jueves, 4 de febrero de 2016

CONCIERTO DE ABONO A6 ORQUESTA CIUDAD DE GRANADA VIERNES 5 FEBRERO 2016 "GRANADA, CIUDAD DE LA LITERATURA LORCA Y LA MÚSICA"



Auditorio Manuel de Falla, 20:30 h
 ABONO A6 (Ciclo sinfónico)

Granada, ciudad de la Literatura LORCA Y LA MÚSICA

Einojuhani RAUTAVAARA
Suite Lorca (Federico García Lorca)


Juan Alfonso GARCÍA Seis caprichos y Cien jinetes enlutados (Federico García Lorca)

Francesc VILA Nocturnos de la ventana (Federico García Lorca)

Juan Alfonso GARCÍA Tríptico

Héctor Eliel MÁRQUEZ La madre*

Coro de la Orquesta Ciudad de Granada
(Héctor E. Márquez director)
Puri Cano Piano Sólveig Samúelsdottir soprano Moisés Marín tenor José Manuel Ruiz narrador

CARLOS FEDERICO SEPÚLVEDA director



Carlos Federico Sepúlveda


1.

 Einojuhani RAUTAVAARA
Suite Lorca (Federico García Lorca)


 Sobre la base de cuatro poemas de Federico García Lorca  I. Cancion del jinete (Canción del jinete)   I.- Córdoba. Distante y sola yegua Negro, luna grande,. Y aceitunas en mi alforja Aunque tuviera que conocer los pathes, nunca llego en Córdoba. A través de la llanura, a través del viento, yegua negro, luna roja. La muerte se me watchign desde las torres de Córdoba. ¡Oh, qué largo camino! Oh, mi valient mare! ¡Oh, cómo la muerte me espera, antes de llegar en Córdoba! Córdoba. Distante y solo.
 II. El Grito (The Scream) El eclipse de un grito resousning ecos moutnatin de montaña. Risting formar los olivos es un arco iris negro como la oscuridad durante una noche de azul profundo. Ay! Al igual que la proa de una viola, el grito ha sacado la vibraciones del viento y su música. Ay! (la gente de las cuevas se ponen sus largos velos) Ay!
 III. La luna asoma (La luna se levanta) Solista: Meghan Guse, soprano Cuando sale la luna, el sonido de las campanas de la iglesia se pierde e impenetrables. Aparece caminos Cuando la luna sale, teh mar cubre la tierra y el corazón se siente como un isla en el infinito. Nadie come naranjas bajo la luna llena. los frutos adecuados para comer son el verde y el frío. Cuando sale la luna con un centenar de rostros todos los mismos, las monedas de plata sollozan en su bolsillo. 
 IV. Malaguena muerte va y viene de la taberna. Caballos negros y gente siniestra pasan, moviéndose como a los profundos acordes de la guitarra. Y hay un olor de la sal y de la sangre de una mujer en medio de las flores muskroot febriles a lo largo de la orilla del mar. Muerte va y viene y va y viene de la taberna.




 Francesc VILA
Nocturnos de la ventana (Federico García Lorca)

