domingo, 1 de noviembre de 2015

GUSTAV MAHLER SINFONÍA NÚM.3 EN RE MENOR (CORAL)




La tercera es la sinfonía más larga de todas las que compuso Mahler (su ejecución dura alrededor de hora y media), en un principio constaba de siete movimientos, pero al final quedó en seis y el que suprimió fue adaptado, para que fuera final de la cuarta sinfonía

 Gustav Mahler resolvió finalmente subdividiéndola en dos partes: la primera conteniendo exclusivamente el primer movimiento y la segunda los cinco restantes.

 Anota Mahler, mi obra [Tercera Sinfonía] es un poema musical que abarca todas las etapas del desarrollo en orden progresivo. ¡Comienza con la naturaleza inanimada y se eleva hasta llegar al Amor de Dios, pues Él solo puede ser comprendido como Amor”.

 Esta sinfonía fue subtitulada originalmente como Eine Sommermorgentraum (Un sueño de una mañana de verano)

 La obra fue escrita para orquesta, voz de contralto, coro femenino y coro de niños.

La idea programática y los títulos de los movimientos  fueron los siguientes:

1º “El verano hace su entrada”,

2º “Lo que me dicen la flores de la pradera”,

3º “Lo que me dicen los animales del bosque”,

4º “Lo que me dice la noche”,

5º “Lo que me dice las campanas de la mañana”,

6º “Lo que me dice al amor”
Primer Movimiento
El verano hace su entrada
Este movimiento fue el que más dificultades planteó a Mahler a la hora de llevarlo al pentagrama. Podríamos considerarlo como todo un mundo en sí mismo que el compositor consideró como "un himno gigantesco a la gloria de todos los aspectos de la creación... [y a] el milagro de la primavera gracias a la cual todas las cosas viven, respiran, florecen, cantan y maduran, y después de la cual aparecen esos imperfectos seres que son los hombres".
 Para este movimiento, Mahler dijo en una ocasión que necesitaba "una banda de regimiento que diera un efecto rudo y crudo y marcial". Es por ello que en su orquestación se inclinó decididamente por los vientos, el bajo y la percusión de tal modo que la orquesta albergara en su seno toda una banda militar.
 La música incluye fanfarrias, marchas, floreos y cadencias de tambores (algo que no se suele asociar con la música sinfónica) con los que Mahler tendía un puente entre lo popular y cotidiano (la música de banda) y lo elitista (la música sinfónica sujeta a los cánones).
 Mahler siempre se negó a aceptar la distinción entre lo vulgar y lo elevado ("... ambas son partes de la vida, de ahí que ambas deban ser componentes del arte").
Richard Strauss dijo que en este primer movimiento le parecía escuchar "... incontables batallones de trabajadores marchando en una tumultuosa celebración del Primero de Mayo".
Segundo Movimiento
Lo que me dicen las flores de la pradera
Según Mahler, este fragmento de su tercera sinfonía era "... la pieza más despreocupada que jamás haya escrito, despreocupada como solo las flores pueden serlo. Todo revolotea en el aire con gracia y liviandad".
Al propio compositor le sorprendió descubrir, después de haberlo compuesto, que este movimiento los contrabajos solo ejecutaban pizzicatos (técnica por la que un instrumento de cuerda de frote es tocado pellizcando las cuerdas con las yemas de los dedos) sin un solo toque de arco.
 
Tercer Movimiento
Lo que me dicen los animales del bosque
 La música de este movimiento está inspirada en un recuerdo infantil de la banda militar de Iglau que habitualmente tocaba en el Parque Vlassim de Praga, donde Mahler se sintió impresionado por la "sinfonía natural" de los pájaros y de los animales junto con el sonido de un clarín en la distancia.
 
Cuarto Movimiento
Lo que me dice la noche
 En este movimiento, Mahler incorporó un arreglo para voz de contralto utilizando como letra algunos fragmentos de Así Hablaba Zaratustra de Nietzsche. Se trata de breves frases con largas pausas entre ellas que contribuyen a crear una sensación de aislamiento implícita en las propias palabras.
Quinto Movimiento
Lo que me dicen las campanas de la mañana
 Destaca en este movimiento la intervención de un coro de niños y otro de mujeres que interpretan, en tonalidad de fa mayor, una melodía basada en un poema de Des Knaben Wunderhorn (cuyo título traducido al castellano es "Canto de mendicidad de los niños pobres") que ofrece una visión ingenua y a la vez realista del paraíso.
 El "ding, dong, ding, dong..." entonado por los muchachos con el que comienza el movimiento (con un ritmo que recuerda una canción navideña tal y como sucede con el principio de la cuarta sinfonía en el que unas campanillas imprimen un ritmo que invita a evocar un trineo avanzando por una senda nevada) emula el sonido de unas campanas: las campanas de la mañana.
 
Sexto Movimiento
Lo que me dice el Amor
 Se trata de un extenso Adagio instrumental en re mayor con una apoteosis final ("glorificación de toda criatura viviente") con la que concluye la sinfonía.
 En este movimiento (que Mahler estuvo a punto de llamar "Lo que Dios me dice") se intenta representar "... la cúspide, el nivel más alto desde el cual se puede contemplar todo el mundo".
HASTA PRONTO.-

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