martes, 31 de enero de 2012

HABLANDO DE MÚSICA (ciclo de conferencias en torno a la programación)



El pasado día 30 de Enero tuvo lugar la segunda conferencia del ciclo “”Hablando de Música” sesión  a cargo del profesor  Fernández  Vecino.
 Comenzó con una breve introducción de la aportación de los instrumentos de cuerda a los periodos historicistas de la música a partir del Barroco, definiendo su concepto como una palabra de origen portugués cuyo significado, “perla deformada o joya falsa”, algo retorcido y tosco, áspero anticuado.
Se hizo referencia al concierto de la programación de de la O.CG, del próximo día 24 de Febrero, se interpretará la Sinfonía nº 21 de Mozart, Divertimento de Haydn, Sinfonía en Si bemol mayor de Pugnani, y el concierto para violín nº 23 de Vioti, de contenido barroco, interpretado y dirigido por Fabio Biondi, (Palermo, 15 de marzo de 1961) es un violinista y director de orquesta italiano, especialista en música barroca, fundador y director de la orquesta de música barroca Europa Galante. Visita que se produce para dirigir a nuestra Orquesta, por sexta vez en la vida de la O.C.G.


El inicio:   Barroco temprano (1580-1630), Barroco medio (1630-1680), Barroco tardío (1680-1750), tuvo  lugar con el desarrollo de distintas escuelas iniciadas por compositores y violinistas; sus características  más definitorias son el uso del bajo continuo, (que facilitó el desarrollo de la armonía tonal a diferencia  de la del Renacimiento modal), y el gusto por los fuertes contrastes sonoros entre las familias de instrumentos y el llamado lleno o orquesta en estilo concertante. La textura a varias voces destacando la principal y el bajo continuo (viola de gamba, fagot y clave), cómo armadura abreviando las intermedias, ésta textura es llamada bipolar o de monodia acompañada.
Las nuevas formas, (en la música experimental pura), la sonata, la suite  y el concierto grosso, (en lo vocal), el motete, la  opera y el oratorio.
La sonata  Al igual que la palabra cantata designaba una composición para canto solista y bajo continuo, la palabra sonata designa en el Barroco una composición para uno o dos instrumentos de cuerda o viento (violín, flauta travesera, oboe...) y bajo continuo, dividida en tres o cuatro movimientos de carácter contrastante, habitualmente allegro-adagio-allegro (sonata da cámara) o adagio-allegro-adagio-allegro (sonata da cheisa). Derivó de la canzona del Barroco temprano; la alternancia contrastante de movimientos sucesivos es paralela a la de la suite. Entre los más célebres autores de sonatas están Corelli, Vivaldi y Bach.
La sonata en trío Se designa para dos instrumentos agudos (frecuentemente violines), uno bajo, y el continuo, (el clavecín en la sonata da camera y el órgano en la sonata da chiesa) que era el encargado de completar las armonías, de modo que la triosonata requiere cuatro ejecutantes, pues la línea del bajo era interpretada por la viola de gamba, el bajón o un instrumento similar y el continuo doblaba esta línea y realizaba el "relleno armónico". Se destacan las obras de Corelli, Pergolesi, Sammartini, Händel, Buxtehude y Bach.

El concierto grosso A mediados del siglo XVII se convierte en el género instrumental más típico de la época. A diferencia de la música de cámara, cada parte es ejecutada por más de un instrumento, como ocurre típicamente en la orquesta. La ejecución a tutti alterna con pasajes a soli a la manera de la triosonata.
La suite Es un conjunto de movimientos o piezas de danza  Agrupados,  habitualmente tenía seis partes:
Allemande: danza alemana de compás cuaternario y tempo moderado.
Courante: movimiento que generalmente es un poco más rápido que el anterior, de compás ternario y frecuentes hemiolias.
Zarabanda: danza lenta de compás ternario que acentúa característicamente su segundo pulso, de origen español.
Giga: danza rápida en diversos compases de subdivisión ternaria, de origen irlandés.
Minué: obra parecida a un vals. La suite suele contener dos minués emparejados.
Rondó: pequeña obra basada en la repetición de un tema (A), con intrusiones de (B, C, D, etc.).
La música de las suites suele ser aristocrática, vigorosamente rítmica y melódicamente rica, uniendo la variedad y decoro italianos a la gravedad alemana.
El motete es una forma musical ya marginal en el Barroco. La denominación se reserva para ciertas composiciones religiosas corales escritas a varias voces iguales, frecuentemente en un estilo obsoleto. En el siglo XVII mantuvo cierta vigencia en Alemania e Italia, y en el XVIII aún se usaba a veces la palabra para designar algunas cantatas de estilo concertante.

