jueves, 16 de abril de 2015

CONCIERTO ABONO A10 ORQUESTA CIUDAD DE GRANADA SÁBADO 18 ABRIL 2015


Manuel de Falla, 20:30 h
sábado 18 abril 2015

ABONO A10

Víctor ESTAPÉ
Los inviernos cristales  estreno absoluto, obra encargo de la OCG


Concierto de piano, por determinar       Ganador del 57 Concurso Internacional de Piano de Jaén, piano solista

Franz SCHUBERT
Sinfonía núm. 5 en Si bemol mayor, D. 485

 

 director    PAUL MANN

          paul-mann

Víctor Estapé



  


Inició su formación musical en el Conservatorio de Terrassa (Barcelona) con Jordi Figueras y Maria Vancells. Ha estudiado composición con Benet Casablancas y Josep Soler en el Conservatorio de Badalona (Barcelona). Entre 1991 y 1994, becado por los Gobiernos Austríaco y Español y la Generalitat de Cataluña, amplió sus estudios en la Hochschule für Musik und darstellende Kunst de Viena (Austria) con Erich Urbanner (Composición), Karl-Heinz Füssl (Análisis Formal) y Diether De la Motte (Teoría), entre otros.

Ha impartido clases en distintos centros del país (Conservatori de Lleida, Escola de Música de Barcelona, Universidad de la Rioja...) y actualmente es Jefe del Departamento de Composición del Conservatori Superior del Liceu, dónde imparte clases de Técnicas de Composición, Análisis e Historia de la Música.

Es colaborador habitual de diversas entidades con artículos y conferencias sobre temas de análisis musical. Ha desarrollado múltiples estudios sobre temas analíticos muy diversos, entre los que destacan los dedicados a la música de F. Mompou y al lenguaje harmónico de la Música del Siglo XIX, tema en el que se basa su Tesis Doctoral, actualmente en curso.

Es autor de obras de cámara, vocales e instrumentales, con las que busca desarrollar un lenguaje personal expresivo y comunicativo, marcado por influencias muy diversas.
 
FUENTE.   Biografías y Vidas (La enciclopedia biográfica)

Franz Schubert    

(Himmelpfortgrund, actual Austria, 1797-Viena, 1828) Compositor austríaco. Nacido en las proximidades de la misma Viena que acogió a Haydn, Mozart y Beethoven, a menudo se le considera el último gran representante del estilo clásico que llevaron a su máximo esplendor esos tres compositores y uno de los primeros en manifestar una subjetividad y un lirismo inconfundiblemente románticos en su música.
El lied para canto y piano, uno de los géneros paradigmáticos del Romanticismo, encontró en él a su primer gran representante, cuyas aportaciones serían tomadas como modelo por todos los músicos posteriores, desde Robert Schumann hasta Hugo Wolf y Gustav Mahler.
 
Hijo de un modesto maestro de escuela, Schubert aprendió de su padre la práctica del violín y de su hermano mayor, Ignaz, la del piano, con tan buenos resultados que en 1808, a los once años de edad, fue admitido en la capilla imperial de Viena como miembro del coro y alumno del Stadtkonvikt, institución ésta en la que tuvo como maestro al compositor Antonio Salieri. La necesidad de componer se reveló en el joven Schubert durante estos años con inusitada fuerza, y sus primeras piezas fueron interpretadas por la orquesta de discípulos del Stadtkonvikt, de la que él mismo era violinista.
Tras su salida de este centro en 1813, Schubert, a instancias de su padre, empezó a trabajar como asistente en la escuela de éste, a pesar del poco interés demostrado por el músico hacia la labor pedagógica. En estos años es cuando ven la luz sus primeras obras maestras, como el lied El rey de los elfos, inspirado en un poema de Goethe, uno de sus escritores más frecuentados. Después de abandonar sus funciones en la escuela paterna, Schubert intentó ganarse la vida únicamente con su música, con escaso éxito en su empresa.
El único campo que podía reportar grandes beneficios a un compositor de la época era el teatro, la ópera, y aunque éste fue un género que Schubert abordó con insistencia a lo largo de toda su vida, bien fuera por la debilidad de los libretos escogidos o por su propia falta de aliento dramático, nunca consiguió destacar en él. Sus óperas, entre las que merecen citarse Los amigos de Salamanca, Alfonso y Estrella, La guerra doméstica y Fierabrás, continúan siendo la faceta menos conocida de su producción.
 
Si Schubert no consiguió sobresalir en el género dramático, sí lo hizo en el lied. Un solo dato da constancia de su absoluto dominio en esta forma: sólo durante los años 1815 y 1816 llegó a componer más de ciento cincuenta lieder, sin que pueda decirse de ellos que la cantidad vaya en detrimento de la calidad. Escritos muchos de ellos sobre textos de sus amigos, como Johann Mayrhofer y Franz von Schober, eran interpretados en reuniones privadas, conocidas con el elocuente nombre de «schubertiadas», a las que asistía, entre otros, el barítono Johann Michael Vogl, destinatario de muchas de estas breves composiciones.
Los ciclos La bella molinera y Viaje de invierno constituyen quizás la cima de su genio en este campo, a los que hay que sumar títulos como El caminante, La trucha, A la música, La muerte y la doncella, o el celebérrimo Ave Maria. A pesar de la belleza de estas composiciones y de la buena acogida que encontraron entre el público, la vida de Schubert discurrió siempre en un estado de gran precariedad económica, agravada considerablemente a partir de 1824 por los primeros síntomas de la enfermedad que acabaría prematuramente con su existencia.
 
Fuente:  Clásica 2    (Revista de Ópera y Música Clásica). 
 
Franz Schubert acaba de componer su Sinfonía nº 5 en Si bemol mayor en octubre de 1816, -contaba a la sazón sólo 19 años-, y sin embargo la primera audición pública tendría lugar en Viena el 17 de octubre de 1841 bajo la dirección de Michaël Leitermeyer. ¡25 años más tarde!
Esta sinfonía, parca en su instrumentación orquestal, -el compositor omite las trompetas, los clarinetes y los timbales-, es una obra de un marcado caracter mozartiano en donde la riqueza melódica se encuadra en un tratamiento formal de reminiscencias clasicistas. Un efecto que encontramos a lo largo de sus 4 movimientos a saber, I. Allegro; II. Andante con moto; III. Minuetto: Allegro molto y IV. Allegro Vivace. De tal manera que esta sinfonía de juventud volvía la vista atrás alejándose del nuevo camino sinfónico abierto, también en Viena, por Ludwig van Beethoven con su Sinfonía nº 3 "Heróica", estrenada en 1805, por tanto 11 años antes, y remachado con su Quinta sinfonía, estrenada el 22 de diciembre de 1808.
Pero este refugio en tiempos pasados no es óbice para que estemos ante una obra de arte, una perla de iridiscencias mágicas que se nos presenta en forma de una sinfonía camerística delicada, elegante, y sobre todo muy emotiva. Espero que la disfrutéis con esta magnífica grabación en directo desde el Concergebouw de Amsterdam a cargo de la Mantova Kamerorkest bajo la batuta Alexander lonquich.
 
Manuel López-Benito
 
 
 
 
Otra versión con instrumentos antiguos originales.
 
    Les Musiciens du Louvre
Conducted by Marc Minkowski
 
 
 
 
 
HASTA PRONTO
 

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