domingo, 24 de marzo de 2013

ENTRANDO EN EL MUNDO DE RICHARD WAGNER EN EL 200 AÑOS DE SU NACIMIENTO. (1813)


Richard Wagner (1813-1883), fue una figura artística en el  siglo XIX, que revolucionó el mundo de la ópera, al crear una forma muy personal de  teatro musical dramático, haciendo una nueva forma de enlazar la música de la orquesta con el contenido argumental, a través del leitmotiv, idea que, sin ser original suya,- la hallamos no solo en autores italianos como Bellini o Rossini, incluso en Mozart,- nadie como él,  había utilizado un modo tan sistemático.
Según éste procedimiento compositivo, el tema o motivo que escucha el espectador  que da ligado a un personaje, a un sentimiento, a un objeto e incluso a una acto contenido en la escena, de modo que, cuando  el texto de la ópera se evoca a algunos de estos elementos, es la música quien nos la propone, incluso cuando en la acción es solamente aludido o se da por sobreentendido .Lejos de ser un procedimiento monótono, éste sistema permite que la orquesta y las voces vayan presentando el tema de mil formas distintas, con instrumentos diferentes, reproduciéndolo con todo detalle y precisión o simplemente, aludiendo a él como de paso, introduciendo variaciones en su aspecto y forma, etc.

Richard Wagner, nacido el 22 de mayo de 1813 en Leipzig, recibió muy pronto las influencias artísticas de su familia; su padre adoptivo Ludwig Geyer, que era actor y pintor, fue su primer instructor. Por otra parte, su hermana mayor Rosalie era también actriz y su otra hermana, Klara, era cantante. El destino profesional de Klara hizo que la cada de los Wagner fuese visitada por C.M. von Weber, por quien el joven sintió especial predilección que trasciende a la opera alemana.

En 1829 Richard descubrió el arte al que dedicaría toda su vida: asistió a una representación de Fidelio, quedando deslumbrado ante las dotes vocales y dramáticas de la soprano Wihelmine Schröder-Devrient (Leonora). El joven le escribió una carta esa misma noche felicitándola y profetizando su propia carrera de compositor.

Los estudios musicales de Richard comprendían el piano y el violín (en los que no destacaba), algunos elementos de teoría de la música a escondidas de su familia con G. Mullert, músico de la orquesta de Leipzig. Durante seis meses estudió con Theodor Weinlig, cantor de Santo Tomás de Leipzig, el arte de la fuga, cánones, etc.
 
Por otro lado, el interés del joven por la literatura, sobre todo clásica, le indujo a ser escritor y tras unos primeros contactos con es te genero en la escuela, Richard descubría en la opera su ideal, puesto que así podría dedicarse a los dos géneros conjuntamente.

Su carrera profesional comenzó a los veinte años, cuando fue contratado como director de coro de Würzburg. Desde ese momento, Wagner trabajó en una serie de teatros provincianos, escasos de dinero y con un público de poca categoría.
El joven Richard compuso sus primera operas para tales teatros desde el puesto de director de orquesta: Las hadas (Die Feen), en Magdeburgo (1834), basada en un cuento de Gozzi (La donna serpente), que por su complejidad se estrenó en 1888 (cinco años después de su muerte), y La prohibición de amar (Das Liebesverbot), estrenada en Magdeburgo (1836) e inspirada en la obra de Shakespeare Medida por medida.

El 24 de Noviembre de 1836 se casó con la actriz Minna Planer. Pronto tuvo problemas tanto económicos como amorosos. Sus deudas acumuladas mientras trabajó en los teatros de Königsberg, Dresde y Riga, lo indujeron a huir del país.

Llevaba consigo una obra pensada para ser estrenada en un gran teatro, Rienzi. En ella imita el estilo de Meyerbeer, con grandes coros, ballet y una escenografía complicada (como el incendio del Capitolio). París sería su destino; durante la travesía hacia Londres (camino de París) una serie de terribles tempestades le inspiró una nueva opera: El holandés errante (Der fliegende Höllander).
La estancia en París fue un fracaso absoluto para Wagner. Además de no poder estrenar ninguna de sus operas, hubo de trabajar en reducciones para piano y canto de operas italianas por las que tomó gran aversión.

Incluso permaneció un breve tiempo en la cárcel de deudores, puesto que sus deudas se acumulaban rápidamente y los ingresos escaseaban. Finalmente fue la ciudad de Dresde la que, gracias a la ayuda de Meyerbeer, aceptó el estreno de Rienzi. Wagner abandonó París con amargura, pero con las esperanzas puestas en su propia patria.

Rienzi se estrenó el 20 de Octubre de 1842 con gran éxito, a pesar de su estilo parisiense de gran envergadura (cinco horas). Wagner fue desde entonces un compositor considerado en su patria.


El comienzo el drama musical wagneriano



 
El mismo Teatro Real de Dresde aceptó El holandés errante en 1842-1843. Wagner daba un paso de gran importancia hacia el drama musical al utilizar desde la obertura la unión de temas musicales con los personajes principales, los sentimientos y los hechos del drama, adquiriendo gradualmente la noción de leitmotiv o tema conductor, que sería esencial en la forma de componer sus óperas posteriores. Por otro lado, la influencia de Weber aumenta su interés por el mundo germánico, sobre todo por el mítico y legendario, tan importante en la tradición cultural alemana.

El holandés es una leyenda germánica sobre el capitán blasfemo que cada siete años desembarca en tierra con la esperanza de que el amor redentor de una mujer fiel lo libere de la maldición a la que ha sido condenado.
 
A pesar de los cambios estilísticos, Wagner todavía utiliza las arias y dúos tradicionales, que poco a poco irán desapareciendo en sus nuevas obras. La ópera no tuvo la acogida de Rienzi, pero gracias a ella consiguió el puesto de director de cámara de la casa real de Sajonia.

