La Orquesta Ciudad de
Granada junto con La Joven Academia Instrumental dirigidos por el magisterio de
José Luis Estellés, nos hicieron pasar una velada muy dinámica, oyendo trocitos
de sus sinfonías, oberturas festivas y académicas,
danzas Hungaras y en definitiva células identificativas del idioma del genial de
Johannes Brahms, terminando el concierto con un final feliz..
Imaginaros que en una butaca
del Auditorio Manuel de Falla está
sentado el anciano Johannes Brahms, con
su gran humanidad, vestimenta de su
época, con aspecto desaliñado, con melena barba blanca, con ojos desorbitados
por la sorpresa escuchando el Cuarteto con piano en Sol menor, op. 25 De carácter
tan intimista, que compuso allá por su
juventud, interpretado por una gran orquesta con armonías y timbres extraños,
producidos por instrumentos, como el corno inglés el clarinete bajo, el contra
fagot desconocidos por él, trompas y trompetas
con sordinas, sabiendo que está en otro siglo, una percusión: bombo platillos
triangulo caja xilófono etcétera se preguntaría ¿quien ha hecho esto con mi
música?
En el último párrafo del programa de mano:”
Pero aún queda una pregunta por resolver: la de si es más meritorio innovar sin
romper con los procedimientos tradicionales o hacer tabula rasa con el pasado”,
Creo que la respuesta es fácil, las dos opciones son validas. La estructura formal compositiva, de su música y su periodo a la
que corresponde como es el romanticismo, produce una nostalgia indescriptible,
pero también la evolución, para bien o
para mal, es irremediable.
Volviendo al Concierto quedo
sorprendido del sonido propio de la Orquesta que no lo pierde con la inclusión de
jóvenes músicos con una calidad y saber encomiable, debido a la mayor parte a
la labor artística de proyecto pedagógico de José Luis Estellés clarinetista y director de
orquesta, que tiene en su haber un bagaje
nacional e internacional muy reconocido.
En definitiva un sabor de
boca muy bueno con una buena satisfacción.
Hasta pronto.-
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