El tercer concierto de temporada “Concierto de Otoño 2” Auditorio Manuel de Falla, se celebró en la tarde noche de 21 de Octubre, me produjo sensaciones, pensamientos, horas antes de comenzar, ¿Qué coherencia podría tener la programación de éstas obras musicales? LA PLANTILLA DE CUERDAS COMO VOZ PRINCIPAL.
Dos obras del programa, Concierto para contrabajo y orquesta de cámara en Re mayor, de Jan Krtitel Vañhal (1739-1813) y Lleno II para cuerdas y continuo en Sol menor (instrumentación Xavier Astor) “Chavi”, para los amigos. De Miguel López (1669-1723).
Dos protagonistas de ésta velada, Stephan Buck, y Xavier Astor profesores de nuestra Orquesta, el primero, en su interpretación del concierto para contrabajo, adaptando su instrumento, el contrabajo actual con afinación Convencional Universal, (ya que éste concierto, fue escrito con la “Afinación Vienesa” de la época con el instrumento original, en la tonalidad de Re mayor) grave y con poca sonoridad, al brillo de los actuales. Una curiosidad, se interpretaba en el siglo XVIII, con un cuarto de tono más subido, y los materiales de la orquesta igual, llegando, a la tonalidad siguiente Mi bemol, a pesar de que el escenario de interpretación eran los palacios de los nobles.
El segundo protagonista Xavier, por la translación de una obra de órgano barroco a la plantilla de cuerdas, con su empaste idóneo, labor dificilísima, muy sorpresiva para mí, pues “Chavi “es un gran músico.
El Lleno para cuerdas y continuo, de Miguel López , es una obra para órgano barroco, en tono grave eclesiástico ,estructurado en el esquema tripartito (rápido-lento-rápido)de la obertura italiana o sinfonía, desactivado el teclado partido, usó el teclado completo, para darle mayor amplitud en la tesitura de las voces, para acompañar a la voz y coro en la liturgia, por eso se llama lleno, éstas composiciones eran de una calidad contrapuntística y conceptual, muy grande, por eso muchos músicos posteriores se han dedicado a la instrumentación, de ellas, estudiando sus partituras para darles translación para otras plantillas, cuerda, orquesta, etc..Transformadas en obras nuevas.-
Las cuerdas como voz principal, El Barroco tardío, segunda mitad del siglo XVIII, maestros de la música, los dos últimos de su afamado apellido “Los Bach” familia de músicos de anteriores generaciones, tíos, primos, sobrinos etc., Carl Philipp Emanuel Bach medio hermano de 21 año mayor, que Johann Christian Bach, que fue el más pequeño.
Miguel López, (poco conocido) eclesiástico técnico en el contrapunto, de una generación anterior a los Bach, que escribió para el repertorio Litúrgico Teclado, Pulsación, para acompañar a obras vocales, ya que no se podía hacer otra cosa en la España de la primera mitad del siglo XVIII, maestro de capilla de la abadía Montserrat.
Jan Krtitel Vañhal , cuarto compositor programado, no lo conozco, (como a tantos que me quedan), después de leer el programa de mano, (os invito a que lo hagáis), y quedareis sorprendidos, por su extensa obra compositiva, saliendo a la luz, por la dedicatoria de éste concierto a un contemporáneo suyo, interprete de contrabajo, llamado Johann Matthias Sperger, compositor de obras notables, que lo tenía en sus archivos.
Sinfonía de Christian BACH, en Mi bemol mayor, Alegro, comienza piano subiendo en crescendo , el tutti orquestal, cuerdas trompas y oboes, apoyados por el bajo continuo, fagot contrabajos y clave, con gran agitación, en stretto repitiendo, en escalas descendentes, para dialogar en estilo concertante, con oboes, una interpretación genial de nuestra orquesta, , con un gusto estético, la independencia de las voces, en estilo italiano, van anunciando en sentido evolutivo, el avance hacia la nueva sinfonía del periodo clásico, ya no se emplearía más como obertura, principio de obras.
Andante con sordina, único tema encantador delicado, dulce, por la sordina introducida, en los puentes de los primeros violines , que interpretan, una bellísima melodía, acompañados, por los pizicatti de las violas, chelos y contrabajos, discurriendo pesadamente, concluyendo con los apoyos de oboes y trompas, una delicadeza, si se me permite culinaria de diseño.-
Tiempo de minueto, El embrión del minué clásico, sin trío, nos conduce a la danza, en los tres minutos y medio de duración, trompas y oboes nos dan el inicio dialogan con las cuerdas y así sucesivamente, hasta el final.
Jan Krtitel Vañhal, concierto para contrabajo y orquesta, me quedo maravillado, del impresionante equilibrio sonoro, entre la orquesta y el instrumento solista en su afinación, calidad y perfecta dirección de nuestro amigo Barry Sargent, dejando todas las posibilidades al intérprete Stephan Buck , aplausos muy largos para él.
La segunda parte Miguel López, Lleno para cuerdas y continuo, obra, que ya he comentado, cortita, en su concepción, cuatro minutos, pero suficientes, para apreciar su polifonía contrapuntística, y el valor de la translación de Xavier Astor.
Carl Philipp Emanuel BACH, sinfonía en Do mayor, de estructura tripartita, rápido, lento, rápido, se puede apreciar, una expresión, optimista del comienzo, para desembocar en una línea dramática cromática del bajo, terminando, con un alegreto, muy sutil, entre alegría y tristeza .He notado en mi apreciación un retroceso, con la de su medio hermano Christian, menor que él, en veinte y un año, lo entiendo en su cronología de su composición.
Terminamos, con Christan BACH, otra sinfonía, pero ya con cuatro movimientos, aunque de continuo en los tres primeros, una plantilla orquestal más completa, con dos flautas, y un fagot, añadidos. Ha sido un concierto, en la que la orquesta ha estado fenomenal en su interpretación, redonda, magnifica, haciéndome disfrutar, veremos el próximo.-
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