DON CHISCIOTTE EN CÁDIZ
viernes 30 noviembre 2018 / A4
Auditorio Manuel de Falla, 20:30 horas
Auditorio Manuel de Falla, 20:30 horas
Manuel GARCÍA
El poeta calculista, obertura
El majo y la maja (Tonadillas)
El poeta calculista, obertura
El majo y la maja (Tonadillas)
Saverio MERCADANTE
Don Chisciotte alle nozze di Gamaccio, obertura
Dueto de Basilio y Chiteria (de Don Chisciotte alle nozze di Gamaccio)
Don Chisciotte alle nozze di Gamaccio, obertura
Dueto de Basilio y Chiteria (de Don Chisciotte alle nozze di Gamaccio)
Juan Crisóstomo de ARRIAGA
Sinfonía en Re mayor (para gran orquesta)
Sinfonía en Re mayor (para gran orquesta)
RUTH ROSIQUE soprano
JUAN DE DIOS MATEOS tenor
ANDREA MARCON director
Fuente : Centro de documentación músical
JUAN DE DIOS MATEOS tenor
ANDREA MARCON director
Fuente : Centro de documentación músical
Manuel del Pópolo Vicente García (1775 - 1832)
El 21 de enero de 1775 nace en Sevilla Manuel del Pópulo Vicente Rodríguez Aguilar, más conocido como Manuel García. De su familia, infancia y formación musical poco se conoce, únicamente aquellos datos aportados por él mismo, que aseguraba haber estudiado con Antonio Ripa, Maestro de Capilla de la catedral de Sevilla y con Juan Almarcha, teclista y violonchelista.
En 1791 se traslada a Cádiz, donde conoce a Manuela Morales Pacheco, hija de una familia de actores y actriz también, que se convertirá en su primera esposa. En 1978 se trasladan juntos a Madrid donde entran a formar parte de la compañía de Francisco Ramos. Desde el comienzo de su carrera compagina su labor de intérprete con la de compositor de canciones, tonadillas escénicas y otras obras dramáticas. Desde 1799 y hasta 1807, forma parte de la Compañía del Teatro de los Caños del Peral, actividad que se vio interrumpida por una estancia en prisión, al parecer por un altercado en el Teatro del Príncipe, que inspiró su primera opereta: El preso. La opereta, género importado de francia, respondía a la prohibición de interpretar obras en otro idioma que no fuera el castellano y pone en relieve el interés del autor por desarrollar una verdadera ópera nacional. En 1804 se estrena la ópera en un acto El criado fingido, cuyo polo: "Cuerpo bueno, alma divina" se hizo muy popular e inspiró a Bizet para la composición del preludio del cuarto acto de Carmen, el cual se publicó en el extranjero en versión para canto y piano. En 1805 se estrena la ópera-monólogo en un acto El poeta calculista, en la que el tenor hacía gala de su dominio técnico. Uno de los números, "Yo que soy contrabandista", fue considerado un himno a la libertad por literatos como Victor Hugo y George Sand e inspiró a compositores de la talla de Franz Liszt y Robert Schumann. El éxito de la obra de debe en buena parte a que no era una simple traducción sino una obra original y española, en su temática, estilo y concepción.
En su debut parisino alaban su voz, calificada de "agradable, flexible y precisa", aunque poco potente. En 1811 se traslada a Italia, donde actúa en los teatros de Milán, Nápoles y por último en Roma. Gracias a las lecciones de canto de Anzani y su experiencia en Italia su voz había ido tornándose más potente y había mejorado su presencia en el escenario, lo cual le va a permitir seguir cosechando éxitos a su regreso a París.
En 1818 se marcha a Inglaterra donde representa con éxito Il barbiere de Rossini en Londres, además de La clemenza di Tito y die Zauberflöte. A finales del año siguiente vuelve a París donde interpreta por primera vez el Don Giovanni, obteniendo uno de sus mayores éxitos y contribuyendo a la popularización de Mozart entre los románticos.
