sábado, 25 de febrero de 2017

CONCIERTO SINFÓNICO ABONO A8 CON LA JOVEN ACADEMIA DE LA ORQUESTA CIUDAD DE GRANADA VIERNES 17 MARZO 2017




Felix MENDELSSOHN
Sinfonía núm. 2 en Si bemol mayor, op. 52 “Lobgesang“
Vanessa Goikoetxea soprano I
Leticia Rodriguez soprano II
Airam Hernández tenor
Coro de la Orquesta Ciudad de Granada (Héctor E. Márquez, dtor.)
Joven Coro de la OCG (Héctor E. Márquez y Pablo Guerrero, dtores.)
Joven Academia de la Orquesta Ciudad de Granada
(Taller orquestal OCG-Real Academia de Bellas Artes de Granada)
JOHANNES KLUMPP director
MARUXA BALIÑAS (*)

El inventor de la tradición sinfónica alemana


Termina Xoán M. Carreira su libro Ludwig van Beethoven. As [8+1] sinfonías vinculando el estreno alemán de la Novena sinfonía de Beethoven (2 de febrero de 1827) con el inicio de la carrera compositiva de Felix Mendelssohn (Hamburgo, 3-II-1809; Leipzig, 4-XI-1847), el inventor de la tradición sinfónica germánica y uno de los más poderosos instrumentos de la propaganda cultural de la alianza política entre los gobiernos británico y prusiano en el segundo cuarto del siglo XIX.

Esta idea puede resultar algo extraña, ya que la visión de Mendelssohn desde la segunda mitad del XIX y a lo largo del siglo XX se ha visto muy mediatizada por su condición «racial» de judío, especialmente a partir de los escritos de Richard Wagner, quien se esforzó por inventar una tradición musical germana que no derivara de Mendelssohn, dándole mayor importancia a Schumann, Weber, o incluso Liszt. Y sin embargo no se puede entender la música romántica germana sin Mendelssohn, un compositor muy culto en todos los aspectos artísticos, humanísticos y económico-sociales, además de políglota y cosmopolita, y por lo tanto profundamente consciente de lo que estaba haciendo. Un buen ejemplo de ello es la exitosa construcción del mito de Johann Sebastian Bach (1685- 1750) como icono central de la gran cultura alemana utilizando el propio patrimonio de las bibliotecas de la familia Mendelssohn, que había sido mecenas en Berlín y Postdam de Wilhelm Friedemann (1710-1784) y Carl Philip Emmanuel Bach (1714-1788), y a su muerte compraron parte de sus respectivas colecciones de partituras.

Resulta todavía extraño —y por momentos yo lo siento como una gran injusticia histórica— visitar Leipzig y descubrir que la casa-museo de Mendelssohn, la única que se conserva en Alemania, fue fundada hace apenas 10 años —al igual que el monumento erigido en su Hamburgo natal en honor de los dos hermanos Mendelssohn, Fanny y Felix— y en ella prácticamente no conserva ningún objeto personal suyo o de su esposa Cécile, sino sólo algunas donaciones de entusiastas coleccionistas mendelssohnianos y objetos de época no directamente relacionados con ellos (excepcionalmente hay un trajecito de su hijo mayor). Leipzig es claramente una ciudad bachiana. Valga que los estalinismos —Leipzig formaba parte de la República Democrática Alemana— fueron antisionistas, pero ¿cómo se explica que lo mismo exactamente haya sucedido en la República Federal Alemana, en Hamburgo por ejemplo? Y a pesar de todos estos problemas ajenos a él, Mendelssohn ha sobrevivido en el gusto del público sin ningún problema a lo largo de este tiempo.
Su música doméstica, canciones y piezas para piano —donde la valoración de la crítica oficial es poco influyente— nunca se dejaron de interpretar, y sólo en el caso de las sinfonías y oratorios se notó cierto desdén por determinadas piezas que no entraron regularmente en el repertorio, como pasa con las dos sinfonías que se van a escuchar. Sólo en el área inglesa, siempre fiel a Mendelssohn se interpretaron abundantemente sus sinfonías, oberturas y oratorios y de hecho, la Inglaterra victoriana tuvo como favorita, desde su estreno por la Royal Philharmonic Society el 15 de marzo de 1841, la Segunda sinfonía «Lobgesang», conocida como Hymn of Praise, obra que influyó manifiestamente en la música sinfónico-coral inglesa anterior a la I Guerra Mundial.


