jueves, 17 de enero de 2019

CONCIERTO ABONO A5 ORQUESTA CIUDAD DE GRANADA VIERNES, SÁBADO 18,19 ENERO 2019



viernes 18 enero 2019 / A5
Auditorio Manuel de Falla, 20:30 horas

LA QUINTAESENCIA ESCANDINAVA

Edvard GRIEG
Last spring
Jean SIBELIUS
Tres humoresques para violín y orquesta, op. 87 & 89
Joseph SWENSEN
Sinfonietta
Johan SVENDSEN
Romance para violín y orquesta, op. 26
Carl NIELSEN
Cuatro movimientos para orquesta

(Orquestación de J. Swensen del Cuarteto en Sol menor de C. Nielsen)
JOSEPH SWENSEN violín y director

Edvard GRIEG(1843-1907)

Edvard Grieg nace en Bergen (Noruega) el 15 de junio de 1843, descendiente de una familia de escoceses. Su madre era una pianistasemiprofesional muy conocida en la vida musical de Bergen. Su padre, comerciante, compartía también la afición musical de su esposa. Obviamente, los primeros pasos de Edvard se realizan en este propicio ambiente musical, hasta que en 1858 ingresa en el Conservatorio de Leipzig para estudiar con Moscheles, Richter, Carl Reinecke, Robert Papperitz y Moritz Hauptmann. En estas fechas comienzan sus dolencias respiratorias. En 1862 hace su debut en Bergen como pianista, continuando sus estudios con Neils Gade en Copenhague a partir de 1863. En Copenhague conoce a Hans Christian Andersen y a Rikard Nordraak, quien convence a Grieg para que preste atención al folclore escandinavo, constituyendo junto al compositor danés Horneman el grupo “Euterpe” para oponerse a la influencia alemana sobre la cultura nórdica.
En 1865 realiza un viaje a Roma, volviendo a Oslo (que por aquél entonces era conocida como Christiania) al año siguiente, para preparar la fundación de la Academia Noruega de Música, que tiene lugar en 1867, el mismo año en que contrae matrimonio con su prima Nina Hagerup. En estos años conoce a Franz Liszt, quien le anima a dedicarse en exclusiva a la composición. En una ocasión en Roma, Franz Liszt le dice a Edvard Grieg: «Siga firme en su camino. En verdad le digo, usted tiene capacidad. Y sobre todo, no se deje intimidar». Esto fue un factor muy importante y alentador en la carrera de Grieg. Ésto, unido a los problemas económicos que sufría en la época hace que Edvard Grieg se embarque en la composición de Peer Gynt, un encargo que le realiza el dramaturgo Henrik Ibsen en enero de 1874.
El año 1874 es testigo de su ansiado anhelo de dedicarse en exclusiva a la composición, ello es posible gracias a una subvención anual del gobierno noruego, en la que también influyó una recomendación de Franz Liszt. Esta activad fructifica hasta alcanzar el reconocimiento internacional merced a una serie de ejecuciones de obras suyas en Londres en 1888.
Su actividad en otros terrenos no cesó. Desde 1880 era director de la Bergen Harmoniske Selskab, y en 1898 fundó el Festival de Música de Noruega. Tampoco cesó nunca de militar en favor del arte nacional, ni como pianista ni como director de orquesta en las numerosas giras de concierto que efectuaba.
En 1907 fallece en Bergen, su ciudad natal, el 4 de septiembre.
Sus primeros años están bajo el influjo de la música de Robert Schumman, influencia que se extiende hasta 1865, momento en que se aprecia ya un aire del folclore nórdico en la armonía de su música. Hacia 1870 se vislumbran elementos impresionistas, que serán oscurecidos por el inicio de una fase neoclásica. Junto a diversas colecciones de obras para piano, la obra orquestal de Edvard Grieg revela un experto armonista que, aunque influido por Debussy y Ravel, lleva la marca de una auténtica inspiración popular.
L

Estreno mundial de 'Sinfonietta', de Joseph Swensen, por la OCG
La composición está inspirada en una canción popular danesa.
Joseph Swensen es uno de los directores de orquesta actuales que no han dejado de cultivar la composición, informa la OCG en una nota. "Se trata de uno de los principales directores invitados por la OCG, desarrollando una carrera con un enfoque social hacia el cuidado de la infancia", reseña la misma nota. "Una vez más el elemento cándido, en una canción popular danesa (I skovens dybe stille ro – En la tranquilidad del bosque), centra la visión del maestro en la composición de Sinfonietta, de estreno mundial", recalca la OCG.