El oratorio Musicalmente casi idéntico a la ópera (aunque con más énfasis en los coros), solía tener una temática religiosa y no era representado escénicamente (esto es, era ejecutado al modo de las actuales "versiones de concierto"). A diferencia de la ópera, casi siempre en italiano, los oratorios solían escribirse en lengua vernácula. El más famoso ejemplo es El Mesias, de Handel.

La Ópera  Las corrientes humanistas buscaban una puesta al día del antiguo teatro griego, en particular el grupo conocido como Camerata Florentina, basándose al mismo tiempo en formas musicales recientes, como el Drama litúrgico, el drama pastoral, las comedias madrigalescas con figuras de la commedia dell'arte y los intermezzi teatrales. Les interesaba sobre todo la antigua monodia helénica con acompañamiento de khitara. Vinzenzo Galilei, padre de Galileo el astrónomo, escribió en 1581 un tratado contra el género musical polifónico neerlandés bajo el título Dialogo della Música Antica e della Moderna. Los géneros musicales recitativo, espressivo y representativo llevan a nuevas libertades en los medios sonoros empleados en las composiciones (disonancias y modulaciones).
Entre las primeras óperas conservadas se cuentan Dafne de Jacopo Peri, cuyo tema fue tomado de Las matemorfosis de Ovidio, Euridice, también de Jacopo Peri y Orfeo de Claudio Monteverdi.La evolución posterior y su fusión con otras formas músico-teatrales acabó convirtiendo a la ópera barroca en una representación teatral íntegramente musicada en la que se suceden números de cuatro tipos:
- Recitativos, en los que los cantantes hacen avanzar los diálogos de la obra dramática en un canto silábico apenas acompañado por el bajo continuo.
- Arias, verdadero núcleo musical de la ópera. Son números solísticos líricos y muy elaborados, a menudo virtuosos, al servicio del lucimiento del cantante y del puro deleite musical (aun a costa del decurso teatral, aquí suspendido). Hacia el final del periodo se impuso la forma A-B-A, llamada Aria da capo.
- Números instrumentales ejecutados por la orquesta desde el foso, como la sinfonía inicial y, sobre todo, las danzas bailadas en escena.
- Coros, generalmente a cuatro voces.
Los compositores importantes que contribuyeron en Italia al movimiento musical Barroco, Giovanni Gabrieli (1555-1612) es el principal exponente del Barroco temprano. Su música contiene ya los estilos esenciales de la nueva época estética.
Claudio Monteverdi (1567-1643) es el primer gran compositor del Barroco que inauguró el nuevo género operístico en Italia y Europa. Girolamo Frescobaldi (1578-1643) tuvo gran importancia en el desarrollo de la música para teclado, en particular por sus Toccatas para clavecín. A mediados de siglo, sobresale Giovanni Legrenzi (1626-1690).
Arcangelo Corelli (1658-1711), Giuseppe Torelli y Alessandro Scarlatti (1660-1725) son los que dominan la escena nacional de la segunda mitad del siglo XVII hasta principios del siglo XVIII.
Ya en la primera mitad del siglo XVIII, Antonio Vivaldi (1678-1741), Tomaso Albinoni (1671-1751), Domenico Scarlatti (1685-1757) y Giuseppe Tartini (1692-1770) son los que más sobresalen, representando la cumbre y el ocaso barroco de su país.

Como broche final a su conferencia, nos ofreció la interpretación en vivo de una sonata dúo de violín de Corelli, acompañado por otro profesor del Conservatorio Profesional Ángel Barrios de Granada.

Inserto videos de obras barrocas.






Hasta pronto.

jueves, 26 de enero de 2012

CONCIERTO SINFÓNICO 6



El próximo día 27 de Enero en el Auditorio Manuel de Falla la O.C.G. concierto de Temporada Sinfónico nº6, se interpretarán obras) de: MENDELSSOHN BARTHOLDY (1809-1847) Obertura Las Hébridas o La gruta de Fingal ya comentada anteriormente. La segunda obra Ferdinand DAVID (1810-1873) Concertino en Mi bemol mayor para trombón y orquesta op.4. La tercera obra Antonín DVORAK (1841-1904) Sinfonía nº 7 en Re menor op.70.