La madura sinfonía del joven Mendelssohn

Es casi redundante recordar que Felix, hijo de un importante banquero y perteneciente a una familia de intelectuales y bibliófilos, muy bien relacionados, unió a sus importantes cualidades personales todas las ventajas de una educación refinada que le proporcionó desde su infancia los mejores profesores —y no sólo en el ámbito musical—. Precisamente se debe relacionar la composición de esta Primera Sinfonía en do mayor op. 11 con el gran impulso que le dio a sus proyectos el encuentro con Goethe a finales de 1821 y el posterior contacto regular con él a partir de entonces. En 1823 una carta de su profesor, el compositor y director de orquesta Carl Friedrich Zelter (1758-1832) a Goethe, le informaba de que «mejora en todo, e incluso está buscando duramente adquirir más fuerza y poderío; todo le sale de dentro y las cosas externas del día a día sólo le afectan externamente. Imagine nuestra alegría, si sobrevivimos, al ver al joven vivir en la plenitud de todo lo que su infancia ha prometido». En 1824 todo esto pareció eclosionar con mayor claridad aún: en unos pocos meses Felix Mendelssohn compuso su Sinfonía en do mayor, su primera obra para orquesta completa, un Sexteto para piano y cuerdas en re mayor, el Rondó capriccioso para piano, diversas obras menores, y estrenó su ópera Der Onkel aus Boston.

Para tratarse de una primera sinfonía y a pesar de que Mendelssohn tenía sólo 15 años, la obra es ya muy madura. Hay que tener en cuenta que entre 1821 y 1823 había compuesto nada menos que trece sinfonías para cuerdas, alguna de las cuales revisó y publicó posteriormente. Pero esta Sinfonía en do mayor fue la primera que consideró suficientemente buena para ser editada en 1830, dos años después de su estreno público en Berlín en 1828 (habían existido varias interpretaciones privadas previas, la primera seguramente la del 15 de noviembre de 1824, en un concierto al que asistió asombrado el pianista y compositor Ignaz Moscheles, 1794-1870, que poco después aceptó a regañadientes darle algunas lecciones).

Aunque en esta época Mendelssohn estaba muy influido por la música de Carl Maria von Weber, la principal influencia que se percibe en la obra es mozartiana, en concreto de la Sinfonía nº 40 en sol menor. El movimiento lento es la parte más madura y muestra ya una importante ambición formal, que se continua en el minueto que le sigue.






En alabanza a Gutemberg

La Sinfonía Lobgesang fue compuesta a lo largo de 1840, editada en 1841 y estrenada en Leipzig el 3 de febrero de 1842 en un festival en honor de Gutemberg, en el que también se estrenó Festgesang (que luego Mendelssohn adaptaría al inglés como Hark!, the herald-angels sing). Inmediatamente después del estreno, Felix viajó con su esposa a Schwerin para dirigir el oratorio Paulus. De regreso a Leipzig, pasó por Berlin para dar un recital de órgano en la iglesia de Santo Tomás con el fin de recaudar dinero para erigir un monumento a Bach ante la Thomasschule. En septiembre tuvo lugar en Birmingham el estreno inglés del Hymn of Praise en un concierto en el que se interpretaron selecciones del oratorio Jephte de Haendel. Cuando Mendelssohn realizó en diciembre la revisión definitiva de su obra de cara a la edición de la partitura, la sinfonía era ya una obra popular en Alemania e Inglaterra. En realidad, Lobgesang ocupa el cuarto lugar en el orden cronológico de las sinfonías de Mendelssohn, aunque fue numerada como segunda sinfonía por sus editores, dado que en aquel momento la Sinfonía en do mayor op. 11 era la única sinfonía publicada de Mendelssohn. En realidad, la Sinfonía nº 5 en re mayor «Reforma» op. 107 (1830, estr. Berlín, 1832, ed. 1868) fue la segunda en ser escrita y la tercera fue la Sinfonía nº 4 en la mayor «Italiana» op. 90 (1833, estr. Londres, 1833, ed. 1851).

