La noche siguiente de mi asistencia al concierto, mis pensamientos, me llevan a contaros, sensaciones, emociones, después de escuchar a nuestra Orquesta, el viernes pasado.
La melodía bellísima de la obra musical, Idilio de Sigfrido de Wagner, martillea en mi subconsciente constantemente, pero eso se lo dejo al Compositor, me quedo con la maravillosa interpretación de todas las cuerdas. Después de oír la fonografía de distintas versiones, antes del concierto, no tiene comparación, con lo experimentado, en el Auditorio. La imagen de nuestro maestro Salvador Más, con su vestimenta de clérigo, estático con su brazo derecho, batuta en mano, bajo su cintura, imperturbable, moviéndola de arriba abajo lentamente, su mirada de complicidad, gesticulando, llevando a la orquesta, con su mímica, gestual .Sonido angelical, los profesores atentos a sus partituras, tensos, por la difícil interpretación, en una conjunción espectacular, extrayendo,”el leitmotiv “, prolongando la melodía hasta sus últimas esencias.
¡ Oh, estoy en el paraíso!,(si existe), me estremezco , la emoción es máxima, tanta belleza.
No valoramos, lo que tenemos en casa ,la mejor Orquesta Clásica de Europa. GRACIAS OCG.
Hasta la próxima.
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