La música de Mendelssohn, cuando alcanza el equilibrio entre el sentimiento romántico y el afán del orden, es esplendorosa y se convierte en un temblor ordenado, perfección llena de vitalidad, grandeza sin énfasis, oficio convertido en inspiración.





La vida de Dvorak transcurrió de una forma tan serena como una de sus sinfonías. Hasta los treinta y dos años trabajó como violinista en la orquesta del Teatro Nacional de Praga, y luego cambió este empleo por uno menos exigente para poder dedicar más tiempo a la composición. Después la fama de su música se extendió rápidamente; ganó una serie de premios; fue contratado por el editor de Brahms, siguiendo las recomendaciones de éste, y muchos músicos de gran categoría, como el violinista Joachim y el director Richter, le pidieron que escribiera nuevas obras. Les fueron concedidos importantes títulos como el doctorado de Cambridge, y los cargos de director del Conservatorio Nacional de Música de Nueva York y del Conservatorio de Praga. Cuando murió, este hijo de carnicero de pueblo había alcanzado fama mundial llegando a la cima de su profesión.

En todo ello no hay nada extraordinario. Como la vida de Dvorak ha habido muchas, con pequeñas variaciones, en distintos oficios. Lo que otorga un sello especial es que a pesar de su ascendente progreso hacia la cumbre social y profesional, nunca perdió la frescura inocente de su infancia trascurrida en un pequeño pueblo, frescura que milagrosamente, reflejó una y otra vez en su música. Al igual que Schubert, tenía un talento especial para la melodía espontánea. Aunque rara vez utilizó melodías populares autenticas, su música está tan empapada de giros expresivos que la verdadera música popular bohemia, a todos los oídos acostumbrados a Dvorak, tiende a parecer falsa. Su admiración por Brahms y Wagner, y sus experiencias como músico de orquesta le ayudaran a disciplinar sus composiciones. Aunque sus obras están plagadas de melodías, la tendencia al exceso se halla controlada mediante una cuidadosa organización, un equilibrio entre compás y compás que parece incrementar, en vez de echar a perder, la frescura de sus temas.







 


El compositor Ferdinand DAVID (1810-1873) no conozco su obra, en próxima entrada, me informaré para poderla comentar.
Hasta pronto.

sábado, 21 de enero de 2012

El sueño de una noche de verano W.Shakespeare

Descripción:
Durante los preparativos de la boda de Teseo con Hipólita, dos parejas de amantes se pierden en el bosque del amor no correspondido: Hermia ama a Lisandro, pero está comprometida con Demetrio, el que a su vez es amado por Elena.
Egeo, padre de Hermia, se presenta ante Teseo, duque de la ciudad, para que éste obligue a su hija a cumplir su compromiso o la entregue a la muerte.

Entonces, Lisandro y Hermia deciden huir. Tras Hermia, Demetrio, tras éste, Elena. Todos se pierden en el bosque donde habitan Titania y Oberón, reyes de las Hadas, los cuales desde hace mucho tiempo están disgustados por un capricho. Oberón decide vengarse hechizando a Titania con el jugo de la flor del amor, que vertido sobre los párpados durmientes, basta para que una persona ame con locura a la primera criatura que vea.
Al mismo tiempo, se encuentran en el bosque un grupo de actores que ensayan un drama para representar el día de la boda del duque. Robín, duende ayudante del rey Oberón, transforma a uno de ellos en burro, quien al ver que el resto de su compañía huye, decide pedir ayuda. Con sus gritos despierta a la reina Titania, que víctima del encantamiento, se enamora inmediatamente de él. Oberón decide ayudar a las parejas de amantes con el mismo filtro de amor, pero ante las sucesivas equivocaciones de Robín, pone fin a todos los hechizos, conservando sin embargo el de Demetrio, que se enamora finalmente de Elena.

Ante el nuevo orden establecido, los enamorados son disculpados ante la Ley y las parejas se casan junto a Teseo e Hipólita con la bendición de Titania y Oberón, quien ha recobrado el amor de su reina y ha hecho que todo lo que ellos recuerden sea sólo un sueño de una noche de verano.
 

