Auditorio Manuel de Falla
Ludwig van BEETHOVEN (1770-1827)
Egmont, obertura, op. 84
Robert SCHUMANN 1810-1856)
Concierto para violoncello y orquesta en La menor, op. 129
Franz SCHUBERT 1797-1828)
Sinfonía núm. 4 en Do menor, D. 417 “Trágica”
Pedro Peláez violoncello
PABLO GONZÁLEZ director
Cuando, en
1809, el Burgtheater de Viena pidió a Beethoven, un gran admirador de Goethe,
para componer la música incidental para una reactivación de la obra, aceptó con
entusiasmo. Recordó temas cercanos a sus preocupaciones políticas, ya
expresados en su ópera Leonore (Fidelio rebautizado, en la versión definitiva
de 1814) y en su obertura Coriolano (en 1807). Además de la obertura de Egmont,
escribió nueve piezas de música incidental, de gran calidad, pero un poco
desconectado, que culminó con la muerte hermosa de su amor Clara.
Basada en
hechos históricos, "Egmont" es una genuina tragedia con el mejor
estilo de Goethe, el autor de "Fausto" y uno de los genios más
completos que han enriquecido la cultura universal. El personaje central de
esta obra, el conde de Egmont, es uno de los príncipes de Flandes (región donde
hoy se encuentran Bélgica y Holanda), tan cortesano y popular a un tiempo,
risueño y jovial, pintoresco y rico; pero guarda bajo su arrogante estampa un
pensamiento grave -el de la libertad de su pueblo, oprimido por el rey de
España-, y un amor serio -el de su ingenua Clara-, una burguesita modesta en
cuyo hogar goza la enorme dicha de amar y ser amado por sí mismo, como el
hombre joven y apuesto que es, no como un héroe de guerra. Aunque en el fondo
no puede dejar de serlo, porque héroe y hombre están fundidos en él para
siempre. Después todo, ¿cuál es el precio de la libertad?. ¿Y cuántos de
nosotros estamos dispuestos a pagarlo?. Por su concepción y desarrollo, "Egmont"
es considerada por muchos críticos como la obra teatral más perfecta de Goethe.
Todo en esta tragedia es acertado y justo, todo conspira al desenlace dramático
y se agrupa en torno a un episodio central claro y definido: la prisión del
conde de Egmont en manos del Gran Duque de Alba.
ARGUMENTO
Bruselas bajo la dominación española. Tras la abdicación de Carlos V en su hijo Fernando, Margarita de Parma, hermana del nuevo rey, es regente de los Países Bajos. Margarita pacientemente ha logrado pacificar el país. El conde de Egmont y Guillermo de Orange, nobles de los Países Bajos, aunque en ocasiones distantes, están satisfechos con la regente. Pero desde España, Fernando envía a Bruselas al Duque de Alba con un ejército para controlar más férreamente sus dominios y hacer ejecutar a Egmont y a Guillermo.
Guillermo
escapa, pero Egmont cae en al trampa y es ejecutado.
Paralelo a lo anterior, se desarrolla el amor de Egmont y Clarita y los celos de Brackenburg. Cuando Clarita conoce la muerte que espera a Egmont, se suicida.
Paralelo a lo anterior, se desarrolla el amor de Egmont y Clarita y los celos de Brackenburg. Cuando Clarita conoce la muerte que espera a Egmont, se suicida.
1.
Obertura (Sólo es la que se interpretará).-
2.
Lied:
"Die Trommel gerühret"
3.
Entreacto:
Andante
4.
Entreacto:
Larghetto
5.
Lied:
"Freudvoll und Leidvoll"
6.
Entreacto:
Allegro
7.
Entreacto:
Poco sostenuto e risoluto
8.
Muerte de
Clara
9.
Melodrama
10
Sinfonía de
la victoria: Allegro con brio
ENLACE Música y significado
R.N.E. Clásica.
