miércoles, 23 de mayo de 2018

CONCIERTO FUERA DE ABONO FINAL DE TEMPORADA ORQUESTA CIUDAD DE GRANADA VIERNES 25 MAYO 2018



jueves 24 y viernes 25 mayo 2018
AUDITORIO MANUEL DE FALLA, 20:30 h

LA NOVENA DE BEETHOVEN

Ludwig van BEETHOVEN (1770-1827)
Sinfonía núm. 9 en Re menor, op. 125, “Coral”
(Friedrich Schiller)
BERNA PERLES soprano
KARINA DEMUROVA mezzosoprano
AIRAM HERNÁNDEZ tenor
SEBASTIÀ PERIS bajo
CORO DE LA ORQUESTA CIUDAD DE GRANADA
(Héctor Eliel Márquez director)
COROS MIEMBROS DE “GRANADA CANTA LA NOVENA”
Coral Al-Bojaira de Cájar (Puri Cano Martínez, directora)
Coral Lauda (Pilar Martín García, directora)
Coral Pueri Cantores María Briz (José Martínez González, director)
Coro Canticum Novum (Jorge Rodríguez Morata, director)
Coro de Cámara Ars XXI (Pablo Guerrero Elorza, director)
Coro de Cámara de la Capilla Real de Granada (Ana Mª Fernández Vivas, directora)
Coro del Departamento de Historia y Ciencias de la Música de la Universidad de Granada (Alberto Muñoz, director)
Coro de voces graves ‘Amigos del Manjón’ (Eugenia Aivar, directora)
Coro de la Universidad de Jaén (Mercedes Castillo y Mª del Coral Morales, directoras)
Coro Divino Maestro (Alfonso Gúzmán, director)
Coro Manuel de Falla (Jorge Rodríguez Morata, director)
Coro Nuevas Voces de la Facultad de Ciencias del Trabajo de la Universidad de Granada (Victoria Ortí, directora)
Miembros de la Coral Universitaria de Murcia (Jorge Losana, director)
Miembros de la Coral Virgen del Mar de Almería (Joaquín Torrecillas, director)
Orfeón de Granada (Pablo Guerrero, director)
ANDREA MARCON director
Ludwig van Beethoven fue un genio. Compuso 343 obras en total, incluyendo nueve sinfonías, una ópera, dos misas, 32 sonatas para piano, cinco conciertos para piano, un concierto para violín, un triple concierto para violín, violonchelo, piano y orquesta, 16 cuartetos de cuerda, 10 sonatas para violín y piano, cinco sonatas para violonchelo y piano y decenas de obras más, de menor tenor. 138 de sus obras fueron numeradas por él mismo, mientras que 205 fueron conocidas y publicadas luego de su muerte.
Entre todo su legado hay una pieza que destaca, y no solo por su belleza musical, sino por todo lo que significó para la música y el arte en general. La 9ª Sinfonía de Beethoven resignificó a la música clásica y cambió su rumbo para siempre. 

Fue la primera sinfonía en introducir la percusión

. La introducción de instrumentos de percusión en el cuarto movimiento de la Novena Sinfonía marcó para siempre un cambio rotundo en la composición de las orquestas.

Fue la primera sinfonía en introducir el coro

El cuarto movimiento, además de la percusión, introduce un elemento mucho más revolucionario: el coro. Esto atrajo a grandes críticos que intentaron desprestigiar la obra de Beethoven, el propio Giuseppe Verdi dijo tras el estreno de la sinfonía, en 1824: «Los primeros tres movimientos son maravillosos, todo termina muy mal en el ultimo». A pesar de las críticas, la Novena Sinfonía dio comienzo al género de la sinfonía coral, que tuvo gran éxito durante el romanticismo —siglo XIX y principios del XX— hasta el comienzo del impresionismo musical.

 Marcó el final del clasicismo, y el inicio del romanticismo musical

La música clásica se caracteriza, entre otras cosas, por la rigidez de su estructura. Las innovaciones que Beethoven introdujo sentaron un precedente único en la historia y marcaron el comienzo del romanticismo musical, mucho más emocional y desestructurado. Por este motivo se dice que Beethoven fue el último clásico y el primer romántico, aunque los límites temporales de los movimientos artísticos no son tan fáciles de establecer.

Oda a la Alegría
Los versos introducidos por Beethoven son, en realidad, un poema de su amigo Friedrich Schiller quien se lo cedió. El poema, originalmente nombrado Oda a la Alegría, fue ligeramente modificado por Beethoven por motivos de ritmo y métrica. 

"La Música es una revelación más elevada que toda la sabiduría y la filosofía..." Ludwig van Beethoven.
"Feliz aquel que, habiendo aprendido a triunfar de todas las pasiones, pone su energía en el cumplimiento de los deberes que impone la vida sin inquietarse del resultado. El objetivo de tu esfuerzo debe ser la acción y no lo que esta genera. No seas de aquellos que, para actuar, necesitan de este estímulo: la esperanza de la recompensa. No dejes que tus días transcurran en la ociosidad. Sé laborioso, cumple tu deber, sin preocuparte de las consecuencias, de los resultados, beneficiosos o adversos. Esta indiferencia traerá de vuelta tu atención hacia las consideraciones espirituales. Busca un refugio solamente en la sabiduría, porque aferrarse a los resultados es causa de desgracia y de miseria. El verdadero sabio no se ocupa de lo que es bueno o malo ante el mundo. Razona siempre en este sentido: es el secreto de la vida."
Ludwig van Beethoven.


HASTA PRONTO.-


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