781), género drama per música, lugar de estreno Residenz de Munich 3 actos.

Y por útimo La Celemenza de Tito K. 621 en (,1791),  género drama per música, lugar de estreno Teatro nacional de Praga, texto basado en Metastasio.

Mi comentario, me comprometo en tiempo corto a escucharlas con atención para conocer mejor al genio de Salzburgo.

Mitridate, re di Porto y Lucio Silla, representadas ambas con considerable éxito, son auténticas óperas serias a la manera de Metastasio, tanto por su acción como por sus intenciones musicales. Sin embargo, la evolución producida en los 2 años que separan ambas obras es considerable.  En Mitridate no hay coro y solo aparecen dos breves conjuntos;  Lucio Silla, por el contrario, presenta numerosos conjuntos y coros que recuerdan a los de Gluck. Los recitativos acompañados sustituyen a los recitativos seccos.

Estas dos obras junto con Ascanio en Alba, compuestas en sus viajes a Italia con su padre Leopoldo Mozart, que he escuchado  estos días
.
 Con el motivo de la apertura de temporada del Teatro Real de Madrid  con la programación de Lucio Silla, las comento y cuelgo a continuación.


Lucio Silla, explicación magnifica los comentarios de José Luis Téllez en éste vídeo.



Tenemos a otro gran divulgador como es el pianista escritor y barítono Ramón Gener, que nos explica la ópera Lucio Silla, en el vídeo




Sinopsis de Lucio Silla

ACTO I



En un parque solitario de Roma próximo al Tíber, Cecilio, senador romano proscrito por el dictador Lucio Silla que regresa de incógnito a la ciudad, espera a su amigo Cinna, patricio romano enemigo secreto del dictador. Cecilio le inquiere sobre la situación de su prometida, Giunia, hija de Cayo Mario, antiguo jefe del partido popular que se había enfrentado al dictador y se entera de que este, enamorado de Giunia, le hace creer que Cecilio está muerto y la retiene en su palacio. Pero Cinna, que prepara un complot de patriotas romanos para destronar a Silla, ha concretado una entrevista entre los dos amantes en la necrópolis cercana. Silla, en su palacio, confía a su hermana Celia y a su amigo tribuno Aufidio su amor por Giunia y su rencor ante la obstinación de la hija de Mario, que se niega a aceptar sus propuestas de matrimonio. Celia considera la violencia una actitud negativa y se ofrece para convencer a Giunia para que acepte a Silla, sobre todo habiendo perdido la esperanza de que Cecilio siga vivo. Aufidio muestra su carácter cruel al incitar a Silla a castigar con dureza a Giunia. En una larga conversación entre Silla y Giunia, esta muestra su orgulloso carácter de mujer romana, hija del gran Mario, fiel a su prometido y dispuesta a morir como respuesta a las amenazas del dictador. Silla, indeciso ante la actitud que debe tomar, irritado por el desprecio de una «simple» mujer y sensible a la vez a la ternura que le inspira su encanto, decide finalmente actuar con la máxima crueldad y convertirse realmente en un tirano. La acción se traslada a la necrópolis donde Cecilio espera reencontrar a Giunia, que llega con su séquito, el cual la acompaña en el canto de un coro fúnebre de gran intensidad. Cecilio se presenta como respondiendo a la evocación de la amada. Ella teme que sea un fantasma o una ilusión, pero pronto constata su realidad y el dúo emocionado entre los prometidos concluye el primer acto. 

