sábado 20 mayo, 20:30 h
AUDITORIO MANUEL DE FALLA
La mayor obra de arte musical de todos los tiempos y naciones
Johann Sebastian BACH
Misa en Si menor, BWV 232
Misa en Si menor, BWV 232
Bryony Dwyer soprano I
Isabel Monar soprano II
Carlos Mena contratenor
Juan Antonio Sanabria tenor
José Antonio López barítono
Coro de la Orquesta Ciudad de Granada (Héctor E. Márquez, dtor.)
ANDREA MARCON director
Isabel Monar soprano II
Carlos Mena contratenor
Juan Antonio Sanabria tenor
José Antonio López barítono
Coro de la Orquesta Ciudad de Granada (Héctor E. Márquez, dtor.)
ANDREA MARCON director
Gran misa en Si menor BWV
232.-
Aunque el género
autobiográfico es ante todo una creación literaria de nuestro tiempo, se puede
afirmar que las mejores memorias jamás publicadas están contenidas en la Misa
en Si menor (BWV 232). Obra compleja donde las haya, encierra en sus
pentagramas no solo el saber de toda una vida dedicada a la música, sino
también la cultura y la forma de pensar de una época que agonizaba rápidamente,
Bach volcó en ella todos sus conocimientos y, con su infatigable vocación amanuense,
fue copilando a lo largo de 25 años los mejores momentos de su carrera, para
legarlos a la posteridad dentro de un envoltorio nuevo y definitivo.
Integrando, además, en una sola partitura todas las corrientes compositivas
históricamente disponibles, desde la más estricta polifonía renacentista hasta
los más modernos estilos galantes. A pesar de su longitud y de la increíble
variedad de fuentes y estilos que resume, la Misa en Si menor es un prodigio de
unidad estructural y esconde la superficie de un trabajo ciclópeo de adaptación
y recreación musicales.
A mitad de camino entre la fe
católica y la luterana, la obra está más allá de la unidad puramente litúrgica
y es epitafio perfecto un mensaje grandioso lanzado al futuro bajo la forma que
Bach consideró más universal e imperecedera. En su lecho de muerte, y ya ciego,
J.S. Bach dictó a su yerno su última obra y su despedida del mundo,” El coral
ante tu trono me presento”.
En el año 2015, el manuscrito
de la Misa en Si menor BWV 232, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la
UNESCO, dictaminando que se trata de un “hito en la historia de la música”.
Está estructurada en cuatro en
cuatro grandes sesiones, que fueron compuestas en tres periodos creativos
distintos. La primera comprende Kirie y
Gloria (1733), la segunda, Symbolum Nicemum
o Credo (1747-1749), la tercera Santus
(1724), y la cuarta Osanna,
Benedictus, Agnus Dei, y Dona nobis pacem (1747-1749).
Las cuatro sesiones contienen 24 números
diferentes que debido a sus diversos orígenes, emplean distintos solistas,
coros y dotación instrumental.
La primera sesión está formada
por el Kirie y el Gloria, que son el origen de la Misa en Si menor. Los
manuscritos fueron entregados en 1733 por Bach al príncipe Federico Augusto II
de Sajonia, con la esperanza de obtener un nombramiento de importancia en su
corte. Aunque en sí mismos podrían formar la estructura de una misa luterana –
Bach era oficialmente luterano y tal es la disposición formal que adopta en sus
otras cuatro misas (catalogadas BWV 233 a 236)- muchas composiciones católicas
comprendían sólo estas dos sesiones del ordinario. Así la de 1733 logra un
envidiable compromiso entre las dos
liturgias sin comprometer la fe luterana de su autor.
La segunda sesión el Symbolum
nicemun o Credo, en realidad una composición autónoma. Su manuscrito es
independiente y tiene su propio título, lo cual podría indicar que Bach lo
compuso con fines litúrgicos. Resulta portentosa la estructura en espejo, casi simétrica,
de sus ocho números: Credo in unum Deo, Patrem
omnipotente, Crucifixus, Et incarnatus est, Et resurrexit, Et in unum, Et in
spiritum sanctum, Confiteor /Et exspecto.
La tercera sesión El Sanctus,
compuesto en 1724, es como el Credo una de las partituras que Bach recopiló al
final de su vida, para dar forma definitiva a la Misa en Si menor. Es una pieza
compleja en sí misma, original e independiente. Y la única de la que podemos
afirmar con seguridad que fue utilizada dentro de la liturgia luterana, (se estrenó
en Navidad de 1724).
La cuarta sesión, Osanna in
excelsis, Benedictus, Agnus Dei y Dona nobis pacem: coro a cuatro partes (con
efectos doblados), tres trompetas, timbales, dos flautas, dos violines, viola y
continúo.
Dada la falta de unidad temática que
caracteriza la Misa en Si menor, es de suponer que Bach trató de reforzar el
armazón de la complejísima partitura con una última cita textual, a modo de
recapitulación, de éste coro majestuoso, lleno de brillantez y resplandor (las
sucesivas entradas de la primera trompeta son espectaculares). De manera
inexplicable rodeada de un creciente torrente de fervor, la música sigue
sonando en el corazón mucho después de que la aplastante cadencia que cierra la
obra haya concluido.
Johann Sebastian BACH (1685-1750)
Misa en Si menor BWV 232
HASTA PRONTO.-
Misa en Si menor BWV 232
Karl RICHTER, fue uno de los
más grandes intérpretes de Johann Sebastian BACH, organista, clavecinista,
director de orquesta y director de coro alemán. Lástima que muriera tan joven,
(56 años), de un ataque al corazón.
Es impresionante como dirige la Misa en Si
menor de Bach, batuta larga en la mano derecha, con movimiento de muñeca, marcando
el compás, y codo, abrazando a los coros, agitando la batuta hacia la derecha e izquierda, bajándola en vertical a la altura del
pecho, cogida con las dos manos, sin dejar de marcar, y con la mano izquierda,
dar las entradas instrumentales y con los dedos los matices de la
interpretación.
El realizador del vídeo lo
recoge perfectamente.
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