La última compuesta por Mendelssohn fue la Sinfonía nº 3 en la menor «Escocesa» op. 56 (1842, estr. Leipzig, 1842, ed. 1843). Mendelssohn subtituló su Himno de alabanza como «sinfonía-cantata». El plan formal de escribir tres movimientos instrumentales y un cuarto movimiento coral hace pensar necesariamente en la Sinfonía coral de Beethoven y de hecho en el primer movimiento hay un evidente homenaje a él, pues Mendelssohn utiliza como segundo tema un motivo idéntico al principal de la Sonata para piano en si bemol mayor op. 22 de Beethoven. Pero también hay diferencias notorias en el estilo empleado: la introducción del primer movimiento responde a una retórica ceremonial que suena demasiado pomposa a nuestros oídos actuales; en cambio, la gentil barcarola del Allegretto destaca por su ingenua naturalidad, aunque lo cierto es que, como casi siempre ocurre en Mendelssohn, tras el aspecto de facilidad se enmascara una escritura de enorme sutilidad.

La idea del hermoso y apacible Adagio religioso con un tratamiento instrumental (una serenata de las maderas acompañadas por las cuerdas) semejante al de las dos primeras sinfonías de Beethoven, fue reutilizada en la Sinfonía escocesa de una forma más dramática (la de una dulce melodía tratada como marcha fúnebre).

El monumental movimiento coral, manifiestamente neo-bachiano, está estructurado en nueve números: Introducción (sobre el tema del primer movimiento y la figuración del tercero) y primer coral «Alabe al Señor todo lo que respira» seguido del aria de soprano «Alaba mi alma al Señor» sobre un inquieto acompañamiento que nos recuerda el de El sueño de una noche de verano. 2) Recitativo y solo de tenor «Hablad vosotros que habéis sido redimidos por el Señor». 3) coro de respuesta. 4) El encantador dúo de sopranos «Deposito mi esperanza en el Señor» que tiene grandes similitudes con la Canción sin palabras en si bemol mayor, del libro séptimo. 5) el dramático solo de tenor «Las cadenas de la muerte nos rodean», uno de los mejores momentos de la obra, que remata con el anuncio por la soprano de «La noche ha terminado», amplificado y comentado por 6) el coro en un espléndido fugado. 7) Coral religioso «Demos todos gracias al Señor». 8) Dúo de soprano y tenor «Por eso mi canto celebrará tu gloria». 9) Coro final del pueblo aclamante.

(*) Publicada en el programa de la Orquesta Sinfónica de Galicia, para el concierto del 23 de enero de 2009.



 Sinfonia Maestoso - Allegro
 Sinfonia Allegretto Un poco agitato
 SinfoniaAdagio religioso 17:50
 Todo lo que respira alabe al Señor
 Decirlo, que son elegidos por sorteo su
 Dice que usted es su erloset
 Esperé pacientemente a que el Señor
 Los dolores de la muerte nos cercaron
 La noche ha pasado
 Ahora todo el mundo gracias a Dios
 Por eso canto con mi canción
 Volker!

