martes, 31 de enero de 2017

CONCIERTO DE ABONO P3 ORQUESTA CIUDAD DE GRANADA VIERNES 3 FEBRERO 2017



viernes 3 febrero,sábado 4 febrero, 20:30 h
AUDITORIO MANUEL DE FALLA

Javier Perianes / MOZART

Wolfgang Amadeus MOZART
Quinteto para piano y vientos en Mi mayor, K 452
Concierto para piano núm. 23, K 488
Concierto para piano núm. 21, K 467
JAVIER PERIANES piano

Quinteto para piano, oboe, clarinete, trompa y fagot, en mi bemol mayor, K. 452


Mozart consideraba este quinteto, acabado el 30 de marzo de 1784, en la proximidad de toda una serie de conciertos para piano (K. 449, 450, 451, 453, 456, 459...) y que vendría a ser su única partitura para vientos y piano, ¡como su mejor obra compuesta hasta el momento! A la vez música de cámara refinada, divertimento aristrocático y ejemplo perfecto de diálogo concertante, en efecto es un logro que ningún otro compositor ha igualado, ni siquiera Beethoven, cuyo juvenil op. 16 adopta deliberadamente la misma plantilla y la misma tonalidad. Se trata, en cierta medida, de un concierto de cámara, género en el que los cuartetos con piano K. 478 y 493 alcanzarán la perfección.


1. La obra se abre con una amplia y majestuosa introducción lenta (Largo), de gran unidad expresiva pese a la multiplicidad de sus ideas melódicas (¡paradoja bien mozartiana!). La exposición, pese a todo concisa, del Allegro moderato presenta la misma abundancia: sólo una pizca de ella bastaría para nutrir un movimiento de un compositor menos pródigo. La llegada a la tonalidad de la dominante es lo único que permite identificar al "segundo" tema, pero, no obstante, es solamente el primero -formado por un dulce antecedente sincopado del piano y de una respuesta decidida del tutti (con un motivo ascendente y con trino que se volverá a encontrar en el Larghetto)- el que es utilizado en el breve pero estricto desarrollo que inicialmente modula por tonos ascendentes, y después trabaja `por eliminación la pequeña desinencia dos semicorcheas-negra. La reexposición es muy variada en el detalle, no solamente en el reparto de los instrumentos, sino también por un nuevo y breve desarrollo modulante del tema principal. Todavía hay una pequeña coda, con un diseño virtuosístico para solo de trompa.

2. El Larghetto en si bemol (3/8) es uno de los más raros milagros mozartianos. Es una forma sonata, pero aquí, cosa excepcional en un movimiento lento, el desarrollo central es muy largo. Se observa de entrada el motivo trinado que viene del primer movimiento. Después se entabla un maravilloso diálogo modulante entre los vientos. Un "puente" en corcheas ligadas con cromatismos lánguidos y sensuales lleva al tema conclusivo, cantado por el piano bajo los acordes de los vientos. El desarrollo parece querer arrancar de un nuevo tema en mi bemol; pero, repentinamente, comienza una de esas revêries armónicas de audaces cromatismos de las que Mozart posee el secreto. Al poco tiempo, henos proyectados hacia mi menor, do mayor y re menor. Con la reexposición, en el piano, la sima entreabierta parece que se vuelve a cerrar, pero nuevas aventuras nos esperan. La melodía de la trompa que dió lugar al diálogo de los vientos en la exposición, aparece completamente transformada, en un recorrido modulante de nuevo atormentado y complejo, y el "puente" en corcheas ligadas cromáticas es enormemente amplificado. El tema conclusivo es ahora tratado también en diálogo.

