jueves, 11 de octubre de 2012

CONCIERTO SINFÓNICO Nº1 ORQUESTA CIUDAD DE GRANADA AUDITORIO MANUEL DE FALLA VIERNES 12 DE OCTUBRE 2012



 Darius MILHAUD (1892–1974)
Saudades do Brasil, op. 67 (fragmentos) (25’)

Overture
I. Sorocaba
II. Botafogo
III. Leme
V. Ipanema
IV. Copacabana
XI. Laranjeiras
XII. Paysandú
Overture

Francis POULENC (1899–1963)
Concierto para órgano, cuerdas
y timbales en Sol menor (22')

Andante
Allegro giocoso
Subito andante moderato
Tempo allegro, molto agitato
Très calme. Lent
Tempo de l’allegro initial
Tempo introduction. Largo


II
Charles GOUNOD (1818–1893)
Pequeña sinfonía para instrumentos de viento (21')
Adagio et Allegretto
Andante cantabile
Scherzo
Finale

Sergei PROKOFIEFF (1891–1953)
Sinfonía núm. 1 en Re mayor, op. 25 “Clásica” (15')
Allegro con brio
Larghetto
Gavotte: non troppo allegro
Finale. Molto vivace

Juan de la Rubia órgano

SALVADOR MAS 

Darío Milhaud

Prolífico músico francés, militante de vanguardia que experimentó con la politonalidad

El músico francés Darío Milhaud (1892-1974), tuvo una facilidad tremenda para componer, lo cual se evidencia en su abundante producción que incluye todo tipo de género, desde pequeñas piezas infantiles para piano, hasta óperas monumentales. Su música se asocia con la vanguardia parisina de los años 20. Milhaud fue de los primeros en componer obras para percusión. Empleó técnicas del jazz, politonalidad, pastiches y ritmos folklóricos de varios países.
 
Milhaud creció en un ambiente provinciano, cerca del pueblo de Aix-en-Provence, en el seno de una familia burguesa de sólida posición económica, comerciantes de almendras, que poseían ciertas afinidades hacia la música. Su padre era pianista aficionado y su madre, de origen italiano, cantaba. Milhaud los acompañaba con su hermosa voz que llegó e transformarse en barítono. A los siete años ya tocaba el violín y en 1909 se fue a estudiar en el Conservatorio de París, hasta 1915. Allí tuvo de maestros a Berthelier (violín), Paul Dukas (Dirección de orquesta), Leroux (armonía) y Gédalge (composición y contrapunto).
 En un principio descubre a Wagner y los impresionistas, quedando influenciado por ellos, pero luego los rechaza, cambiando de dirección en muy corto tiempo. El ambiente parisino le permitió escuchar las últimas obras de vanguardia como la Consagración de la Primavera y Petrushka de Stravinsky, la ópera Boris Godunov de Mussorsky y las obras atonales de Schoenberg.

Milhaud cultivó la amistad de varios poetas y escritores de su época, con los cuales compartía opiniones acerca de su música. Entre ellos estaban el poeta Leo Latil, quien murió en el frente durante la primera guerra, y el escritor Paul Claudel.

Recuerdos nostálgicos de Brasil, titulo en español de la obra, inspirado por su estancia en Rio de Janeiro como secretario de embajada.  consta de 12 piezas para piano en su origen compositivo, que después fueron orquestadas por el mismo compositor,  Las favelas, (barrios humildes de la capital), y calles fueron su motor  impulsor.  La orquesta interpretará siete piezas más la obertura.






 Francis Poulenc

Compositor francés de estilo ligero y fácil audición.
La música del compositor y pianista francés Francis Poulenc (1899-1963) posee cualidades especiales, propias del estilo neoclásico, como son la simplicidad y sencillez en la escritura, que la hacen encantadora al oyente. Esta música de fácil audición indujo a muchos críticos de su época a catalogar erróneamente a Poulenc como un músico demasiado ligero y falto de seriedad.
 
Poulenc provenía de una familia acomodada y disfrutó de una buena posición económica durante toda su vida. Se dedicó a la música sólo por placer y jamás tuvo que trabajar para sobrevivir. Fue un niño precoz demostrando sus inclinaciones musicales desde temprana edad. Su caso es especial pues no recibió una larga y pesada instrucción formal en el Conservatorio, como se acostumbraba en aquella época.
 En 1924 estrena su Ballet “Les biches” que lo da a conocer como un autor de vanguardia alegre, agresivo y desgarbado, algo típico en los medios artísticos de aquel París de los años 20.
 