Todo lo que respira alabe al Señor. (Salmo 150)
Alabar al Señor con instrumentos de cuerda, alabadle con su canción. (Salmo 33)
Y bendiga toda carne su santo nombre. (Salmo 145)
Bendice al Señor, alma mía, y que está dentro de mí, a su santo nombre.
Bendice al Señor, alma mía, y no se olvide de lo que sus beneficios. (Salmo 103)
3. Recitativo y aria de tenor
Decirlo, que le son redimidos por el Señor,
los ha entregado fuera de problemas,
de la aflicción severa de la vergüenza y bandas,
atrapada en el Waret oscuridad,
todo lo que ha redimido por necesidad.
Decirlo! Da gracias a él, y alabad su bondad! (Salmo 107)
El número ahora nuestras lágrimas en sus momentos de necesidad,
consuela a los afligidos con su palabra. (Salmo 56)
Decirlo! Da gracias a él y load á su bondad.
4. Coro
Decirlo, que le son redimidos del Señor de toda angustia.
El número ahora nuestras lágrimas.
5. Dúo de soprano y coro
Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí y oyó mi súplicas.
Feliz el hombre que pone su esperanza en el Señor!
Feliz el hombre que pone su esperanza en Él! (Salmo 40)
6. Aria y el tenor de recitativo
Los lazos de la muerte nos cercaron
y el temor del infierno nos había golpeado,
En cuanto entramos en la oscuridad. (Salmo 116)
Y dice: Despiértate! Tú que duermes,
levántate de los muertos, yo te ilumine! (Éfeso 5:14)
Llamamos en la oscuridad: Guarda, ¿qué de la noche ir?
Sin embargo, The Guardian dijo:
Cuando la mañana viene, así será la noche;
si hace su consulta, así que va a venir de nuevo
y otra vez pregunte: Guarda, ¿qué de la noche ir? (Isaías, 21: 11-12)
7. Coro
La noche está avanzada, el día llegó a inducir.
Así que echemos las obras de las tinieblas,
y poner en la armadura de la luz,
y tomar las armas de luz. (Romanos, 13:12)
8. Coral
Ahora que gracias a todos nuestro Dios con el corazón y las manos y voces,
de todos emergencia gentilmente recurrir a nosotros,
haciendo tanto bien, desde la infancia
Hemos mantenido hacer el bien en su sombrero y todo.
honor de la alabanza y la alabanza a Dios, el Padre y el Hijo,
y su espíritu santo en el trono más alto del cielo.
Alabado sea el Dios dreiein'gen, la noche y la oscuridad diferencia
de la luz y el amanecer, dándole gracias a nuestra canción. (Iglesia Evangélica himnario; texto v Martin Rinckart, 1636).
9. Dúo de soprano y tenor
Por eso canto con mi canción para siempre tu alabanza, Dios fiel!
Y gracias por todo el bien que ha hecho a mí.
Y deambulo por la noche y la oscuridad profunda
y los enemigos alrededor proporcionan para mí,
Tiene la palabra el nombre del Señor,
y él me ha librado por su bondad.
10. Coro
Sus pueblos! Dad a Jehová gloria y poder!
Su rey! Dad a Jehová gloria y poder!
El cielo lo trae al Señor gloria y el poder!
Deje que la tierra produzca la gloria y la fortaleza! (Salmo 96)
Todo gracias al Señor!
Alabar al Señor y exaltar su nombre
y alabar su gloria. (I Crónicas 16: 8-10)
Todo lo que respira alabe al Señor, Aleluya! (Salmo 150)

HASTA PRONTO.-

jueves, 16 de febrero de 2017

CONCIERTO DE ABONO SINFÓNICO A7 ORQUESTA CIUDAD DE GRANADA VIERNES 17 FEBRERO 2017



AUDITORIO MANUEL DE FALLA

Un paseo por Europa


Antonín DVOŘÁK
Suite checa en re mayor, op. 39
Carl NIELSEN
Concierto para clarinete y orquesta, op. 57
Arvo PÄRT
Cantus In Memoriam Benjamin Britten
Joseph HAYDN
Sinfonía núm. 104 en Re mayor, “Londres”
José Andrés Fernández Camacho clarinete
PETER CSABA director
Antonin  DVORAK  (1841-1904)
Suite checa en re mayor 0p. 39
Historia de la composición.