ACTO II
En su palacio, Silla declara a Aufidio su decisión de hacer morir a Giunia, que sigue rechazándolo, pero el tribuno le advierte de que la muerte de la hija de Mario daría argumentos a sus enemigos políticos y le aconseja obligar a la joven a casarse con él para sellar la paz en Roma. Silla, de carácter más débil y complicado de lo que puede esperarse en un dictador, acepta esta solución que le evitaría, además, unos remordimientos inevitables. Silla comunica a su hermana Celia –que ha fracasado en el intento de convencer a Giunia– que ese mismo día convertirá a la hija de Mario en su esposa y también que ordenará que Cinna se case con ella, circunstancia que llena de alegría a Celia, enamorada desde siempre del patricio. Cecilio, a quien se le ha aparecido el espíritu de Mario ordenándole llevar a cabo su venganza, decide ir al encuentro de Silla y darle muerte, pero su amigo Cinna lo detiene con el argumento de que puede causar un mal irreparable a Giunia. Cinna, personaje dominado por la pasión política, queda desconcertado, además, al aparecer Celia, que intenta comunicarle la decisión del dictador de celebrar un doble matrimonio, el de Silla con Giunia y el de ella con el propio Cinna. Giunia, inquieta por la comparecencia a la que le obliga Silla ante el pueblo y el Senado, está dispuesta a resistir, pero se horroriza ante el consejo de Cinna: que ceda al deseo de Silla y que lo asesine en el lecho nupcial. Su sentido del honor no le permitiría jamás tan alta traición. Deja a la voluntad de los dioses el castigo al tirano y muestra su inquietud ante el ánimo exaltado de su amado Cecilio. Cinna decide, tras la reacción de Giunia, llevar a cabo él mismo el magnicidio. En los jardines del palacio, Aufidio y Silla preparan la ceremonia ante el Senado. Silla muestra una vez más su carácter contradictorio y cuando aparece Giunia le solicita amorosamente que lo escuche, aunque la hija de Mario se muestra inflexible y dice preferir la muerte antes que amarlo. Cecilio llega dispuesto a dar muerte al tirano e impedir que fuerce a Giunia a un injusto matrimonio y los prometidos mantienen una conmovedora conversación, suplicándole que huya y no ponga en peligro su vida, pues ella sabrá defenderse, convencida de que los dioses la protegerán. Llega Celia con la intención de convencerla para que ceda, ya que ignora que Cecilio se encuentra vivo y en Roma, y siente la alegría de la decisión de su hermano de desposarla con Cinna. Giunia queda sola y se produce un brusco cambio entre la alegría ingenua que Celia ha aportado y la angustia que invade ahora definitivamente su ánimo. El temor a que su amado sea descubierto y condenado la conduce a desear con todo su corazón la muerte. La última escena tiene lugar en el Capitolio. Silla, acompañado por Aufidio y el coro, comunica a los senadores que ha decidido realizar un símbolo de reconciliación política: su unión con la hija de Mario, su antiguo rival. Los senadores muestran su acuerdo, pero Giunia se rebela, muestra un puñal y amenaza con suicidarse. Entra Cecilio, espada en mano, dispuesto a defender a su amada, con gran sorpresa e indignación de Silla, que lo creía lejos de Roma o muerto. La indignación del tirano aumenta al ver entrar a Cinna también con la espada desenvainada, pero el patricio dice que ha detectado las intenciones criminales de Cecilio y lo ha perseguido para impedir el magnicidio. Silla ordena desarmar a Cecilio y cuando este se resiste, Giunia le suplica que deje el arma, que renuncie por ella a la venganza, que confíe en los dioses. El proscrito, abrumado, obedece. Antes de ordenar conducir a los prometidos a la cárcel, cierra el acto un brillante cruce dialéctico entre el furor de Silla, la impetuosidad de Cecilio y la majestad digna y amorosa de Giunia. 

ACTO III
En una lúgubre prisión, Cinna comunica a Cecilio, encadenado, el fracaso del complot contra Silla, pero que no renuncia a cumplirlo y asegura al amigo que los salvará a él y a Giunia. Llega Celia y Cinna le promete que se casará con ella si es capaz de convencer a su hermano Silla de desistir de su cruel actitud. Cecilio queda sorprendido por la entrada de su prometida, que ha logrado que Silla le permita darle el último adiós y que está decidida a morir a su lado; los enamorados se abrazan con tristeza y amor. Pero al quedar sola, Giunia cree sentir la consumación de la muerte del amado y anhela con pasión morir como él. En una sala del palacio, Silla, acompañado por Cinna, Celia, los senadores y guardias, preside la gran escena final en la que el tirano abandona la lucha por el poder y muestra su clemencia renunciando a Giunia y devolviendo la libertad a Roma. Silla expone solemnemente al pueblo romano y al Senado el comportamiento de un proscrito, Cecilio, que entró en el Capitolio para intentar asesinar al dictador, y, de forma sorprendente, asume la autoridad que Roma le ha confiado y ordena que Cecilio viva y sea el esposo de Giunia. Luego da la lista de los proscritos de Roma a los que devuelve la libertad. Observa que Cinna no participa de la felicidad general y este le confiesa que él fue el alma del complot para derribarlo. Silla vuelve a sorprender ordenando que se convierta en el marido de su hermana Celia y se da por satisfecho con el remordimiento del amigo. La ópera finaliza solemnemente con la abdicación de sus poderes, quitándose el laurel de su frente y devolviendo a la patria la libertad. 


La ópera tiene una duración de tres horas y media.
primera parte, con títulos en español.