Argumento
Lugar: En la costa de Noruega
Tiempo: Indeterminado

La ópera presenta a dos personajes «poderosos», tanto a nivel psicológico como interpretativo: el holandés, un papel para un barítono, tesitura nada frecuente en la época del estreno, y Senta, claro símbolo del tema de la redención, que siempre obsesionó a Wagner, y personaje sobre el que compositor advirtió: «¡No dejéis que el lado soñador de su naturaleza sea entendido en el sentido del moderno y enfermizo sentimentalismo!».
Acto I
Narra el encuentro de unos marineros con un misterioso buque, con las velas de color de sangre. En su viaje de regreso a casa, el capitán Daland es llevado por un tiempo tormentoso a buscar un puerto en el que refugiarse. Introducción: Hojoje! Deja al timonel de guardia y él y los marineros se retiran . (Canción del timonel: Mit Gewitter und Storm - "Con tempestad y tormenta en mares lejanos.") El timonel se duerme. Un buque fantasmal aparece a popa y el mar lo empuja contra el navío de Daland y los garfios de abordaje enganchan a los dos barcos juntos. Manos invisibles mueven las velas. Un hombre pálido, con cara enmarcada en una barba negra, salta a la orilla. Lamenta su destino. (Aria: Die Frist ist um; Ha, stolzer Ozean; Wie oft in Meeres - "Ha llegado la hora; Ah, orgulloso Océano; Cuán a menudo en el mar"). El holandés errante está perseguido por una maldición, debido a que en una ocasión invocó a  Satanás, y condenado a navegar sin reposo, al que cada siete años se le concede la posibilidad de bajar a tierra en busca de un amor puro que lo salve, con la muerte.
Daland se despierta y conoce al extranjero, quien le dice que no tiene patria (Sólo:  Mein Schiff ist fest - "Mi barco es sólido"). Éste oye que Daland tiene una hija sin casar, llamada Senta, y pide su mano en matrimonio, ofreciendo un cofre del tesoro como regalo. Tentado por el oro, Daland se muestra conforme con el matrimonio. Sopla un viento sur y ambos buques tienden las velas y navegan hacia el hogar de Daland.
Acto II
Un grupo de chicas locales están cantando e hilando en la casa de Daland. (Coro de hilanderas: Summ und brumm, du gutes Rädchen - "Zumba y suena, buena rueda"). Senta, la hija de Daland, soñadoramente mira a una impresionante imagen del legendario holandés que cuelga del muro; desea salvarlo. Constra la voluntad de su aya, ella canta a sus amigas la historia del Holandés (Balada con el Leitmotiv: Johohoe! Doch Kann dem bleichen Mann - "Pero el pálido hombre"), cómo Satán le oyó jurar y le tomó la palabra. Ella jura salvarlo a través de su fidelidad.
El cazador Erik, anterior novio de Senta, llega y la oye; las chicas se marchan, y el cazador, que ama a la doncella, la advierte, hablándola de su sueño, en el que Daland regresa con un misterioso extranjero, que se la lleva al mar. Ella le escucha complacida, y Erik se marcha desesperado.
Daland, el capitán de la nave noruega, se lleva a casa al holandés; él y Senta se quedan mirando en silencio. Senta apenas nota a su padre, incluso cuando él presenta al invitado como su prometido. En el posterior dúo, que cierra el acto, Senta jura ser leal hasta la muerte. Dúo: Wie aus der ferne; Er steht vor mir - "Desde lejos; Ante mi se halla")
Acto III
Posteriormente, esa misma tarde, las muchachas locales llevan comida y bebida a los hombres de Daland. Invitan a la tripulación del extraño barco que se unan a su alegría, pero es en vano. Las chicas se retiran maravilladas; formas fantasmales aparecen trabajando sobre la cubierta del buque El Holandés errante, y los hombres de Daland se retiran atemorizados.
Senta llega, seguida por Erik, quien la reprocha haberle abandonado, pues ella anteriormente lo amó y juró constancia. Cuando el extranjero, que había estado escuchando, oye estas palabras, queda sobrecogido por la desesperación, pues cree que ahora estará perdido para siempre. Llama a sus hombres, le cuenta a Senta la maldición, y para consternación de Daland y su tripulación declara que él es el "Holandés errante".
Al hacerse el Holandés a la mar, Senta se lanza al mar, diciendo que le será leal hasta la muerte. Esta es su salvación. El barco espectral desaparece, y se ve a Senta y el Holandés ascendiendo al cielo. T.: Ha! Zweifelst du an meiner Treue! - "¡Ah! Dudas de mi lealtas!"; dúo: Erfahre das Geschick - "Escucha al Destino".


En la ópera están presentes muchos de los temas que configuran la poética wagneriana e irán apareciendo a lo largo de sus obras: la maldición, la redención y el deseo de muerte como única certeza interior de salvación, ya que los libretos de todas sus operas, están escritos por él.


HACER CLICK EN YOU TUBE, (esquina inferior derecha), para ver los subtitulos en español.-

Enlace directo.  https://www.youtube.com/watch?v=XldJZYjKwP0

 
 

El holandés errante es la primera de las óperas de Wagner que se representó en el Festival de Bayreuth, y, al menos para ese teatro, marca el comienzo del canon maduro de Wagner.

Como "wagneriano" que soy, próximamente comentaré las operas de Wagner siguientes: La tetralogía,El Anillo del nibelungo, con los titulos: El oro del Rin, La valquiria, Sifrido y El ocaso de los dioses,OBRA CUMBRE, otras como, Parsifal Lohegrin, Tannháuser.

Hasta pronto.




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