Tras el éxito de las Serenatas en mi mayor y re menor, Dvorak tenía en mente para escribir otra obra de la misma disposición oficial, esta vez incorporación de bailes populares checas. Para este objetivo, sin embargo, de etiqueta "serenata" no era del todo adecuado, decía así la idea inicial Poco a poco cristalizada en la decisión de escribir una suite, que, para el estreno, lo cual dado el subtítulo "Checa". La primera obra que realiza en Praga el 16 de mayo de 1879 en un concierto organizado por la Asociación de Periodistas Checa, llevado a cabo por Adolf Cech. Un año más tarde llevó a cabo su Dvorak Suite Checa a sí mismo en Praga, el 29 de marzo 1880. Mientras un concierto benéfico para recaudar dinero para la construcción del Teatro Nacional. La obra que publicó en 1881 por la firma con sede en Berlín Schlesinger.
La Suite Checa está escrita en cinco partes. La primera, marcada Preludio (pastorela), es de hecho una especie de introducción lírica a los movimientos posteriores, con muy poco contraste y una línea melódica en las voces superiores fluyen suavemente por encima de ostinato figura graves Consta de dos tonos alternantes Simplemente enteros. El segundo movimiento es una estilización poética de la danza popular checa "polka"; el tema principal en su configuración principal de re menor es esencialmente de naturaleza melancólica, pero más tarde se traslada a fa mayor y se vuelve más rítmica y expresiva. El movimiento está dispuesto en tres partes, A-B-A. El tercer movimiento está inspirado en otro baile popular, de "Sousedská", un baile lento en tiempo de 3/4, y es típico por su colorido tratamiento imitativa del tema principal. El cuarto movimiento, marcado Romance, ofrece un nocturno lírica maravillosa en la que, para un acompañamiento serena en las cuerdas, una amplia melodía se abre al arco en la flauta y luego es absorbido por otros instrumentos. La final Furiant completa el número de la suite en estilo deslumbrante, con su famosa expresión y el temperamento más ruidosa: en las fuerzas puras coda orquestal Dvorak la alineación existente con una trompeta y timbales. Este movimiento ha sido comparado con las Danzas Eslavas con el que comparte sus ritmos de agitación y sensación de abandono. En su lirismo, vitalidad, rica invención melódica y la claridad formal, el Suite Checa es uno de los más característicos de las obras de Dvorak.

I. Preludium (Pastorale)
II. Polka
III. Sousedská (Minuetto)
IV. Romance (Romanza)
V. Finale (Furiant)

Carl NIELSEN  (1865-1931)
 Concierto para clarinete y orquesta, OP. 57

En 1928 es concebida esta obra que en principio debía integrar un ciclo de 5 conciertos dedicados al Quinteto de vientos de Copenhagen (solo 2 fueron terminados a la muerte del compositor).

“Ha debido tocar el clarinete él mismo, de otra forma el no hubiera podido jamás encontrar justo las notas mas difíciles de interpretar (...)” así lo declaró el eminente clarinetista danés Aage Oxenvad (para quien fue dedicado dicho concierto) después de haber estrenado el concierto para clarinete de Nielsen el 11 de octubre de 1928 en Copenhagen. Aquí el clarinete es tratado como un “personaje” con las características psicológicas del interprete Oxenvad, célebre por su carácter irascible y temperamental siempre proclive a la querella. La partitura se presenta en un solo movimiento en la que se identifican claramente cuatro secciones sinfónicas – una primera animada, una lenta, la tercera emparentada con el scherzo y una especie de rondo para finalizar.

La primera sección - Allegretto un poco – muestra un tema impetuoso en las cuerdas graves que luego desarrolla el instrumento solista antes de exponer un segundo sujeto cantabile más estable y apacible. La recapitulación surge de una primera cadencia del clarinete. Durante toda la sección escuchamos las intervenciones del redoblante, intempestivo rival del solista.

El Poco Adagio en ¾ (segunda sección) presenta una larga melodía del corno acompañado por los fagotes; interrupción brusca del redoblante y pasajes en el registro agudo del clarinete; el tema inicial cierra esta parte.