Banda sonora de fondo, operas Caballería Rusticana (Pietro Mascagni) Intermezzo, El Elixir de Amor (Gaetano Donizetti) Una furtiva lagrima. (Giuseppe Verdi) La Traviata el brindis. (Vincenzo  Bellíni)  Norma Casta Diva. Mendelssohn Obertura y Marcha Nupcial.



















La audición de Música Incidental de Felix Mendelssohn, me ha producido la inquietud de repasar la obra literaria de William Shakespeare, en los videos que inserto. Hasta pronto.

Recordando nuevamente a FELIX MENDELSSOHN (1809-1847)


Hoy sigo pensando en la vida y obra de éste genial compositor en la historia de la música Felix Mendelssohn personificó uno de los escasos ejemplos de madurez precoz. De niño él y su hermana Fanny crearon una sensación semejante a la provocada por los pequeños Wolfgang y Nannerl Mozart. Desde la más tierna infancia Felix evidenció notables dotes musicales que le permitieron estudiar piano con Ludwig Berger, violín con C. W. Hanning y teoría musical con Carl Friedrich Zelter. Se presentó como pianista a la edad de nueve años y cuando el célebre virtuoso Ignaz Moscheles fue invitado a completar la instrucción del niño descubrió que ya no tenía nada más que enseñarle.

En 1821 Zelter presentó a su alumno favorito a Goethe. Si bien Felix no tardó en entusiasmarse con la obra del gran escritor, también acercó a éste a la música de Bach y Beethoven. El banquero Abraham Mendelssohn, padre de Felix e hijo de Moisés Mendelssohn, filósofo judío de la Edad de la Razón, recibió en su casa a otros escritores tales como Heine y Müller (autor de los textos de los ciclos La bella molinera y El viaje de invierno, de Schubert), pintores, escultores e intelectuales. Entre los músicos, Carl Maria von Weber fue un visitante asiduo. Todas esas presencias estimularon las inquietudes del niño, quien también abordó con habilidad la pintura y la literatura además de la música.

El año 1825 fue  decisivo para su futura carrera. Entonces compuso su Octeto para cuerdas y la mágica obertura para el Sueño de una noche de verano de Shakespeare; además el padre del joven se convenció que éste debería dedicarse a la música y lo llevó a París. Allá lo presentó a Cherubini, director del Conservatorio, conocido por su severidad. Sin embargo el famoso compositor no pudo ocultar su asombro y admiración al escuchar al adolescente.

Sueño de una noche de verano, es una comedia romántica escrita por William Shakespeare alrededor de 1595. Es considerada como uno de los grandes clásicos de la literatura teatral mundial. Al parecer fue escrita con motivo de la conmemoración de la boda de Sir Thomas Berkeley y Elizabeth Carey, en febrero de 1596.




Los principales temas de esta obra son los sueños y la realidad, el amor y la magia. Esta comedia relata la historia de dos parejas de enamorados  que  sufren y disfrutan por causa de su amor y de las argucias de sus enamorados. El trasfondo común se encuentra en las celebraciones de la boda entre el duque e Hipólita.

En 1826, Felix Mendelssohn, de 17 años, descubre a Shakespeare. El milagro concretado por su pluma se genera mucho más por la asimilación subconsciente del potencial poético de la obra que por la voluntad reflexiva de hallar un equivalente sonoro a la féerie shakesperiana: el niño prodigio, a quien tuviera Goethe sobre sus rodillas recupera su alma de infante. El misterio de esos seres inmateriales que se arremolinan en un mundo irracional, en torno a dos parejas, Teseo/Hipólita y Oberón/Titania, le fascina; y despierta en él imágenes musicales asaz más originales que aquellas otras, acaso más convencionales, que circulan por el Octeto para cuerdas escrito en 1825. Cuando retome el tema en 1843, a requerimiento del Rey Federico Guillermo de Prusia, que hiciera de Mendelssohn su músico oficial, se reproducirá el milagro de 1826. Atrapado por esta ópera que jamás llegará a concretar y componer, Mendelssohn no por ello dejará de identificarse con un género en el que descuella: el "divertissement" poético.