Si
queréis disfrutar de la Obertura Egmont de Beethoven, después de una pequeña
clase teórica musical, Luis Ángel de
Benito analiza dicha obra, con audición guiada.
http://www.rtve.es/alacarta/audios/musica-y-significado/musica-significado-beethoven-egmont-26-04-13/1791067/
Concierto violonchelo y orquesta Op.129
Non troppo veloce
Langsam
Molto vivace
La composición se articula en tres movimientos, ricos en ideas melódicas
y donde se manifiesta la impronta inconfundible del genio de Schumann. Al igual
que la cuarta sinfonía, se suceden sin solución de continuidad, es decir no hay
separación entre ellos y el violonchelo resalta esencialmente sobre la tenue
estructura orquestal. Tanto en el primero como el tercer movimiento el solista
dialoga con la orquesta sin oposición y con acento casi camerístico; el
movimiento central se caraceriza por una cálida línea melódica.
El Concierto para violonchelo de Schumann fue criticado por la aparente fragilidad de su orquestación y del desarrollo de la parte solista, idea que incluso persiste hasta hoy. Sin embargo, es innegable la influencia que tuvo sobre las obras posteriores para este instrumento, de autores como Saint-Saëns, Tchaikovsky, Lalo, Dvorak y Elgar, junto a las cuales ha gozado siempre de la preferencia de los intérpretes más famosos.
El oyente sensible puede percibir en esta música profundos sentimientos y emociones que nos comunica su autor y que están muy por encima de lo que pueden expresar las palabras, esto nos compensa con creces de una mayor, pero fría perfección técnica.
El Concierto para violonchelo de Schumann fue criticado por la aparente fragilidad de su orquestación y del desarrollo de la parte solista, idea que incluso persiste hasta hoy. Sin embargo, es innegable la influencia que tuvo sobre las obras posteriores para este instrumento, de autores como Saint-Saëns, Tchaikovsky, Lalo, Dvorak y Elgar, junto a las cuales ha gozado siempre de la preferencia de los intérpretes más famosos.
El oyente sensible puede percibir en esta música profundos sentimientos y emociones que nos comunica su autor y que están muy por encima de lo que pueden expresar las palabras, esto nos compensa con creces de una mayor, pero fría perfección técnica.
El Concierto para violonchelo op.129 de Robert
Schumann es una de las obras maestras escritas hacia el final de su carrera
durante ese breve interludio de reposo y felicidad que le brindó su residencia
en la ciudad de Düsseldorf. El Concierto para violonchelo op.129, lo terminó en
sólo dos semanas (aunque por alguna razón desconocida, nunca llegó a
interpretarse en vida suya).
No es este un concierto en la forma de Beethoven o Brahms, sino que más bien puede equipararse a la concepción de los escritos por Chopin, en los que el instrumento solista desarrolla sus partes, actuando la orquesta en calidad de acompañante. De hecho, el concierto para piano escrito por Clara Schumann sigue este mismo patrón. Una de las razones de esta decisión fue, muy probablemente, el temor de que la sonoridad grave del violonchelo pudiera verse devorada literalmente por el tejido orquestal, por lo que Schumann preservó a las intervenciones solistas de esta confrontación. Por otro lado, concibió el concierto entero en un solo movimiento, dividido, eso sí, en tres partes muy diferenciadas, que se ejecutan sin interrupción para remarcar esa unidad (algo que sucede con el segundo concierto para piano de Liszt). Otro aspecto que llama la atención es el escrupuloso respeto a la forma que guarda aquí el autor, que algunos han tildado incluso de académica, y el relativo apaciguamiento del romántico desgarrado de la década anterior, que aquí se muestra más moderado y conciso
.
Tras los tres acordes iniciales, a través de los cuales el compositor establece
la tonalidad de la menor, entra el desbordante tema principal del violonchelo
solista, al que sucede un 'tutti' orquestal, después del cual el violonchelo
introduce un segundo tema, en la
tonalidad de Do mayor.Cuando la orquesta procede a
desarrollar este segundo tema, en una atmósfera de angustia puramente
romántica, el solista repite la idea principal del primer tema, sin llegar a
desarrollarla.