La tercera sección un Allegro non troppo se inicia con un nuevo tema en 3/8 a cargo de los primeros violines seguida de una intervención agitada, en síncopas del clarinete que desemboca en una segunda cadencia virtuosa y expresiva.


Una última sección – Allegro vivace – comienza con un tema en 2/4 que el solista anuncia casi ingenuamente; el movimiento gana amplitud y energía mientras que el redoblante no cesa su accionar y finalmente, se impone la réplica triunfante del clarinete culminando apacible esta peculiar obra, piedra angular del repertorio concertante del clarinete en el siglo XX.



Arvo PÄRT  (1935-)  El minimalismo  sacro

La calma de Arvo Pärt     Enlace expliación del estilo compositivo del minimalismo

No toda la música del siglo XX está compuesta a partir del color de la disonancia. Algunos autores como Arvo Pärt naciío en 1935 en Estonia nacionalizado alemán) presentan una música que sugiere ambientes y sensaciones de épocas anteriores, pero desde una cierta lejanía.

Cantus In Memoriam Benjamin Britten
El compositor estonio Arvo Pärt nació en Paide, Estonia, en 1935. Eso quiere decir que nació en un estado independiente, pero a partir de los cinco años fue ciudadano de la URSS, dado que ésta se anexionó Estonia en 1940.Arvo  tuvo muchas influencias de todo tipo,incluidas las soviéticas. Tocó todos los palosl , buscando su lugar bajo el sol musical… casi todos ellos con no demasiado éxito. Neoclasicismo, dodecafonismo, serialismo y algún que otro “ismo” más…
No tuvo éxito. Sus obras no tenían inspiración, le desagradaban a él y, de paso, a los jerarcas soviéticos que tanto fastidiaron a Shostakovick, Khachaturian, Prokofiev y otros compositores por no componer “música patriótica”, sea eso lo que sea. Pero no había manera. Ni con obras “oficiales” ni con obras “rompedoras”. Estuvo Pärt a punto de dejar para siempre la composición.
Sufrió una profundísima crisis personal, no sólo compositiva, de la que consiguió salir abrazando la religión ortodoxa rusa y refugiándose en las formas primigenias de la música occidental: el canto llano medieval. También el canto gregoriano, la primera polifonía medieval, etc. Vuelta a las raíces. Y ahí sí que obtuvo el éxito con un estilo muy personal, con obras con esquemas muy simples, minimalistas, llenas de sentimiento, que llegan directas al corazón de una forma atávica e inmemorial…
La obra de hoy es un magnífico ejemplo. Compuesta a principios de 1977, tan sólo unas semanas después de conocerse la muerte de Britten, a quien, por cierto, nunca llegó a conocer, se basa en una nutrida orquesta de cuerda (en este caso ni el viento ni la percusión, a excepción de una única campana, tienen vela en el entierro… nunca mejor dicho) entonando sencillas escalas en canon siempre girando machaconamente alrededor de un acorde de La menor. La música va cambiando, girando, transformándose siempre alrededor de las mismas notas, siempre parecido pero siempre diferente, punteada por una obsesiva campana que entona una y otra vez una nota La… La… La…