"Mi última composición orquestal, Sinfoniettaes una versión ampliada y revisada de un trío de cuerda que compuse hace cuatro años como regalo para mi hijo pequeño, Nicholas, con motivo de su confirmación", indica el director en declaraciones recogidas por la OCG. "Está inspirada en mi canción popular danesa favorita I skovens dybe, stille ro (En la tranquilidad del bosque), y que había oído infinidad de veces cantarla al propio Nicholas cuando era soprano solista en el Copenhgen Boys’ Choir. Sinfonietta dura unos quince minutos y está estructurada en cinco movimientos sin pausa", enumera Swensen.
Joseph Swensen es director emérito de la Scottish Chamber Orchestra, principal director invitado de la Orquesta Ciudad de Granada, asesor artístico de la Northwest Sinfornietta (USA) y profesor de violín en la Indiana University Jacobs School of Music. Swensen fue principal director invitado y asesor artístico de la Orchestre de Chambre de París (2009-2012) y director principal de la Scottish Chamber Orchestra (1996-2005). 
Mantiene colaboraciones estables con prestigiosas formaciones como la Orchestre National du Capitole de Toulouse, Orchestre National de Bordeaux, London Mozart Players, y la Orquestra Sinfónica do Porto Casa da Música. Ha actuado, entre otros, en el Mostly Mozart Festival de Nueva York, en los Festivales de Tanglewood y Ravinia, BBC Proms, Barbican de Londres y el Concertgebouw de Ámsterdam.
Como solista de violín, faceta que ha retomado recientemente, ha actuado con la Colorado Symphony y Los Ángeles Chamber Orchestra. También dirige desde el violín, como hace habitualmente con la Orchestre de Chambre de París, London Mozart Players y la Scottish Chamber Orchestra. Con esta última ha grabado los conciertos para violín de Brahms, Mendelssohn y el segundo de Prokofiev para el sello Linn Records, obteniendo un exitoso reconocimiento internacional.
Dentro de su faceta de músico de cámara, Swensen actúa con el pianista y director norteamericano Jeffrey Kahane y con el violoncellista Carter Brey (Kahane Swensen Brey Trío).
Jean SIBELIUS (1865-1957)
Fuente.- "El Pais"
El pobre Sibelius vivió en tiempos difíciles que convirtieron su música en algo que no era. Nació en Rusia y hablaba sueco, algo muy duro de admitir para los finlandeses. Al fin y al cabo, es nuestro héroe nacionalista. Hoy día incluso los populistas liberales escuchan su música al tiempo que abrazan la bandera finlandesa y ven partidos de hockey sobre hielo.
Cuando Sibelius llegó de la periférica Hämeenlinna a la ligeramente menos periférica Helsinki, un puñado de intelectuales se habían inventado la gran idea de algo llamado Finlandia. Como a Sibelius le encantaban la buena comida y las bebidas alcohólicas de primera (nunca bebía cerveza ni nada barato), se sentaba siete días a la semana en el único restaurante de Helsinki, el Kämp, y se veía obligado a escuchar la propaganda nacionalista.
En lo más profundo de su mente sabía que todo aquel parloteo no era para él. A los 10 años ya se había dado cuenta de que era un genio. En aquella época, genio era sinónimo de artista. Si querías ser un artista internacional, eras un genio, así que se tuvo por un genio con toda naturalidad y, finalmente, todos los demás hicieron lo propio.
Y era un genio. Como compositor, eso significa que puedes crear música que suena como algo único. La música de Sibelius es reconocible; tiene ese sabor personal distintivo. Lo mismo sucede con todos los genios, de Beetho­ven a Bartók. Ser único significa haber creado algo universal. Pero eso no encaja con el papel de un compositor nacionalista. La función de Sibelius fue inventar la música finlandesa, mostrar al mundo qué intelectual y civilizada era la recién nacida nación surgida de los bosques. Como nunca hubo rivales para Sibelius, cualquier cosa que componía se ajustaba a este propósito.
En Helsinki se celebró una gala benéfica en 1899. Tres de los comensales del restaurante Kämp escribieron una historia muy imaginativa sobre la historia del pueblo finlandés y pidieron a Sibelius que escribiera alguna música para acompañarla y él lo hizo como persona complaciente que era. La última escena contaba la valiente historia del futuro de los finlandeses. Por algún motivo, los escritores pensaban que la tecnología moderna era la clave para un brillante futuro. Como Sibelius había admirado siempre los trenes, la música se concentró en describir una locomotora de vapor mientras salía de la estación. Para la sección B escribió un emotivo himno.
 Algunos años después, la pieza se bautizó como Finlandia.No fue idea de Sibelius pero, como pensaba que no era una de sus mejores obras, accedió. Finalmente, Finlandia se independizó y tuvo que vérselas con su nuevo vecino, la Unión Soviética. Durante la Segunda Guerra Mundial, Sibelius se vio obligado a aceptar el texto patriótico para el himno de Finlandia. “No estaba pensado para cantarse”, susurró, pero nadie le escuchó. Es su obra más famosa, por supuesto. Ha sido el himno nacional de Biafra, es un himno religioso popular en muchas iglesias y por algunos sitios de Europa oriental la cantan en los brindis. Muy flexible, siempre eficaz. Pero nada que ver con el misterio de ser finlandés.
 A Sibelius siempre le preguntaban de qué trataba su música. “Música pura”, respondía, como Brahms. Luego querían saber cuál era la inspiración de la música. Todos los creadores saben que la inspiración como tal no existe. Hay que crear la obra. A veces todo brota con fluidez, pero la mayor parte del tiempo no es más que trabajo duro. Sibelius componía de noche, ya que de día sus cinco hijas armaban un barullo tremendo y él no tenía un estudio propio. Para dar una respuesta, decía que su inspiración era la naturaleza. Era una manera generalmente aceptada de hablar del proceso creativo, utilizada por los artistas ya en tiempos de Goethe. Para un artista romántico, la naturaleza era algo que podían admirar cuando se hallaban cómodamente sentados en casa.
 Los finlandeses han vivido siempre en medio de la naturaleza, al lado de un oso, frente a los ojos de un alce. Como el clima de Finlandia es insoportable 11 meses al año, estar en la naturaleza significa luchar contra las fuerzas superiores. Cazamos, pescamos, cogemos setas y bayas y vivimos de la naturaleza. Sibelius, no. Era todo lo urbano y centroeuropeo que se podía ser. Le compraron sus primeras botas de goma a los 80 años y jamás se las puso. Iba vestido siempre como un auténtico dandi y, cuando disfrutaba de la atmósfera de la naturaleza, se sentaba en su silla Biedermeier debajo de un pino y fumaba un puro.
Para mí, Sibelius es perfecto. Me siento a gusto en ciudades urbanas, igual que él. Odio la naturaleza si tengo que estar en estrecho contacto con ella. Pero puedo sentir las fuertes emociones de la música de Sibelius. No son ni patrióticas, ni finlandesas, sino profundamente humanas y universales. ¡Qué maravillosa coincidencia que seamos los dos finlandeses!
Minna Lindgren, musicóloga finlandesa.-
núm.1 op.87 Commodo