Rebosando juventud, según Robert Schumann, la Obertura de el Sueño de una Noche de Verano propone una visión abreviada pero fiel del espíritu que reina en la comedia feérica. Pletórica y sugestiva, la música se abstiene no obstante de delinear todo programa preciso: limitándose a traducir, en cambio, un manojo de impresiones coloreadas en las cuales seria vano buscar correspondencias con la acción escénica que habrá de acaecer. A lo sumo se subrayan motivos secundarios característicos de ciertos personajes (Bottom y los artesanos en particular) que reaparecerán naturalmente en la música de escena.
Cuatro acordes mágicos ubicados en la región aguda de los instrumentos de viento bastan para crear el hechizo; poco después la Obertura emprende vuelo sobre un tapiz de cuerdas estremecidas, para organizarse en lo formal en un clásico allegro de sonata. Con medios simplistas Mendelssohn ha logrado generar una sensibilidad nueva, muy distante de la de Schubert o de Weber, en un decorado quasi-impresionista. Su orquesta, en verdad, maravilla por su flexibilidad, su luminosidad, y su eficiencia: anticipa en gran medida los hallazgos del futuro Berlioz... Y cuando, al término de la Obertura, vuelven a aparecer los acordes fatídicos, se rompe el encantamiento. . .
La música compuesta para escoltar el curso de la obra teatral, comprende una decena de trozos sinfónicos y corales entremezclados con recitativos hablados.



Comarca predilecta del verbo mendelssohniano, el Scherzo que se ejecuta inmediatamente después del primer acto, recuerda al del Octeto para Cuerdas, por la elección de las medias tintas y la sutileza de la orquesta, admirable en las oposiciones de cuerdas-vientos, que libera, al tiempo de concluir, una flauta realizando un trecho vertiginoso.



Sobre un eco de los últimos acentos del Scherzo, se entabla un rápido intercambio verbal entre el duende Puck y un hada. Luego, Titania, la reina de las hadas, hace su entrada rodeada de su séquito. La imaginación de Mendelssohn hace prodigios de esta situación: la marcha de estos seres habitualmente movidos por un toque de varita mágica es uno de los episodios más enrarecidos de la partitura, puesto que sostiene la más honrosa comparación con el Scherzo de la Reina Mab de La Condenación de Fausto, de Berlioz.
Una pirueta de Puck, y he aquí el célebre Lied en cuyo transcurso dos hadas dialogan con sus pares, en tanto Titania busca su reposo. Se trata de una suerte de berceuse, de melodía muy fresca y envuelta en un acom- pañamiento vaporoso de carácter obstinado. Y de improviso, Oberón recurre a los sortilegios y se hace invisible.




El Intermezzo, que debe ejecutarse al finalizar el segundo acto, entremezcla el drama: Hermia busca a Lisandro en todas partes y termina por extraviarse en la foresta. El pánico de la hija de Egeo (a la búsqueda de su amado) se resume en un curso jadeante a través de follajes estremecidos y cómplices, marcado por algunas detenciones dolorosamente interrogativas. La escena concluye sobre una escenilla insólita de esos torpes y groseros artesanos (Quince, Snug, Bottom, Flute, Snout y Starveling) que ensayan para representar la comedia.



El gran Nocturno que sigue, evoca el sueño de las parejas abrazadas, en el rocío de la atmósfera estival, tan propicia a la modorra. Mientras el primer corno entona la exquisita melodía, se hace oír un balanceo continuo de las cuerdas, contrariado por el delicado movimiento de las flautas. La deslumbrante escritura y la magistral orquestación de esta página deslumbrante revelan un Mendelssohn desconocido, sensual y hedonista, en oposición de la imagen puritana que la historia ha podido endosarle.

El comienzo del quinto acto resuena con los acentos de la celebérrima Marcha Nupcial que tanto ha hecho por cimentar la gloria del compositor. Marcha plena de transporte, elevación y solemnidad, que conduce a los futuros esposos a las comarcas de la felicidad terrestre. Una vez unidos, los flamantes desposados asisten a un "divertissement": una farsa tragicómica que les brindan los artesanos. En el instante en que Piramo exhala su último suspiro, se escucha una pequeña marcha fúnebre, presentada en contraste con la gran Marcha Nupcial, a cargo de un clarinete, un fagot y timbales. La farsa culmina sobre la danza rústica de los clowns, que acude al motivo central de la Obertura. La comedia va a concluir en el misterio, tal como había comenzado. Siguiendo a Shakespeare, Mendelssohn convoca a los espíritus haciéndolos surgir de una última vez: "Hadas, Espíritus -canta el coro- el Fuego cubre y va a estallar: apareced!" El encantamiento inicial es quebrado con la reaparición de los cuatro acordes fatídicos.
Deliciosa música incidental para la escena. Hasta pronto.




viernes, 20 de enero de 2012

Recordando a FÉLIX MENDELSSOHN-BARTHOLDY (1809-1847)


La vida y obra de éste extraordinario compositor me atrae después del concierto pasado de la O.C.G. con su famoso Octeto, fue un privilegiado por su cuna de familia judía adinerada y  culta muy destacada  que se convirtió  al protestantismo adoptando  el apellido  Mendelssohn-Bartholdy.