En este momento es cuando debería de tener lugar la
'cadenza' tras la formulación de los temas siguiendo la forma sonata, pero
Schumann prescinde de ella, y de la coda que hubiera seguido a ésta,
finalizando el movimiento con un pasaje introspectivo y de gran serenidad, que
enlaza directamente con el adagio.
Este movimiento, cuya forma puede recordar a la de un lied, comienza con un
pizzicato de la cuerda y entra el solista con un tema de gran intensidad, a la
vez que sereno, que se va repitiendo a lo largo de una serie de variaciones. El
oyente atento podrá distinguir en una de estas variaciones un recitativo tras
el cual la cuerda alude al tema que abría el primer movimiento del concierto.
La concentrada atmósfera de contemplación se ve interrumpida por el solista,
que en un breve y enérgico pasaje parece querer desprenderse de la tristeza que
lo embarga, incitando a la orquesta a rebelarse con él. Este movimiento, que
suele rondar en torno a los cuatro minutos de duración, enlaza con el tercero y
último con una decisión y una fuerza tales que muchos han visto aquí el influjo
de Beethoven.
Schumann adopta nuevamente la forma sonata para este movimiento, cuya
construcción se atiene a dicha estructura tan fielmente que diríase que en
algún momento el compositor ha puesto cortapisas a su propia creatividad, lo
que podría haber conferido cierta rigidez al resultado final, de no ser por la
profunda inspiración que denotan los temas. El primer tema, muy impetuoso, se
repite tras el segundo, pero exactamente igual que al principio del movimiento,
sin ninguna variación. Sin embargo, durante su desarrollo se ve bruscamente
interrumpido por la "cadenza" del solista, un pasaje muy brillante en
el que grandes intérpretes como Pau Casals o Mstislav Rostropovich han dado siempre
lo mejor de sí mismos. Tras este despliegue de las posibilidades del
instrumento, la orquesta reaparece con una coda que pone punto final al
concierto.
Franz Peter Schubert considerado introductor del
Romanticismo musical y la forma breve
característica pero, a la vez, también continuador de la sonata clásica
siguiendo el modelo de Ludwig van Beethoven.
La época de Schubert en su ciudad natal
Cuando Napoleón ocupó Viena en 1809,
la ciudad sitiada entró en un período de privaciones considerable. Una vez que
el conquistador fue expulsado en 1813, Viena comenzó a reconstruir su economía.
Nadie tenía demasiada energía ni recursos para invertir en las artes en
aquellos tiempos difíciles. Como consecuencia, ningún miembro de la
aristocracia mantuvo ya orquestas. El único conjunto profesional de la ciudad
era el Tonkünstlerverein, que tocaba sólo unos pocos conciertos, la mayoría
consagrados a oratorios. Había pocas salidas para las sinfonías.
En parte para contrarrestar esta falta de producción musical profesional, se formaron varias orquestas de aficionados. El cuarteto de cuerdas familiar de Schubert, por ejemplo, se amplió hasta convertirse en una orquesta de cámara. El compositor era violista, sus dos hermanos violinistas y su padre, chelista. A este núcleo se agregaron amigos que tocaban diferentes instrumentos de vientos y de cuerdas. Como la orquesta ya no cabía cómodamente en la casa de Schubert, los miembros se reunían dos veces por semana en la casa de un comerciante local. Bajo la dirección del violinista Josef Prohaska, la orquesta tocaba sinfonías de Haydn, Mozart, Pleyel, Rosetti y otros. El grupo continuó creciendo y debió mudarse varias veces más a casas todavía más grandes. De 1815 en adelante ocasionalmente dieron conciertos públicos.