Joseph  HAYDN  (1732-1809)
Compositor austriaco. Con Mozart y Beethoven, Haydn es el tercer gran representante del clasicismo vienés. Aunque no fue apreciado por la generación romántica, que lo consideraba excesivamente ligado a la tradición anterior, lo cierto es que sin su aportación la obra de los dos primeros, y tras ellos la de Schubert o Mendelssohn, nunca habría sido lo que fue. Y es que a Haydn, más que a ningún otro, se debe el definitivo establecimiento de formas como la sonata y de géneros como la sinfonía y el cuarteto de cuerda, que se mantuvieron vigentes sin apenas modificaciones hasta bien entrado el siglo XX.
Aunque titulada "Londres", la Sinfonía 104 de Haydn es tan sólo la última de una serie de doce sinfonías que el compositor escribió durante su estancia en la capital inglesa y con las que puso fin a su contribución al género. Aunque durante los años que pasó al servicio de la familia Esterházy gozó de libertad para, según sus propias palabras, "ser original", cuando tuvo que regresar al circuito comercial lo hizo con un ímpetu experimentador casi inédito en su carrera.
La Sinfonía arranca con una serie de solemnes y dramáticos acordes que captan nuestra atención al instante. Siguen unos delicados fraseos que enlazan con una nueva interpretación de ésos mismos acordes iniciales (esta vez sin percusión). Tras darle alguna vuelta más al mismo tema y repetir la estructura citada anteriormente, finaliza el adagio y da comienzo, con la acostumbrada energía de Haydn, el allegro de este primer movimiento. Un movimiento cargado de entusiasmo y colorido que sintetiza todo lo que hace irresistible la música del austriaco. Esas sensaciones de vitalidad y optimismo se prolongan (incluso exageradamente) hasta el final de la pieza, la más larga de la sinfonía.
El segundo movimiento es un andante. Presenta la forma de un lied dividido en tres partes, siendo más apacibles la primera y la última y más violenta la central. El tema principal es sencillo, aunque Haydn sabe dotarle de hondura a lo largo del movimiento usando magistralmente melodía y armonía. El tercer movimiento es el minueto. Es el más corto y academicista de los cuatro. Sólo el protagonismo de los instrumentos de viento de madera rompe un esquema rígido, escrito con escrupulosidad por Haydn. Para el Finale el compositor escoge la forma de sonata y aprovecha para introducir la música folclórica en la partitura. El tema principal proviene de una juguetona melodía popular originaria de Croacia y que es manipulada por el compositor en complejos desarrollos que resultan en un brillantísimo final para la última sinfonía de Haydn.
La Sinfonía 104, "Londres" se estrenó el 4 de mayo de 1795 en el King's Theatre de Londres. El exitoso evento contó con un repertorio consagrado por completo al músico austriaco quien dirigió además todas las interpretaciones.


HASTA PRONTO.-
YUN & CLEARFIELD & PROKOFIEFF
DOMINGO 19 DE FEBRERO DE 2017, 12:00 h.
AUDITORIO MANUEL DE FALLA
Isang YUN     
Together para violín y contrabajo
Andrea CLEARFIELD     
Tres temas sobre poemas de Pablo Neruda, para oboe y contrabajo
Serge PROKOFIEFF         
Quintet, op. 39 “Trapeze” para oboe, clarinete, violín, viola y contrabajo
ENSEMBLE TRAPEZE
Eduardo Martínez
 oboe
José Luis Estellés clarinete
Marc Paquin violín
Donald Lyons viola
Günter Vogl contrabajo

GEGSA – AUDITORIO MANUEL DE FALLA – OCG
con la colaboración de la    ASOCIACIÓN AMIGOS DE LA OCG

1. Tema con variazioni
2. Andante energico . 

 3 Allegro sostenuto, ma con brio 
4. Adagio pesante
5. Allegro precipitato, ma non troppo presto
6. Andantino
recorded by Rafi Eshel

La pieza, que escrito en 1924. Prokofiev lo que significa vivir en París en el momento y recibió un encargo de Boris Romanov, un bailarín y coreógrafo de danza Touring Company de Sergey Diaghilev. Romanov por objeto presentar un ballet tema del circo, titulado "Trapecio" La inclusión de payasos y acróbatas, pero lo que no Prokofiev cargado de tener que componer una historia detallada o trama. Decía así, la pieza podría funcionar como un ballet o la obra de cámara pura, y es tenido éxito en ambos casos.

Es interesante observar lo hizo Igor Stravinsky así que lo que trabaja para el ballet de Diaghilev en París, en el tiempo lo hizo. Estamos familiarizados con la consagración de la primavera, El pájaro de fuego, Petrushka y muchos otros ballets. Prokofiev, que en gran medida influenciado por el estilo de Stravinsky, y por lo que creó una obra enérgica, muy coloreado, llena de humor sarcástico y ritmos insistentes