Resaltamos algunos aspectos, su madre hablaba varios idiomas, tocaba el piano y dibujaba de modo admirable, habilidad ésta ultima que también poseía su hijo. En su infancia fue considerado como un niño prodigio, cada domingo se realizaban conciertos en la residencia de Mendelssohn. En ellos generalmente tocaban una pequeña orquesta y solistas a los que a menudo se unían Félix y Fanny. El niño escribió varias óperas en miniatura y sinfonías para estas ocasiones.

 De ellas nos han llegado doce sinfonías para cuerdas y una sinfonía en un movimiento, que no fueron publicadas en vida del compositor pues éste, severo autocrítico las consideró meros ejercicios de composición sin valor artístico. Ni siquiera figuraron entre las obras que fueron publicadas después de su muerte. Recién se conocieron en la segunda mitad del siglo pasado, en una edición completa de las composiciones mendelssohnianas, aunque cuatro de ellas habían sido interpretadas en público anteriormente.

Como las otras diez, las sinfonías revelan el sorprendentemente precoz talento de Mendelssohn. Si bien se pueden encontrar en ellas influencias de Bach, Handel y los clásicos vieneses, ¿qué compositor novel no comenzó imitando? Aún así, estas piezas ya proclaman el estilo personal del futuro maestro. De cualquier manera, su frescura, vigor, concentración en los elementos esenciales las hace tan atrayentes ahora como lo fueron hace más de 180 años.

Aunque la denominación de sinfonías provino del propio compositor, esto puede originar confusiones: es sabido que escribió cinco sinfonías para gran orquesta y con número de opus. Pero escribió una versión alternativa para orquesta sinfónica de la Octava para cuerdas, eventualmente publicada como Sinfonía n° 12 en Do menor. Esta fue en realidad la decimotercera, escrita en 1824.

Existen manuscritos de las composiciones del joven prodigio desde su undécimo año (1820) en adelante. Se trata de canciones, sonatas y doce Sinfonías para cuerdas que datan de los años 1821-23.



De su  al temprano éxito en Alemania le siguió un viaje por toda Europa, costeado por su padre, como premio por su aplicación y comportamiento.

En Inglaterra, con sus diez visitas, estrenó la mayoría de sus obras. En su estancia en Escocia se inspiró en temas populares para componer el poema sinfónico  La Hébridas o la gruta del Fingal  Obertura de 1830, que vamos a poder escuchar en el próximo concierto, también compuso su sinfonía nº 3 La Escocesa, que dirigió en su última visita en 1847, con la Orquesta Filarmónica ante los Reyes de Inglaterra, ganando mucha fama y dinero, no solo se dedicó a componer interpretar y dirigir sino que hizo critica en algunas editoriales de los Oratorios, que eran habituales, de Georg Friedrich Hándel.

En Italia en otoño de 1830, donde se inspiró para su cuarta sinfonía llamada La Italiana una de sus obras más conocidas. Conoció a Héctor Belioz en Roma y a Franz Liszt en Paris. Un trabajador incansable fallándole la salud tempranamente, muriendo de agotamiento y de depresión por la muerte temprana de su querida hermana Fanny.

Inserto algunas sinfonías para cuerda, ya que es una obra muy extensa, las que más me gustan, y por supuesto  el poema sinfónico  Las Hébridas que va interpretar la O.C.G. el próximo día 27 de Enero en el Auditorio Manuel de Falla. 

Sinfonia nº 8 para cuerdas (versión orquesta)


Sinfonia nº9 para cuerdas Finale: Allegro Vivace


Sinfonia nº 1 para cuerdas in C



Sinfonia nº 2 par cuerdas in D major




Sinfonia nº 12 in G minor Finale: Allegro molto





Las Hébridas o La Gruta de Fingal Obertura  un video con explicaciones de inspiración en Escocia y guía de audición.