En parte para contrarrestar esta falta de producción musical profesional, se formaron varias orquestas de aficionados. El cuarteto de cuerdas familiar de Schubert, por ejemplo, se amplió hasta convertirse en una orquesta de cámara. El compositor era violista, sus dos hermanos violinistas y su padre, chelista. A este núcleo se agregaron amigos que tocaban diferentes instrumentos de vientos y de cuerdas. Como la orquesta ya no cabía cómodamente en la casa de Schubert, los miembros se reunían dos veces por semana en la casa de un comerciante local. Bajo la dirección del violinista Josef Prohaska, la orquesta tocaba sinfonías de Haydn, Mozart, Pleyel, Rosetti y otros. El grupo continuó creciendo y debió mudarse varias veces más a casas todavía más grandes. De 1815 en adelante ocasionalmente dieron conciertos públicos.
A Schubert le gustaba tocar en esta orquesta. Durante muchos años había sido miembro de su orquesta escolar e incluso ahora que se había graduado continuaba tocando con ese grupo de vez en cuando. Entre un conjunto y el otro recibió una completa influencia de la música sinfónica de la época. El mismo compuso varias obras orquestales entre 1813 y 1818, incluyendo las primeras seis sinfonías. Estas piezas eran ensayadas, sino verdaderamente tocadas, por una u otra de las dos orquestas de Schubert.
Cuando se desintegró la orquesta de aficionados, las sinfonías tempranas de Schubert casi se perdieron. Las transcripciones para piano que aparecieron en la década iniciada en 1860 no generaron suficiente entusiasmo como para garantizar que se hicieran presentaciones o publicaciones de las versiones orquestales. La actitud de finales del siglo XIX está tipificada por la reacción de Brahms a una invitación, en 1873, para dirigir un concierto compuesto exclusivamente por obras de Schubert. Brahms declinó la invitación diciendo que no había suficientes obras orquestales de Schubert adecuadas para llenar un concierto.
El interés en su música orquestal de los primeros tiempos se manifestó por último en Inglaterra, donde las primeras cinco sinfonías fueron estrenadas profesionalmente en los Crystal Palace Concerts entre 1873 y 1881. La Tercera Sinfonía fue la última de la serie que se escuchó. Su estreno en 1881 tuvo lugar 66 años después de haber sido compuesta. Sin embargo, incluso después de estas presentaciones en Londres, las sinfonías tempranas seguían sin ser tocadas con gran frecuencia. Sólo fue con la llegada de las grabaciones y de las transmisiones por radio del siglo XX y con la proliferación de las orquestas cuando se convirtieron en parte del repertorio sinfónico normal.
Franz Peter Schubert considerado introductor del
Romanticismo musical y la forma breve
característica pero, a la vez, también continuador de la sonata clásica
siguiendo el modelo de Ludwig van Beethoven.
F. Schubert -
Symphony No. 4 "Tragic" in C minor, D. 417 (1816):
1. Adagio molto - Allegro vivace
2. Andante in A flat major
3. Menuetto. Allegro vivace - Trio in E flat major
4. Allegro
1. Adagio molto - Allegro vivace
2. Andante in A flat major
3. Menuetto. Allegro vivace - Trio in E flat major
4. Allegro
La sinfonia
Num. 4 "Trágica es un ejemplo maravilloso de un joven compositor,
admirador del gran Beethoven, formado en el clasicismo de Haydn y Mozart,y
aunque deudora en parte de la obra del mismo emerge por ella misma mostrando su
enorme creatividad y poder melódico, su grandeza emocional y su libertad
expresiva que te permite salirse de forma sutil de le extructura clásica
habitual.
Fue iniciada
a principios de Abrl y terminada el 27 de ese mismo mes del año 1816.
Interpretada poco después por la orquesta de aficionados en la que Schubert
tocaba la viola. Su primera presentación profesional fue dirigida A. F. Riccius
en Lepzig, el 19 de Noviembre de 1849.
En general
esta es una bella obra de un joven músico, un compositor que sin pretender
llegar a profundizar, lo trágico del ser humano, explora rincones del mismo que
simplemente expone desde su mentalidad, su edad y su increible alma poética y
ensoñadora. Una maravilla, muestra de brillantez, vitalidad,
profundidad,seriedad, alegría y belleza.
Hasta Pronto.-
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