lunes, 14 de julio de 2014

CUATRO CONCIERTOS PARA INSTRUMENTOS SOLISTAS DE RICHARD STRAUSS SUPERVIVIENTE POSROMÁNTICO DEL SIGLO XX



Al publicar ésta entrada quiero agradecer a los profesores solistas de la Orquesta Ciudad de Granada, que han interpretado estas obras de Richard STRAUSS  en el Auditorio Manuel de Falla de Granada.

Con el recuerdo de abonado de 25 años.-

Óscar Sala Trompa, José Antonio Masmano  Oboe,  Calos Gil clarinete, Santiago Ríos Fagot.


Concierto para oboe (Richard Strauss)

El Concierto para oboe y pequeña orquesta en re mayor,Op. 144, TrV 292, fue escrito en 1945, fue  una de las últimas obras que compuso cerca del final de su vida (murió en 1949), durante un “veranillo”en el que regresó imperturbablemente al estilo romántico de su juventud. Strauss recibió el encargo de componer el concierto por John de Lancie, un soldado estadounidense que anteriormente fue el primer oboísta de la Orquesta Sinfónica de Pittsburgh y visitó la casa de Strauss cuando fue destinado a Alemania tras la Segunda Guerra Mundial . En un principio, Strauss rechazó la solicitud, pero luego cedió y el concierto fue estrenado el 26 de Febrero de 1946 en Zürich, con Marcel Saillet como solista con la Orquesta de la Tonhalle de Zurich dirigida por Volmar Andreeae.  John de Lancie más tarde sería el primer oboe de la Orquesta de Filadelfia durante 30 años.

 
 

Concierto para trompa y orquesta Nº1 Op.11

Compuesto en (1882)   a los 18 años, para que fuera interpretado por su padre, trompista de la Ópera de Munich,  es una obra representativa de este primer período compositivo y constituye un elemento básico del repertorio actual para este instrumento.

 
 
 
CONCIERTO PARA TROMPA Y ORQUESTA Nº 2 Op.132
 
Casi sesenta años después, en plena segunda guerra mundial y culminado su ciclo operístico con Capriccio, el compositor volvió a la música instrumental, casi abandonada por él desde hacía casi 30 años, con un segundo concierto con el que se podría decir que comienzan esas piezas orquestales y concertantes tan características de su última época (Metamorfosis, el Concierto para oboe, el Concertino-dúo para clarinete y fagot...)


 
 
Concertino-dúo para clarinete y fagot...)

 
 Dúo-Concertino para clarinete y fagot con orquesta de cuerdas y arpa
- Allegro moderato - Andante - Rondo. Allegro ma non troppo


"Richard Strauss compuso el Dúo-Concertino a finales de 1947. Fue estrenada en Lugano, Suiza, el 4 de abril de 1948, para una pequeña orquesta, había sido invitado a Londres, lo que le permitió ver a algunos de sus viejos amigos, entre ellos el Dr. Ernst Roth, su editor. Sin duda esperaba, también, que este viaje le permitiría 'deshielo' algunos de sus derechos de autor, que habían sido congelados en Inglaterra durante la guerra. (Dos años antes se había trasladado a Suiza con la esperanza de recibir algunas regalías, que no vendrían a él, siempre y cuando permaneció en Alemania)


En Inglaterra Strauss fue cortante con la prensa, que tiene poca paciencia con la persistencia de los periodistas que le preguntaron cuáles eran sus planes, les dijo simplemente: "Bueno morir. Antes de su muerte dos años más tarde compuso dos últimas obras sustanciales. De las dos piezas, el Dúo-Concertino raramente se escucha como las Cuatro últimas canciones. Aunque el Dúo-Concertino no se concretó palpable hasta 1947, Strauss había estado pensando en ello durante algún tiempo. Un año antes había escrito a la dédicataire eventual, Hugo Burghauser, un amigo cercano y ex fagotista de la Filarmónica de Viena, que se había trasladado a Nueva York: 'estoy aún ocupado con una idea para un doble concierto para clarinete y fagot, pensando especialmente en su hermoso tono -, sin embargo, aparte de algunos temas esbozado todavía sigue siendo no más de una intención ... Tal vez te interesaría, mi padre siempre solía decir: "Fue Mozart, quien escribió más bellamente por el fagot." Pero entonces también era el de tener todos los más bellos pensamientos, que viene directamente desde los cielos! “Encontrando una referencia al idolatrado Mozart de Strauss en yuxtaposición inmediata al primer indicio del Dúo-Concertino debería alertarnos a un cierto sabor mozartiano que las cuotas de partido en muchas de las últimas obras de Strauss.