Fundó una escuela de canto que le convertiría, según Fétis, en uno de los profesores más distinguidos del siglo XIX, extendiendo su magisterio hacia tierras inglesas en la academia de su casa de Piccadilly, y con la publicación de su método de canto por la editorial Boosey. En 1825, por mediación de Giuditta Pasta, obtuvo una invitación para ir a Nueva York a dirigir una compañía de ópera en el Park Theatre. Aceptada la invitación, el tenor se traslada junto a su familia (su segunda esposa Joaquina Briones y sus hijos Manuel y María) con quienes ofrece la ópera de Rossini Il barbieri di Siviglia. El público queda encantado por su voz y sobretodo por la de su hija María, en la que fuera la primera representación de una ópera en italiano en Estados Unidos. El éxito obtenido movió a Lorenzo Da Ponte, el libretista de Mozart, quien se encontraba allí impartiendo clases, a animar a Manuel García en la representación de Don Giovanni. Las óperas representadas tenían una amplia acogida, sin embargo sus obras propias no obtuvieron el éxito esperado y ante las dificultades financieras de la compañía decidieron marchar a México. El país atravesaba un momento de fuerte sentimiento antiespañol, pero a pesar de la expulsión decretada para los españoles, a él y a su familia se les permitió permanecer y seguir representando sus obras. Considerado como símbolo o como amenaza, se vio involucrado en un ambiente político cada vez más convulso, que le obligaría finalmente a regresar a París.
A su vuelta a París, fue recibido calurosamente, y su actuación en Don Giovanni fue el evento más esperado de la temporada de 1829. Sin embargo su voz estaba algo mermada y la fatiga le impidió terminar la temporada. En 1831 ofrece la última representación junto a sus hijos y algunos de sus discípulos en Teatro Tivoli en París y en 1832 falleció después de una enfermedad.
La familia García forma parte de la mitología del siglo XIX. Pocas veces en la historia tantos miembros de una misma familia se han hecho acreedores de un sitio en el Olimpo de la fama: Manuel del Pópulo García, sus hijas María Malibrán y Pauline Viardot y su hijo, Manuel Patricio García, gran profesor de canto.
Han pasado demasiados años antes de que la musicología se haya ocupado de la obra del padre de esta saga de personalidades musicales y creador insigne de músicas que esperan su recuperación. Este libro de James Radomski viene desde luego a mejorar la situación, pero aún queda por recuperar la obra de un compositor cuya aportación fue más allá de su mítica fama como tenor.
Manuel del Pópolo Vicente García es una personalidad central de la música del siglo XIX español e internacional. Autor de célebres óperas e intérprete favorito de Rossini, promotor de la cultura musical en Nueva York e impulsor de la moda hispana en Francia.
La celebración del IV Centenario de Don Quijote y los trabajos de recuperación de algunas obras de Manuel García, nos han permitido rescatar una ópera muy poco conocida, Don Chisciotte, estrenada en 2005 en el Teatro de Tomelloso de Ciudad Real. La edición que sale ahora a la luz, realizada por Juan de Udaeta, es el fruto de la colaboración entre el
ICCMU y el Centro de Documentación de Andalucía y supone un acto de justicia con uno de nuestros grandes creadores, además de contribuir a difundir el patrimonio musical andaluz.
Han pasado demasiados años antes de que la musicología se haya ocupado de la obra del padre de esta saga de personalidades musicales y creador insigne de músicas que esperan su recuperación. Este libro de James Radomski viene desde luego a mejorar la situación, pero aún queda por recuperar la obra de un compositor cuya aportación fue más allá de su mítica fama como tenor.
Manuel del Pópolo Vicente García es una personalidad central de la música del siglo XIX español e internacional. Autor de célebres óperas e intérprete favorito de Rossini, promotor de la cultura musical en Nueva York e impulsor de la moda hispana en Francia.
La celebración del IV Centenario de Don Quijote y los trabajos de recuperación de algunas obras de Manuel García, nos han permitido rescatar una ópera muy poco conocida, Don Chisciotte, estrenada en 2005 en el Teatro de Tomelloso de Ciudad Real. La edición que sale ahora a la luz, realizada por Juan de Udaeta, es el fruto de la colaboración entre el
ICCMU y el Centro de Documentación de Andalucía y supone un acto de justicia con uno de nuestros grandes creadores, además de contribuir a difundir el patrimonio musical andaluz.