En el año de 1936 ocurrió un acontecimiento muy importante en la vida de Poulenc, que marcó desde entonces el rumbo de su carrera y su arte. El se encontraba sumamente afectado por la muerte de su amigo, el compositor Pierre Octave Ferroud. Para consolarse un poco y apaciguar su dolor, hizo una peregrinación al santuario de Nuestra Señora de Rocamadour en ese mismo año. Esto le ayudo a reconfortarse y revivir su fe católica que había perdido. Como un tributo a esta reconciliación de fe escribió las famosas “letanías a la virgen negra”.
Después de su regreso al catolicismo en 1936, Poulenc produjo una buena cantidad de obras religiosas, entre las cuales se encuentra, el Stabat Mater (1950), la ópera El Diálogo de las Carmelitas (1956)y la Misa de Gloria (1959)

Es a partir de los años 50 cuando Poulenc fue apreciado y reivindicado en su justa medida y se aceptó que su música, carente de las audacias y complejidades de sus contemporáneos de vanguardia, poseía cierta técnica, y, por sobre todo, bastante expresión. Poulenc es junto a Messiaen el compositor más representativo de la música religiosa del siglo XX en Francia.

Fue la Princesa de Polignac quien le encargó un concierto para órgano a Poulenc en 1934. El proceso de composición significó todo un reto para su autor, y, después de cuatro años de trabajo, se estrenó en el salón de Polignac el 16 de diciembre de 1938, delante de una audiencia privada, con Nadia Boulanger dirigiendo la pequeña orquesta de cuerdas y Maurice Duruflé en el órgano.

Comentarios:
El concierto combina de una manera muy sabia, elementos de profunda y sincera religiosidad, al lado de temas alegres, rápidos y enérgicos, dentro del estilo algo contradictorio y ambivalente de Poulenc.




Otra versión





Charles GOUNOD (París, 1818-Saint-Cloud, id., 1893) Compositor francés. Sus primeros pasos en el mundo de la música estuvieron guiados por su madre, excelente pianista. Alumno del Conservatorio de París desde 1835, en 1839 le fue concedido el prestigioso Gran Premio de Roma, lo que le permitió proseguir sus estudios en la capital italiana. Allí descubrió la música de los antiguos maestros polifónicos, en especial la de Palestrina, la cual iba a ejercer una profunda influencia sobre su producción religiosa. De regreso en París, Gounod centró su actividad compositiva en la ópera, con títulos como Safo (1851), Fausto (1859), su obra más conocida, Mireya (1864) y Romeo y Julieta (1867), que fue alternando con la creación de música sacra (Misa de santa Cecilia, de 1855). El refinamiento y la inspiración de sus melodías, junto a la calidad de su escritura orquestal, hacen de sus obras las más apreciadas y representativas del repertorio galo anterior a la aparición de Bizet y Massenet.

Esta pequeña sinfonía está dedicada al flautista francés Paul Taffanel quien fundó, en 1879, una agrupación musical de cámara para vientos.












Sergei Prokofiev

 Compositor de música clásica para el pueblo soviético.

Prokofiev es uno de los compositores más populares del siglo XX. Su música de vanguardia de los primeros años del siglo XX, expresa muy bien la idea de un movimiento variable e impredecible, con cambios súbitos de ritmos, breves paradas y aceleraciones violentas. Era como subirse a una montaña rusa: para disfrutarla había que dejarse llevar sin miedo. Regresa a la Unión Soviética y empieza a componer dentro de un estilo más accesible al público. Prokofiev utiliza ahora melodías y recursos formales de los clásicos, como Beethoven, Haydn y Tchaikovsky, tratándolos con mucho humor e ironía y quitándoles un poco el carácter serio, sentimental y narrativo de la música romántica. No hay metas de llegada ni tampoco “grandes declaraciones” en su discurso. En realidad no hay un discurso sonoro. Tan solo el pleno disfrute de los sonidos Sergei Prokofiev fue uno de los grandes sinfonistas rusos, junto con Shostakovich y Myaskovsky. Compuso siete sinfonías a lo largo de su fructífera carrera.

Prokofiev escribió su Sinfonía No. 1 en Re mayor, OP. 25 entre 1916-1917. El nombre de Sinfonía Clásica, dado por su autor a esta pequeña obra tan hermosa, hace referencia muy clara a las formas de composición del pasado, a la manera de Haydn o Beethoven. Es la primera obra dentro de este estilo muy particular de composición que predominará durante las dos guerras y que se llamará neoclasicismo. Es un estilo que contiene elementos musicales modernos: timbres, armonías, ritmos… etc. pero siguiendo los moldes estructurales clásicos.

Comentarios:

1) Es una sinfonía que exterioriza frescura y juventud, propia de un compositor de 25 años. Resulta serena a ratos, otras veces ágil y muy precisa, pero siempre alegre y optimista.
2) El título de Clásica para esta sinfonía, se debe a una declaración del propio autor: “Me imagino que, de haber Haydn vivido hasta esta época, hubiese preservado su manera de escribir y al mismo tiempo hubiese asimilado algo de lo nuevo. Esta es la clase de sinfonía que yo quise escribir: una sinfonía de estilo clásico. Y cuando esta empezó a cuajar, yo la bauticé como ‘la Sinfonía Clásica’ ”.
3) La Sinfonía Clásica está más cercana a Beethoven que a Haydn, por sus cambios imprevistos de tonalidad, de mucha audacia y genialidad. También se deja sentir en ella la influencia de Stravinsky.







Magnífico documento, Sergiu Celibidache, ensayando con su Orquesta la Filarmónica de Munich, la sinfonía clásica de Prokofiev.












Hasta pronto

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