No es que la pieza es de ninguna manera un pastiche: más bien se traduce mucho de lo que Strauss vio como el alma de la época clásica en un nuevo disfraz El concertante elaboración de dos instrumentos solistas, se hizo eco de una segunda relación concertante entre el solista y masivo cuerdas, recuerda el espíritu -. Sin tratar de preservar la carta -. De las formas clásicas

En algún momento de la planificación de la obra, Strauss dijo Clemens Krauss conductor que estaba pensando en la historia de Hans Christian Andersen "El porquerizo, 'en el que un príncipe corteja a una bella princesa por disfrazándose como un porquerizo en el palacio de su padre. Luego Strauss escribió a Burghauser para decirle que el clarinete era una princesa bailando, con el fagot representa los intentos grotescos de un oso de imitarla. Eventualmente, ella se gana por el oso y danzas con ella. Strauss dijo Burghauser, 'Así que usted también se convertirá en un príncipe y vivir felices para siempre.

Al final, sin embargo, el Dúo-Concertino es hacer música pura. Sus tres movimientos se ejecutan tos sin descanso, pero los dos primeros bastante breves y sirven esen
cialmente como un prefacio elaborado para el rodó de cierre.
 
 
 
 
 
 
 
HASTA PRONTO.-

sábado, 12 de julio de 2014

EL CABALLERO DE LA ROSA (DER ROSENKAVALIER) DE RICHARD STRAUSS




Hace tiempo que quiero dejar constancia de un recuerdo, la charla que tuve, (principio de su toma de posesión), con el director artístico de la Orquesta Cuidad de Granada  ANDREA MARCON , invitado a la actividad de la Asociación de Amigos de la Orquesta, “Músicos de Cerca”, sentados en una terraza de un bar de Granada.

Su intención como un gran conocedor de la Ópera era dotar a la programación de una gran actividad operística en concierto, pero que debido al presupuesto económico  por la gran crisis, que atravesaba la Orquesta cambiaria de idea, pidiendo a su gran cantidad de amigos en el mundo artístico, para que bajaran sus  honorarios a la mitad, incluyéndose él  para poder realizar la temporada con el mismo nivel de calidad que las anteriores.

En la conversación salió a relucir la gran versión de la ópera del compositor alemán  Richard STRASS  El Caballero de la Rosa, (Der Rosenkavalier) ,que yo conocía bien hace años, dirigida por Carlos Kleiber, ya desaparecido, y que a él también le impresionaba.

 Por éste motivo y en el recuerdo de la celebración del 150 aniversario de su nacimiento del genio alemán, publico en mi blog,  dicha versión traducida al español, comentado aspectos de la obra.




Argumento

La historia transcurre en Viena, en el siglo XVIII, en los primeros años del reinado de la emperatriz María Teresa.

Acto I: Dormitorio de la Mariscala

Amanece mientras la Mariscala y su joven amante, Octavian, intercambian palabras de amor tras haber pasado una noche juntos.
Entra Mohamed, el criado negro de la princesa, con el desayuno y Octavian se esconde. Sale de su escondite cuando Mohamed se retira y la pareja sigue con su diálogo mientras toman el desayuno.
Se oyen ruidos fuera de la habitación. La Mariscala teme que su marido, que se halla de cacería lejos de Viena, haya regresado de improviso, por lo que Octavian se esconde y se disfraza de criada.
Apartando a los lacayos, el barón Ochs, primo de la Mariscala, irrumpe en la habitación y comienza a hablar de su próximo matrimonio con Sophie, la hija del acaudalado burgués Faninal. Le pide a su prima que le recomiende a un noble que le entregue a Sophie una rosa de plata en señal de compromiso, de acuerdo a la costumbre. Durante la conversación, Ochs coquetea con Mariandel, que no es otro que Octavian disfrazado de criada. Ochs se justifica ante la Mariscala diciendo que aún estando casado seguiría persiguiendo a campesinas y criadas. Viendo la situación, la Mariscala propone a Octavian como portador de la rosa.
Es la hora en que la Mariscala recibe a las visitas y la habitación se llena de gente que acude a solicitar algún favor. Un tenor italiano ofrece un aria sentimental, mientras el barón discute con un notario sobre la dote de Sophie. Entre los visitantes se encuentra una pareja de intrigantes italianos, Annina y Valzacchi, que ofrece sus servicios al barón, quien los contrata para que localicen a Mariandel.
Todos se marchan y la Mariscala, en su soledad, piensa en el futuro de la prometida, entregada a un ser tan desagradable como su primo, y recuerda cómo fue obligada en su juventud a casarse con un hombre mayor al que no amaba. Estos recuerdos la llenan de melancolía, y le hacen reflexionar sobre el paso del tiempo y la vejez que se acerca irremediablemente.
Cuando Octavian regresa, la Mariscala le asegura que tarde o temprano encontrará una muchacha de su edad de la que se enamorará, y la abandonará para siempre. Esto enfurece al muchacho, que le asegura que nunca dejará de amarle. Cuando Octavian se marcha, la Mariscala repara en que no se ha despedido con un beso como era habitual y manda a sus criados a buscarle, pero ya no le encuentran. Entonces, le envía la rosa que ha de presentar a la prometida del barón.