Segunda parte.-



Por Raúl Chamorro Mena: De la crítica de Lucio Silla por la programación en el Teatro Real de Madrid.-

A veces se tiene la sensación que Mozart fue una especie de encarnación humana del concepto música, dada la facilidad compositiva y el talento precoz del genio de Salzburgo. En su tercera y última ópera presentada en Italia Lucio Silla (Milán, Teatro Ducal 1772) con la que se abre la temporada 2017-18 del Teatro Real, un adolescente Mozart de 16 años de edad se aquieta a los principios de la ópera seria settecentesca: arias da capo repartidas entre los cantantes conforme a la jerarquia de los mismos, recitativo secco y acompañado (con cada vez más presencia de este último), estatismo escénico, argumento procedente de la antigüedad clásica grecolatina, lieto fine… Sin embargo la genialidad innata del músico - en la línea de la reforma Gluckiana- le permite, dentro de ese estricto esquema de convenciones, dotar de una fuerza dramática inaudita a la obra mediante la alta factura de la orquestación y, sobre todo, la escritura vocal. Más que a los personajes, confiere gran fuerza dramática a los estados de ánimo que expresan los mismos, ira, deseo, agitación, pasión amorosa, venganza,…, que son la base de la ópera seria y son desarrollados a través, es preciso insistir, de una escritura que pone al límite las facultades de la voz humana. Leemos a diario estos días que estamos ante una ”obra maestra” y aunque los excesos y el desborde de entusiasmo pueden comprenderse, ante el hecho de que esta creación haya estado tantos años desaparecida del repertorio de los teatros y que llegue por primera vez al Teatro Real, no conviene exagerar. Para el que suscribe Lucio Sillano está a la altura, evidentemente, de Don GiovanniLe nozze di FigaroCosì fan tutte o Die Zauberflöte, y el lastre del corsé de la ópera seria es hoy día, insoslayable, pero más allá de polémicas estériles (lo mejor es disfrutar de la música y no estar constantemente jerarquizándola), estamos ante una ópera llena de bellezas, de aciertos, de momentos que superan los límites convencionales en que se encuadra la composición y de páginas, que no podemos decir en rigor que prefiguran lo que vendrá después, porque el genio ya está indudablemente presente en una especie de anticipación dos décadas antes de La clemenza de Tito.


Mitidate re di Porto K87 en (1770), género: drama per música,

Argumento

La ópera ocurre en Ninfea, puerto de Crimea, reino del Ponto en el año 63 a. C. El protagonista es el rey Mitridates VI Eupator (132-63 a. C.). Enzarzado en sus luchas contra los romanos, deja a su prometida Aspasia, al cuidado de sus hijos, Farnaces y Sifares. Después de sufrir una severa derrota, Mitrídates es dado por muerto.

Acto I
Escena 1
Arbate, el gobernador de Ninfea, da la bienvenida a Sifares que está enojado con su hermano, Farnaces, debido a los fuertes lazos que lo unen a los romanos, sus enemigos. Arbate jura lealtad a Sifares. Aspasia ruega a Sifares, para que la ayude a resistir los avances de Farnaces. Sifares acepta sus súplicas, y al tiempo revela su amor por ella. Aspasia ama secretamente a Sifares.
Escena 2
Farnaces, el primogénito, ofrece su amor a Aspasia, quien lo rechaza con el apoyo de Sifares, que la protege frente a su poderoso hermano. Llegan noticias de que Mitrídates está vivo y se acerca a la ciudad. Arbate insta a los hermanos a sobreponerse a sus diferencias y saludar a su padre. Farnaces conspira con Marzio, tribuno romano, contra Mitrídates.
Escena 3
Mitrídates llega a Ninfea con la princesa Ismene, hija del rey de los partos, para ofrecerla como esposa a su hijo Farnaces. Mitrídates quiere que Farnaces se case con Ismene, su prometida. Ismene está enamorada de Farnaces. Arbate le dice a Mitrídates que Farnaces persigue a Aspasia, pero no menciona a Sifares. Celoso, Mitrídates jura vengarse de Farnaces.

Acto II
Escena 1
Farnaces desprecia y amenaza a Ismene, y ésta se lo dice a Mitrídates, quien sugiere que se case con Sifares. Mitrídates pide a Aspasia que se casen inmediatamente, pero ella vacila, lo que demuestra su infidelidad. Aspasia le confiesa su amor a Sifares, pero acuerdan separarse para salvaguardar el honor. Sifares planea marcharse y Aspasia queda preocupada, inmersa en su conflicto entre el amor y el deber.
Escena 2
Mitrídates es consciente del complot de Farnaces y los romanos contra él, y planea vengarse, a pesar de la oferta de paz que Marzio le hace llegar. Detiene a Farnaces, acusado de traición. Ismene salva al príncipe Farnaces lo confiesa todo a su padre y es ingresado en prisión. Aspasia y Sifares declaran su amor y están dispuestos a morir, por temor a Mitrídates.