 Piezas sobre sus poemas.-






Einojuhani Rautavaara es una de las figuras más coloridas y originales de la música finlandesa. Es un artista de alcance excepcionalmente amplio, romántico e intelectual, místico y constructivista.
Comenzó su carrera bajo influencia de neo-clasicismo de la posguerra; en los años 50 comenzó a aplicar procedimientos del dodecafonismo y evolucionó hacia trabajos con lenguaje absolutamente modernista.
Desde fines e la década de los años 70, ha sintetizado varias influencias estilísticas. La producción extensa y versátil de Rautavaara consta de varias óperas, siete sinfonías, conciertos, música de cámara, música para piano y música vocal.
Rautavaara es el compositor finlandés más destacado desde los años 50.A lo largo de toda su obra intenta mantenerse ajeno a las modas y restricciones de las orientaciones academicistas que han imperado en los diferentes momentos del siglo XX.
La producción de Rautavaara abarca un amplio abanico de tendencias estilísticas. Sus obras tempranas (Sonetos de Shakespeare o Cinco Sonetos a Orfeo) evidencian influencias del neoclasicismo. Más tarde, crea obras relacionadas con el serialismo, como es el caso de su Cuarta Sinfonía.
Compone Cantus arcticus, o Concierto para pájaros y orquesta por encargo, en 1972, para la inauguración de la Universidad de Oulu, cercana Círculo Polar Ártico . Si bien le habían solicitado una cantata, Rautavaara no consideró que hacerlo del modo usual fuera suficientemente interesante, por lo que decidió que era el momento de dejar de lado tradiciones académicas y se dedicó a realizar una tarea de tipo experimental, recorriendo las zonas pantanosas del norte de su pais –que conocía muy bien desde la infancia- con un grabador. Una vez obtenido el sonido directo, no creyó necesario procesarlo demasiado, e intentó que la orquesta generara la atmósfera crepuscular, mezcla de realidad y sueño, fondo sobre el que se despliegan los cantos de los pájaros y los murmullos del bosque.
Rautavaara enfoca su tarea compositiva de una manera que vale la pena describir. Comenta que no desea forzar a la música a ajustarse a un plan prefijado, sino permitir que emerja libremente, encuentre su propio camino y crezca. Adopta el mismo criterio respecto de los personajes cuando escribe los libretos de sus óperas. Dice: "Creo firmemente que las composiciones tienen una voluntad propia, aunque este concepto despierte sonrisas en algunas personas”.
Acerca de la motivación a partir de la cual comienza a gestarse la
música, Rautavaara refiere que una imagen , un poema, un sonido o un recuerdo, pueden despertar la evocación de una atmósfera particular. Eso, que él llama “aura”, se instala con fuerza y permanece en su mente como un mantra, hasta convertirse en música.
Su producción musical,  a partir de 1980,  refleja un estilo denominado por él mismo "pluralista y neoromántico", situado por algunos comentaristas musicales en una esfera postmodernista,  a mitad de camino entre la tradición finesa y los postulados modernistas.
Estos años han sido de gran intensidad productiva, dando frutos como la serie de piezas que incluyen la palabra "ángel" en sus títulos, reflejando el interés de Rautavaara por la poesía de Rainer Maria Rilke, más que asociaciones místicas.
Sus composiciones incluyen ocho sinfonías, varios conciertos, obras corales (varias sin acompañamiento instrumental, incluyendo Vigilia (1971–1972)), sonatas, cuartetos de cuerdas y música de cámara, además de varias óperas biográficas -Vincent (1986–1987, basada en la vida de Van Gogh), Aleksis Kivi (1995–1996) y Rasputin (2001–2003).



Del compositor granadino Héctor Eliel Márquez,
LA MADRE
La Madre fue gestada entre 2012 y 2014, si bien la idea general nació súbitamente al despertar una mañana de diciembre de 2011. La intención de la obra es hiperexpresiva y con unos medios técnicos, sin duda, eclécticos, que en el plano armónico oscilan entre lo tonal y lo modal
.
La madre embarazada sueña, clarividente, cómo será su hijo, como vivirá la felicidad más grande y más sencilla y cómo lo alcanzará también la angustia más insoportable; así también la primera canción está preñada del material musical posterior.
Mientras tanto, los niños juegan. Anunciación de la Carne se propone plasmar uno de los momentos exultantes del hijo, luego dará paso en Canción (concretamente Los cuatro muleros, que fue recogida por el mismo Lorca) a una posterior burla del coro, siempre jugando.

En Los charcos de la luna, tres textos pugnan por la supremacía: una súplica, una burla y una fantasía surrealista y, finalmente, tras el dolor, se impone un cuarto, una canción de cuna rumana que vuelve a expresar la ternura del primer número.
Por último, Absalon fili mi llora la pérdida del hijo. El mismo texto, a pesar de su brevedad, es un collage en sí mismo, una selección tomada de tres libros, Samuel, Job y Génesis y recoge fragmentos de los llantos de David, Job y Jacob sucesivamente.
Se trata, en definitiva, de un texto milenario y anónimo, como milenaria y anónima es la historia que se cuenta la noche de este viernes: comienza como un motete renacentista, se basa después en un bajo barroco de lamento, y de nuevo acaba por tender puentes con las canciones anteriores, especialmente con ‘La madre’.




 Hasta pronto.-

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