3. El Rondo (Allegretto) posee un estribillo memorable, gracioso y noble a la vez, expuesto por el piano solo y recapitulado después en tutti. El tema del primer episodio intercalado recuerda por sus síncopas al del primer movimiento. El segundo, oscila sin cesar entre do menor y mi bemol, en un diálogo concertante de una melancolía graciosa y sonriente. Un desarrollo modulante a través de tonalidades menores conduce inopinadamente al retorno del primer couplet, en sustitución del estribillo, del cual solamente la segunda mitad es recapitulada. Un calderón introduce una cadenza in tempo para todos los instrumentos, de la que se desarrollan imitaciones en un tercer couplet con un tema nuevo, gracioso, en diálogo concertante, que precede a la última reaparición del estribillo inmediatamente seguido por una coda que retoma la segunda mitad del estribillo inmediatamente seguido por una coda que retoma la segunda mitad del segundo couplet antes de concluir con algunos compases enérgicos.






Concierto para piano y orquesta n.º 23 en la mayor, K. 488

Fue terminado, según el catálogo temático que llevaba el propio Mozart, el 2 de marzo de 1786, aproximadamente en el momento del estreno de su ópera Las bodas de Fígaro. Fue uno de los tres conciertos por subscripción que ofreció esa primavera y probablemente fue interpretado por el propio Mozart en uno de ellos.


El primer movimiento es alegre y positivo en su mayor parte, pero con los ocasionales toques melancólicos típicos de las piezas de Mozart . El segundo movimiento, en forma ternaria, es apasionado y algo operístico en el tono. El piano empieza sólo con un tema caracterizado por inusuales saltos grandes. Las dinámicas son suaves en la mayor parte de la pieza. El tercer movimiento es un rondó, oscurecido por los traslados de tonalidades  con una sección central cuyo inicio  se ve interrumpido por una melodía de clarinete, una intrusión que nos recuerda, que la música instrumental en ese momento se vio influida por la ópera buffa y sus repentinos cambios de punto de vista así como de escena.




El Concierto para piano n.º 21 en do mayor, K. 467, de Wolfgang Amadeus Mozart fue completado el 9 de marzo de 1785 y estrenado un día después, el día 10 de marzo, en el Teatro de la Corte Imperial y Real de Viena, en un concierto promocionado por el mismo Mozart. Este es uno de los conciertos para piano más populares del compositor.

Allegro maestoso  
Andante   
Allegro vivace assai





El primer movimiento se inicia de forma tranquila con una alegre marcha en las cuerdas bajas que es respondida por las cuerdas altas y los vientos-madera. De seguida un alegre arrebato se mezcla con el tema principal. El piano hace una entrada tranquila con una configuración en forma de escala (compás 74) que desemboca en una corta cadenza (compás 79) que termina en un trino antes de que toda la orquesta repita el tema principal. El piano elabora un poco más antes de agregar otra idea en sol mayor, que es precedida por un pasaje en la extraña escala de sol menor (compás 109). El tema principal se presenta en sol mayor, y pasa por escalas por parte del solista mientras los vientos-madera interpretan una figura melancólica. Esto pronto transita al tranquilo inicio y una reexposición en la tonalidad principal de la idea presentada anteriormente en sol mayor. Pronto, el tutti lleva el movimiento a una cadenza antes de la orquesta lo concluya con la sección final del inicio, ligeramente modificado para terminar en una nota tranquila pero distinta.

El andante se inicia con una figuración de terceto en el bajo soportando una melodía lánguida. Luego de una exposición reposada de la orquesta, el solista retoma el terceto y comparte la melodía con el conjunto. Hay breves momentos de "tristeza", pero en general el tono del movimiento es brillante y calmo.

El rondo final se inicia con la orquesta presentando un alegre y "saltarín" tema. Luego de una breve cadenza, el piano se une y elabora un poco más los temas. En apariencia el estilo es de pregunta-respuesta, con un intercambio fluido de roles por parte del piano y el conjunto. El solista usa las escalas y los arpegios para adornar los temas y una corta cadenza que transita a un tema principal. El tema principal se presenta una vez más, llevando el movimiento en sentido ascendente que termina en una nota triunfante.

W. A. Mozart Concierto para piano Nº 21 en do mayor, K. 467
Orquesta Sinfónica RTVE.
Javier Perianes, piano
Juanjo Mena, director
Teatro Monumental en Madrid 2015.


HASTA PRONTO

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