Acto III
Escena 1
Ismene, todavía enamorada de Farnaces, trata de convencer a Mitrídates para que perdone a Aspasia y Sifares. Los romanos, guiados por Marzio, atacan y Mitrídates se prepara para la batalla. Aspasia piensa en suicidarse ingiriendo veneno, y sólo la intervención de Sifares consigue salvarla. Sifares también quiere morir y une a su padre en la batalla.
Escena 2
Marzio libera a Farnaces y le promete el trono de su padre si le ayuda. Pero el príncipe cambia de idea, se arrepiente de su traición y se une al ejército de su padre.
Escena 3



Mitrídates es herido en combate y él mismo se arroja sobre su espada para suicidarse, ante la derrota. Antes de morir, perdona a sus hijos y da su bendición a Sifares y Aspasia, mientras Farnaces se declara dispuesto a desposar a Ismene. En el quinteto final Sifares, Aspasia, Farnaces, Ismene y Arbate declaran su intención de vengarse de los romanos y combatir a aquellos que pretenden acabar con la libertad del mundo entero.

Primera parte subtítulos en español


Segunda parte subtítulos en inglés



Ascanio un Alba K.111, en (1771), género: fiesta teatrale

Valoración
Mozart tenía quince años cuando la compuso. Es una verdadera ópera barroca, en la que la domina la tramoya y los artificios teatrales sobre el desarrollo del drama. Además, se alababa directamente a la emperatriz, representada alegóricamente como Venus que tutelaba a su hijo Ascanio (Archiduque Fernando) al casarse con la bella Silvia (trasunto de María Beatriz de Módena).
Se trataba de un trabajo ajustado a la edad y talento del compositor, sin exigencias dramáticas, y con la única obligación de ensamblar una serie de coros, danzas, recitativos, revistiendo cada pieza de su mejor manto musical. “Mozart supo componer recitativos con y sin acompañamiento, así como florituras virtuosísticas para los sopranos.
Argumento
La acción tiene lugar en el sitio de la futura ciudad de Alba Longa, cerca de Roma, en tiempos míticos
.
Primera parte
En la escena inicial aparecen la diosa Venus y Ascanio, el hijo que tuvo de Eneas. La diosa muestra a su hijo el hermoso paisaje donde surgirá la ciudad de Alba. Es un lugar bucólico, poblado de ninfas y pastores que la veneran. Sobre esta ciudad deberá reinar Ascanio, después de casarse con Silvia, ninfa de la estirpe de Hércules, que es su prometida.
Ascanio está preocupado porque Silvia no lo conoce. La madre le revela que desde hace cuatro años Amor se le aparece en sueños con la cara del propio Ascanio, y así ha conquistado el corazón de la joven. La diosa le insta a no revelar su identidad a Silvia, sino adoptar una falsa para probar su virtud.
Entre tanto, el sacerdote Aceste prepara la boda. Fauno y los pastores cantan alabanzas a Venus. Obedeciendo a la diosa, Ascanio pretende ser un extranjero atraído por las bellezas del lugar. Aceste dice a los pastores que su valle será el emplazamiento de una bella ciudad, y que tendrán un soberano, Ascanio, antes de que acabe el día; y a Silvia le dice que será la novia de Ascanio. La ninfa Silvia le contesta que está enamorada de un joven que ha visto en sueños. El sacerdote la tranquiliza, diciéndole que ese joven no puede ser otro que Ascanio
.
Segunda parte
Ascanio descubre a Silvia entre los pastores y se dirige a ella. La muchacha inmediatamente reconoce al joven de sus sueños. Fauno interviene y sugiere "al extranjero" (Ascanio) que se marche. Convencida de que el extranjero no es su prometido Ascanio, Silvia se escapa declarando nunca se casará con nadie. Aceste consuela a Silvia, diciendo que sus tribulaciones están a punto de acabar. Los pastores y las ninfas, así como Aceste y Silvia, entonan magníficos coros en honor de la diosa. Silvia y Ascanio unen sus voces al coro y la diosa desciende en su carro, rodeada por nubes, acompañada de las Gracias y Genios. Ascanio revela su identidad..
Venus une a los dos amantes y explica cómo quería que su hijo descubriera la virtud de su novia. Aceste pronuncia un juramento de fidelidad y lealtad al Venus, y ésta se retira. Sólo le queda a Ascanio perpetuar la estirpe de Eneas y regir la ciudad de Alba.

Subtítulos en español



En próxima entrada desgranaré las siguientes obras teatrales dramáticas, (Óperas serias) con la escucha de ellas, ya las conozco pero son difíciles de encontrar con subtitulos en español.


HASTA PRONTO.-




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