Acto II: Sala de visitas en la casa de Faninal

En la mansión de Faninal se espera la llegada del caballero que entregará la rosa de plata. Faninal, muy nervioso, trata de calmar a su hija, mientras Marianne, el aya de Sophie, mira por la ventana la llegada de Octavian.
Anunciado por una multitud de lacayos, Octavian entra lujosamente vestido, y presenta la rosa de plata a Sophie, quien la acepta extasiada; cuando ambos cruzan sus miradas, comienzan a sentirse irresistiblemente atraídos.
Cuando la escolta se retira, ambos jóvenes se sientan a conversar, pero son interrumpidos por la entrada del barón Ochs, escandalizando a Sophie con sus groseros elogios. Luego, Ochs se retira a discutir el contrato de matrimonio con el padre de la joven.
La pareja se queda a solas. Sophie afirma que no se casará con el barón y ambos se abrazan declarándose su amor. Valzacchi y Annina los sorprenden y llaman a Ochs, pero este no da importancia a lo sucedido. Octavian dice al barón que Sophie jamás se casará con él y le reta a duelo. El barón se muestra inexperto con la espada y Octavian le hiere levemente.
En medio de la confusión, Sophie le dice a su padre que nunca se casará con Ochs, y Faninal amenaza con hacerle ingresar a un convento si no accede a casarse. Entre tanto, Octavian contrata los servicios de Annina y Valzacchi para salvar a Sophie de esta situación.
El barón, a quién los criados han dejado solo, se recupera del susto bebiendo vino. Annina entra con una carta de Mariandel en la que le pide una cita con ella, y Ochs vislumbra una conquista amorosa.

Acto III: Una habitación en una posada

Instigados por Octavian, Annina y Valzacchi preparan la trampa que le han tendido al barón. Poco después, entran Ochs y Mariandel para cenar en privado, mientras la falsa doncella se muestra tímida y nerviosa.
De repente unas extrañas apariciones se ven en distintos lugares de la habitación, dejando perplejo al culpable barón. Luego, Annina disfrazada de viuda, aparece con varios niños gritando que Ochs es su padre. Llega la policía, y Ochs en su defensa presenta a Mariandel como su prometida llamándola Sophie von Faninal, pero en ese momento aparece Faninal, quien llama a su hija para que refute la absurda pretensión del barón.
Cuando Octavian susurra a la policía la verdad sobre su disfraz, entra la Mariscala y comprende rápidamente todo lo ocurrido, haciendo desistir a Ochs de su pretensión de casarse con Sophie.
La Mariscala se queda a solas con los jóvenes amantes y renuncia generosamente a Octavian a favor de Sophie. Luego abandona el lugar junto al padre de Sophie, quién se siente feliz por haber cumplido su deseo de ingresar en la nobleza. Octavian y Sophie quedan solos, y llenos de dicha repiten su declaración de amor.

 
El caballero de la Rosa
Mi comentario a la versión:
Es encantadora los decorados y el vestuario son magníficos y el canto es glorioso,  sin duda uno de los mejores Rosenkavaliers. La interpretación es excelente con una magnifica traducción al español.
Felicity Lott  soprano, como la Mariscala está perfecta A partir de los últimos minutos del primer acto cuando canta conmovedora de la inutilidad de su relación con el joven Octavio, a su salida en el acto III, cuando, sin perder nunca la compostura, ella muestra cierto toque aristocrático y la gracia cuando se enfrentan con el amor creciente de Octavian para el joven Sophie.
 Al principio pensé que Anne Sophie von Otter mezzosprono, es demasiado hermosa y femenina para jugar un chico de 17 años, pero su canto es tan encantador y su actuar tan bueno que pronto se olvida que el papel está siendo realizado por una mujer, y cuando ella se pone la disfraz de sirvienta para burlar el astuto Ochs, están completamente  convencidos de su papel.
Kurt Moll bajo profundo, está  absolutamente maravilloso como el vulgo, colorete lujurioso Ochs.
 Barbara Bonney es seductora en la voz y se ve como el inocente y briosa Sophie. Una combinación de ingenuidad y astucia de la clase media (que es perfectamente consciente de las aspiraciones de la escalada del padre sociales a unirse a la aristocracia y su voluntad de "vender" a su hija al barón, con problemas de liquidez. Su transformación de una doncella tímida prometiendo a Dios que ella va a ser virtuosos en todas las cosas, especialmente la humildad, a su orgullo evidente por su elevado estatus como del barón esposa-a-ser es maravilloso para la vista, al igual que su arrebato furioso cuando ella se da cuenta de que el barón es un patán que la considera como un trozo de "carne de caballo" que se negocia junto con su dote por el privilegio de llevar el nombre del barón.
 El resto del elenco realiza admirablemente incluso en los papeles de menor importancia.
 Carlos Kleiber saborea cada nota de la partitura boyante y la orquesta de la Ópera Estatal de Viena están en forma excelente.
Recomiendo usar  los subtítulos para asegurar de que no se pierde el diálogo y las ironías sutiles de la trama, porque ésta encantadora ópera satírica es una delicia de principio a fin.




HASTA PRONTO.-