Hasta pronto.-


sábado, 14 de enero de 2012

Comentarios al Concierto de la O.C.G. del viernes 13 de Enero 2012


La interpretación del octeto  versión para orquesta de cuerdas  del compositor Félix Mendelssohn, por la Orquesta Ciudad de Granada, fue magistral, las cuerdas una vez más mostraron su enorme calidad, dirigidos por su director titular Salvador Más haciéndonos disfrutar a todos los oyentes, fueron recompensados  por un largo aplauso.
El octeto para cuerdas de Mendelssohn  obra de cámara, con una esencia extraordinaria dentro de la literatura de la música está concebida  por su autor, para que funcione como una orquesta, integrando sus temas con la participación independientes de todos los interpretes.Ésta particularidad única valor artístico reconocido por la crítica.

Las obras existentes con ésta plantilla funcionan como doble cuarteto de cuerda( uno de elllos la voz principal y el otro dialoga con él). 

 Dicho esto, mi apreciación musical de la audición para versión orquesta de cuerda ofrecida por la O.C.G,( los cuatro bajos no intervinieron  en el andante y en el scherzo  y en los dos movimientos restantes en algunos tutti  aislados), produjo una resonancias de sonido muy grave, anulando la textura bellísima contrapuntística  que tiene la obra de cámara, sobre todo en los pianos (PPP).  En los enlaces de transición lentos  y  en la re- exposiciones  apenas se apreciaba  los temas subyacentes ya expuestos verdadera armadura de la obra.
Hasta pronto.-

lunes, 9 de enero de 2012

HABLANDO DE MÚSICA (ciclo de confrencias en torno a la programación)


El ciclo de conferencias que organiza la Asociación de Amigos de la Orquesta Ciudad de Granada, cuyo cartel inserto, me parece una idea muy acertada comentaré la primera de ellas.


Ha sido una sesión muy interesante, un lujo como se ha comentado después, para los asistentes y por supuesto para mí.

El profesor Linari ha comenzado su exposición hablando de la transición de periodo barroco al clásico con la muerte de Johan Sebastian Bach en el año 1750, estableciendo las diferencias de composición de un periodo a otro, lo matemático con múltiples adornos y lo sencillo y simple, para la aceptación del público de la época, alargándose en una serie de detalles compositivos y fonográficos.
El (Surm und Drang), movimiento literario en el periodo clásico, empleado por Haydn en su sinfonía nº 45 en fa sostenido menor, con arpegios menores descendentes en los primeros violines junto con notas sincopadas en los segundos violines y acordes mantenido en los vientos,  pasando por Mozart  y Beethoven, para establecer conexión con Franz Schubert como primer clásico romántico,  con su sinfonía nº 3 D.200 programada por la O.C.G, fonografía sobre la partitura, estudiando la expresividad de la obra según su forma modal (tristeza, alegría, dramático, solemnidad), a través de la octava según se desenvuelva la melodía si va a la tónica a la dominante o subdominante determinado su color, apuntes sobre su biografía y tiempo que le tocó vivir en La Viena del primer cuarto del siglo XVIII, con sus 400 lieder (canción para voz y piano).
Para pasar al Judío convertido al cristianismo protestante, Félix  Mendelssonh  Bartholdy con su apuntes de su biografía con su corta vida, por trabajador incansable,  comentando la relación con su hermana Fanny, sus doce sinfonías de cuerda su música para escena (incidental), y su octeto para cuerda, que programa la O.C.G. como segunda obra en esta velada, pero en versión para orquesta, comentando la unión a las ocho voces de los contrabajos realizada por Salvador Más, un reto para los profesores de las cuerdas de nuestra orquesta. Espero disfrutar el próximo viernes 13 de Enero, en el Auditorio Manuel de Falla.  http://www.orquestaciudadgranada.es/
 Hasta pronto.-   


sábado, 7 de enero de 2012

Franz SCHUBERT (1797-1828) Sinfonia No. 3 en Re mayor D. 200


Cuando Napoleón ocupó Viena en 1809, la ciudad sitiada entró en un período de privaciones considerable. Una vez que el conquistador fue expulsado en 1813, Viena comenzó a reconstruir su economía. Nadie tenía demasiada energía ni recursos para invertir en las artes en aquellos tiempos difíciles. Como consecuencia, ningún miembro de la aristocracia mantuvo ya orquestas. El único conjunto profesional de la ciudad era el Tonkünstlerverein, que tocaba sólo unos pocos conciertos, la mayoría consagrados a oratorios. Había pocas salidas para las sinfonías.