El majo y la maja (Tonadillas)
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ENLACE: El Poeta Calculista obra completa
Sobre el operista Saverio Mercadante
El operista Saverio Mercadante fue un prolífico compositor de ópera del siglo XIX, y un gran influyente en sus días debido a sus óperas reformadas de 1840. Su reacción frente a la masividad del estilo Bel Canto y los efectos de la grand ópera, Saverio se contuvo decididamente de estas dos tendencias para conseguir un drama escénico mucho más impresionante. Estas reformas fueron críticas para el tipo de óperas que Verdi ejerció a comienzos de su carrera.
El compositor lírico nació en Nápoles y estudió con Niccolò Zingarelli entre 1816 y 1820. Sus primeros trabajos, en mayoría, fueron para conjuntos instrumentales, pero ya hacia 1819 comenzó a componer algunas óperas. Saverio se hizo conocer en toda Italia por su séptima ópera titulada, Elisa e Claudio; esta era una ópera buffa al estilo de Rossini. De 1829 a 1830, vivió en España y Portugal, donde continuó su carrera como compositor.
Durante su estancia no se le encargó ninguna obra de gran tamaño, por lo cual decidió volver a Italia. Tres años después de su regreso aceptó el cargo de maestro di capella en la Catedral de Novara (puesto que ocupó hasta 1840), y fue entonces cuando el autor reconsideró encaminarse hacia el mundo de la ópera. Su estilo reformado comenzó con su ópera más famosa, Il giurnamento.
En este trabajo evitó cualquier efecto que no enriqueciera directamente al drama, y con gran determinación, varió las formas empleadas en dichas piezas. Tales restricciones autoimpuestas, formaron parte del estilo de Mercadante durante el resto de su carrera.
En 1839 Saverio se convirtió en director del Liceo Musicale de Bologna, y en 1840 se le ofreció el puesto que había estado ocupando en Nápoles su maestro Zingarelli. Aceptó la oferta y permaneció allí por el resto de su vida. Mientras que las composiciones del último período de su carrera fueron disminuyendo, fueron, sin embargo, impresionantes para el mundo de la lírica posterior.
Durante un tiempo Verdi estuvo asociado con Mercadante, pero ambos se diferenciaron claramente, desde que Saverio ayudó al joven compositor a seleccionar los cantantes para la producción de Macbeth, en Nápoles en el año 1848. Pronto la carrera de nuestro lirista se vio eclipsada por la de Verdi y el dramatismo que el joven compositor perseguía fue considerado más efectivo que el suyo propio. A pesar de que la reputación de Saverio Mercadante declinaba, sus óperas seguían siendo interesantes debido a la calidad de su música. Fue también un compositor de música religiosa y dichas composiciones fueron consideradas dentro de su elegante y refinado estilo.
FUENTE: PianoMundo Opera
La relación con España y su
cultura del compositor italiano Saverio Mercadante (Altamura, 1795-Nápoles,
1870) desde tres perspectivas: sus estancias en España como maestro director y
compositor de los teatros de Madrid y Cádiz; el estudio de las obras líricas
realizadas sobre el Quijote que se le atribuyen, en ocasiones falsamente; y un
análisis de su ópera buffa en un acto, Don Chisciotte alíe nozze di Gamaccio,
estrenada en febrero de 1830 y dedicada al pueblo de Cádiz.
El tiempo en que Mercadante estuvo en España se encuadra entre 1826 y 1831, y permite una mirada sobre la actividad lírica de esta época, en que, de la mano especialmente de Rossini, cuya obra programó Mercadante incluso más que la suya propia, se produjo aquel fuerte resurgir de la afición a la ópera conocido como "furor filarmónico". Igualmente interesante es el acercamiento a Don Chisciotte alíe nozze di Gamaccio, primera ópera sobre el personaje cervantino escrita en España, en la que Mercadante, al aunar el sólido legado compositivo de su Italia natal con distintos motivos tópicos de la música española, se convierte en pionero de la posterior corriente nacionalista, específicamente en el marco referencia) de nuestro máximo exponente literario, el Quijote de Cervantes.
El tiempo en que Mercadante estuvo en España se encuadra entre 1826 y 1831, y permite una mirada sobre la actividad lírica de esta época, en que, de la mano especialmente de Rossini, cuya obra programó Mercadante incluso más que la suya propia, se produjo aquel fuerte resurgir de la afición a la ópera conocido como "furor filarmónico". Igualmente interesante es el acercamiento a Don Chisciotte alíe nozze di Gamaccio, primera ópera sobre el personaje cervantino escrita en España, en la que Mercadante, al aunar el sólido legado compositivo de su Italia natal con distintos motivos tópicos de la música española, se convierte en pionero de la posterior corriente nacionalista, específicamente en el marco referencia) de nuestro máximo exponente literario, el Quijote de Cervantes.
