viernes 22 febrero 2019 / A8
Auditorio Manuel de Falla, 20:30 horas
LAS ESTACIONES DE VIVALDI Y PIAZZOLA
Astor PIAZZOLALas cuatro estaciones porteñas
Antonio VIVALDI
Las cuatro estaciones
LETICIA MORENO violín y directora
Hay cierto debate sobre si los cuatro conciertos fueron escritos para acompañar a los cuatro sonetos o si fue al revés.1 Aunque no se sabe quién escribió estos sonetos, hay una hipótesis que sostiene que Vivaldi mismo los escribió, considerando que cada soneto está dividido en tres secciones, claramente correspondientes a un movimiento en el concierto. Cualquiera que fuese quien escribió los sonetos, Las cuatro estaciones pueden calificarse demúsica programatica, música instrumental que pretende evocar algo extra-musical2 y una forma artística que Vivaldi pretendía demostrar que era suficientemente sofisticada para ser tomada en serio.3
Además de estos sonetos, Vivaldi proporcionó instrucciones como «El perro que ladra» (en el segundo movimiento de «La primavera»), «Languidez causada por el calor» (en el primer movimiento del «Verano»), y «los borrachos se han quedado dormidos» (en el segundo movimiento del «Otoño»). Las cuatro estaciones se usaron en la película de 1981 Las cuatro estaciones junto con otros conciertos para flauta de Vivaldi
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PRIMAVERA
Llegó la primavera y festejándolo
La saludan los pájaros con alegre canto,
Y las fuentes con el soplo de los cefirillos
Con dulce murmullo discurren entretando:
Vienen cubriendo el aire con negro manto
Y rayos, y truenos, elegidos para anunciarla
Callando así estos, los pajarillos;
Vuelven otra vez a su canoro encanto.
Largo
Y así, sobre el florido y ameno prado,
Al caro murmurar de bosques y plantas
Duerme el cabrero con el fiel can al lado.
Allegro
De la pastoral zanfoña al son festejante
Danzan ninfas y pastores en el techo amado
A la brillante llegada de la primavera.
VERANO
Bajo dura estación por el Sol encendida
Languidece el hombre, languidece el rebaño, y arde el pino;
Suelta el cuco la voz, y cuando la entienden
Cantan la torcaz y el jilguero.
El Céfiro dulce sopla, pero en disputa
Se mueve Bóreas de improviso a su lado;
Y llora el zagal, porque suspendida
Teme a la fiera borrasca, y su destino.
Adagio e piano - Presto e forte
Roba a sus miembros laxos el reposo
El miedo al relámpago, y los fieros truenos
¡y de las moscas, y moscones, el tropel furioso!
Presto
¡Ah, que son sus temores verdaderos!
Truena y fulmina el cielo y granizoso
Trunca las cabezas de las espigas y los granos altera.
OTOÑO
Celebra el rústico, con bailes y cantos
La feliz vendimia y el alegre placer
Y del licor de Baco encendidos tantos,
Acaban con sueño su gozo.
Adagio molto
Hace cada uno saltos y bailes y cantos
El aire que templado da placer,
Y la estación que invita a tantos
De un dulcísimo sueño al bello gozo.
Allegro
Cazador que al alba sale a la caza
con cuernos, escopetas y jaurías salen fuera
Huye la fiera, y la rastrean;
Ya sorprendida, y agotada por el gran ruido
de escopetas y perros, herida amenaza,
Lánguida, con huir, pero abrumada muere
.INVIERNO
Helado tiritar entre la nieve plateada
al severo soplo del hórrido viento
correr batiendo los pies en todo momento;
Y por el soberbio castañetear los dientes;
Largo
Estar junto al fuego, tranquilos y contentos,
Mientras afuera la lluvia moja a ciento.
Allegro
Caminar sobre el hielo, y a paso lento
Por miedo a caer avanzar con cuidado;
Ir firme, resbalar, caerse al suelo
De nuevo ir sobre el hielo y correr rápido
Sin que el hielo se rompa, y se desmenuza;
Sentir que sale de las puertas herradas
Siroco, Bóreas, y todos los vientos en guerra
Esto es el invierno, pero tal, que alegría nos trae.
Las estaciones
Verano Porteño (Buenos Aires Verano)
escrito en 1965 [1], originalmente como música incidental para la obra 'Melenita de Oro' de Alberto Rodríguez Muñoz. [2]
Invierno Porteño (Invierno Buenos Aires)
Escrito en 1969.
Primavera Porteña
Escrito en 1970, contiene contrapunto.
Otoño Porteño (Buenos Aires Otoño)
Escrito en 1970.
En 1996-1998, el compositor ruso Leonid Desyatnikov hizo un nuevo arreglo de las cuatro piezas anteriores con un vínculo más evidente entre Vivaldi y Piazzolla, al convertir cada una de ellas en piezas de tres secciones, y reorganizar el violín solista y la orquesta de cuerdas. En cada pieza incluyó varias citas de la obra original de Vivaldi, pero debido a que las temporadas se invirtieron entre los hemisferios norte y sur, por ejemplo, Verano Porteño había agregado elementos de L'inverno (invierno) de Vivaldi.
HASTA PRONTO
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