En parte para contrarrestar esta falta de producción musical profesional, se formaron varias orquestas de aficionados. El cuarteto de cuerdas familiar de Schubert, por ejemplo, se amplió hasta convertirse en una orquesta de cámara. El compositor era violista, sus dos hermanos violinistas y su padre, chelista. A este núcleo se agregaron amigos que tocaban diferentes instrumentos de vientos y de cuerdas. Como la orquesta ya no cabía cómodamente en la casa de Schubert, los miembros se reunían dos veces por semana en la casa de un comerciante local. Bajo la dirección del violinista Josef Prohaska, la orquesta tocaba sinfonías de Haydn, Mozart, Pleyel, Rosetti y otros. El grupo continuó creciendo y debió mudarse varias veces más a casas todavía más grandes. De 1815 en adelante ocasionalmente dieron conciertos públicos.
 
A Schubert le gustaba tocar en esta orquesta. Durante muchos años había sido miembro de su orquesta escolar e incluso ahora que se había graduado continuaba tocando con ese grupo de vez en cuando. Entre un conjunto y el otro recibió una completa influencia de la música sinfónica de la época. El mismo compuso varias obras orquestales entre 1813 y 1818, incluyendo las primeras seis sinfonías. Estas piezas eran ensayadas, sino verdaderamente tocadas, por una u otra de las dos orquestas de Schubert.

Cuando se desintegró la orquesta de aficionados, las sinfonías tempranas de Schubert casi se perdieron. Las transcripciones para piano que aparecieron en la década iniciada en 1860 no generaron suficiente entusiasmo como para garantizar que se hicieran presentaciones o publicaciones de las versiones orquestales. La actitud de finales del siglo XIX está tipificada por la reacción de Brahms a una invitación, en 1873, para dirigir un concierto compuesto exclusivamente por obras de Schubert. Brahms declinó la invitación diciendo que no había suficientes obras orquestales de Schubert adecuadas para llenar un concierto.

El interés en su música orquestal de los primeros tiempos se manifestó por último en Inglaterra, donde las primeras cinco sinfonías fueron estrenadas profesionalmente en los Crystal Palace Concerts entre 1873 y 1881. La Tercera Sinfonía fue la última de la serie que se escuchó. Su estreno en 1881 tuvo lu­gar 66 años después de haber sido compuesta. Sin embargo, incluso después de estas presentaciones en Londres, las sinfonías tempranas seguían sin ser tocadas con gran frecuencia. Sólo fue con la llegada de las grabaciones y de las transmisiones por radio del siglo XX y con la proliferación de las orquestas cuando se convirtieron en parte del repertorio sinfónico normal.


La sinfonía nº 3 fue escrita, entre el 24 de mayo y 19 de julio de 1815,  pocos meses después de su decimoctavo cumpleaños. La longitud de esta sinfonía es de aproximadamente 21-23 minutos. Que se divide en cuatro movimientos:



·         I. Adagio maestoso - Allegro con brio
·         II. Allegretto en Sol mayor

·         III. Menuetto. Vivace
·         IV. Presto vivace
       
El Allegro con brío, que sigue a una amplia introducción en una forma que nos recuerda a la Obertura francesa en dos partes, la primera lenta y dramática, la segunda más lírica, es notable por su encanto y la interacción de clarinete solo con cuerdas sincopadas, que se desarrolló a partir de PP dentro de los límites del estilo de música de cámara a la esfera más amplia de la forma sinfónica. Este es un movimiento muy dramático en la forma sonata.

Un delicioso Allegretto en forma ternaria siguiente, lleno de gracia y humor.
Luego viene un Minuet de alto espíritu, que, con su acento hasta los latidos, sugiere un scherzo y un sabor muy popular debido a este gesto bajo y popular, y contrasta con un elegante Ländler-como trío.
La conclusión de Presto en el ritmo de tarantela es notable por sus progresiones armónicas audaces y por la riqueza de contraste dinámico. Este movimiento es en forma de sonata, con una concepción más flexible.

 









Espero que la versión, que inserto con la dirección de Ricardo Mutti, os agrade. Hasta pronto.