Johan Severin Svendsen (30 de septiembre de 1840 - 14 de junio de 1911) fue un compositor, director de orquesta y violinista noruego. Nacido en Christiania (ahora Oslo), Noruega, vivió la mayor parte de su vida en Copenhague, Dinamarca. La producción de Svendsen incluye dos sinfonías, un concierto para violín, un concierto para violonchelo y el Romance para violín, así como varias rapsodias noruegas para orquesta. Hubo un tiempo en que Svendsen era un amigo íntimo del compositor alemán Richard Wagner

Carl Nielsen

(Carl August Nielsen; Sortelung, 1865 - Copenhague, 1931) Compositor danés que destacó por sus composiciones premeditadamente simples. Entre 1884 y 1887, estudió en el Conservatorio de Copenhague y después realizó diversos viajes de estudio a Alemania, Austria, Francia e Italia.
 Regresó a Copenhague, donde fue violinista de la orquesta del Teatro Real, y en el que, entre 1908 y 1914, fue director de orquesta. En 1916 fue nombrado profesor del Conservatorio de la capital danesa, centro que dirigió en 1931. Entre 1915 y 1921 fue director de orquesta de la sociedad Musikforeninger, en la que dio a conocer gran parte de sus composiciones.
Escribió seis Sinfonías, en las que se deja ver su evolución musical. En las dos primeras (1892 y 1902) sigue la forma clásica del género. En la tercera (Expansiva, 1911) sigue el elemento formal clásico pero el tema y los ritmos son ya personales. En la cuarta (Lo inextinguible, 1916) dio gran originalidad y dinamismo a sus ritmos. La quinta (1922) es la más larga, aunque sólo presenta dos movimientos, y la sexta (Sinfonía semplice, 1925) tiene carácter de música de cámara.
Fue autor de las óperas Saul og David (1901), con grandes coros polifónicos, y Maskerade (1906), de carácter cómico. Realizó también dos grandes libros de canciones destinados a la escuela y a la familia.
HASTA PRONTO

HASTA PRONTO
 

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