Don Chisciotte es una ópera en dos actos del compositor español Manuel Garcia estrenada alrededor
de 1826 y basada en los capítulos XXI al XXVIII de la primera parte del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha-. Se desconoce el autor del libreto; para algunos estudiosos sería el mismo Manuel García.
Argumento
Sancho Panza entra en una venta en la que se encuentran Ferulino y Rapidelo (El Cura y El Barbero)
Ambos urden una estrategia para atraer a Don Quijote. Sancho engañado parte en busca de su señor para informarle que el gigante Panfilón ha usurpado el reino de la
princesa Micomicona.
Llegan a la venta Fernando y Lucinda. Lucinda se enamora de Cardenio y rechaza a Fernando. Don Quijote y Sancho
llegan a la venta y son burlados por Dorotea disfrazada de princesa Micomicona. Poco después Fernando y Cardenio
se enfrentan por el amor de Lucinda mientras Don Quijote intenta evitar el enfrentamiento.
El acto termina con el Auditor que entra en la venta con orden de detener a Fernando.
En el segundo acto Don Quijote libra una gran batalla contra unos odres de vino que el cree son el gigante Panfilón,
Dorotea se reúne con Fernando y Lucinda con Cardenio. Los cuatro amantes reconciliados zanjan sus disputas.
Sancho Panza descubre que está siendo víctima de un engaño, se lo comunica a Don Quijote el cual enojado trata
de matarlo.
El acto termina con la celebración de un banquete durante el cual Ferulino consigue por fin reducir a Don Quijote y enjaulado para transportarlo de vuelta a su casa y lograr que
cure de su locura.
Don Chisciotte alle nozze di Gamaccio, obertura
Opera completa
Juan Crisóstomo Arriaga nació en Bilbao el 27 de Enero de 1806. Juan Simón de Arriaga, su padre y organista de profesión, le instruyó desde pequeño en el complejo arte de la música. Al mostrar grandes aptitudes, no tardó en buscarle un profesor a la altura de las circunstancias, encontrando a Faustino Sanz, un popular virtuoso violinista de la época. Poco después, con tan solo once años, compondría su primera obra, un octeto titulado “Nada y Mucho“.
Tan sólo dos años más tarde, a la edad de trece años, compuso su primera ópera “Los Esclavos Felices“. Ésta sería interpretada por primera vez en Bilbao en 1820, consiguiendo un rotundo éxito. Esto hizo que su padre tomase la decisión de mandarlo a completar sus estudios al conservatorio de París cuando Arriaga tan sólo tenía 15 años.
En París se rodeó de grandes músicos de la época, siendo instruido en el violín por Pierre Baillot, en armonía por François-Joseph Fétis y en contrapunto por Luigi Cherubini. Tres años más tarde de su llegada al conservatorio, Fétis lo nombró profesor colaborador en sus clases de Armonía.
Durante estos años de estudio, continuaron sus composiciones, siendo la primera obra escrita en París “Et vitam venturi“, una fuga a ocho voces. Después compondría tres cuartetos de cuerda que se llevarían los elogios de Fétis, así como otras muchas composiciones menores.
Al comenzar el año 1826, Arriaga contrajo una afección pulmonar, a causa de la que murió el 27 de Enero de 1826, con tan sólo 19 años. A su muerte, un baúl fue enviado a la casa de su padre en Bilbao conteniendo su violín y algunos manuscritos con parte de su obra, y fue dejado en un desván donde permaneció años abandonado. No fue hasta 1869 que uno de sus descendientes, Emiliano de Arriaga, involucrado en el movimiento nacionalista vasco recuperó su obra, y junto a la creación del Teatro Arriaga y la comisión permanente Arriaga, consiguieron relanzar su nombre y obra.
Únicamente se tiene constancia de que compusiera un total de 23 obras, de las cuales gran parte se perdieron y algunas se conservan en el teatro Arriaga sin haber sido publicadas. Su estilo musical yace a medio camino entre la tradición clásica de Haydn o Mozart, y el romanticismo de Rossini y Schubert, mostrando también frescura y cierta innovación.
HASTA PRONTO