sábado, 16 de febrero de 2019

CONCIERTO ABONO A/7 S/4 ORQUESTA CIUDAD DE GRANADA VIERNES SABASO 15 Y 16 FEBRERO 2019



viernes 15 febrero 2019 / A7
Auditorio Manuel de Falla, 20:30 horas

LAS TERCERAS DE SCHUMANN Y BRAHMS

Robert SCHUMANN
Sinfonía núm. 3 en Mi bemol mayor, op. 97, “Renana”
 Johannes BRAHMS
Sinfonía núm. 3 en Fa mayor, op. 90
ANDREA MARCON director

Robert SCHUMANN
En el otoño de 1850 fue nombrado Director Musical Municipal de la ciudad de Dusseldorf, en donde la naturaleza atractiva y amistosa de la ciudad renana le inspiró para escribir una nueva sinfonía: La llamada Sinfonía Renana publicada ese mismo año con el nº 3 de las de su catalogo que, de hecho, fue su última composición sinfónica. La Sinfonía en re menor, publicada al año siguiente con nº 4, era la revisión de un trabajo previo del año 1841.
La tercera es la única de las sinfonías dedividida en cinco movimientos en lugar de los acostumbrados cuatro. Realmente no era algo original pues ya Beethoven y Héctor Berlioz  habían incluido un movimiento adicional en sus sinfonías de carácter programático (La Pastoral de Beethoven y la Sinfonía Fantástica de Berlioz.)
no tenía para esta sinfonía un programa específico y no fue él quién la subtituló Renana. Únicamente se limitó a comentarle a su editor Fritz Simrock, cuando le envió el manuscrito, que la obra “quizás reflejase aquí y allá algunos aspectos de la vida renana”. Fue Simrock quién añadió el subtítulo de Renana a la obra en la confianza de que ello ayudase a su popularidad y por tanto a su venta.
La Sinfonía fue compuesta en tan sólo cinco semanas y su estreno tuvo lugar el 6 de febrero de 1851. La dirección de la orquesta corrió a cargo del propio Robert Schumann y la composición fue acogida de manera entusiasta por los asistentes al evento. 
El Rin ha representado siempre en Alemania un icono para su mitología, su arte y su música. había querido componer, desde sus tiempos de vecino de la ciudad de Dresden, una sinfonía basada en el río. Tal vez  algunas de aquellas  ideas de entonces se materializaron en el pentagrama respirando los aires de las riberas del Rin en Düsseldorf. 
Sea como fuere la tercera sinfonía es en muchos aspectos la mejor de todas. Dotada de una expresión romantica fresca y espontánea, rica en matices, como sólo tienen algunos de sus primeros trabajos orquestales y su Concierto para piano y orquesta en la menor Op. 54 de 1841.
Sus tres primeros movimientos y el finale, sin duda, presentan motivos de una sinfonía semi-programática. Así, el primer movimiento es una reflexión sobre la vigorosa vida a lo largo del curso del Rin; el segundo tiene la condición de una encantadora danza campesina (un scherzo con ritmo de Ländler); el tercero, un delicado intermezzo, sugiere un florido y bucólico paisaje, y el quinto representa un exuberante finale.
Sin embargo el cuarto movimiento confiere a la obra una nueva dimensión que contribuye de manera decisiva al carácter general de la sinfonía. Este movimiento bebe, en su concepción musical, de la indeleble impresión que experimentó durante la ceremonia de elevación al cardenalato del Arzobispo  von Geissel en la Catedral de Colonia. Originalmente Robert Schumann indicó en el movimiento “Im Charakter der Begleitung einer feierlichen Ceremonie” (A la manera del acompañamiento de una ceremonia solemne). Pero en la partitura publicada por Fritz Simrock el encabezado del movimiento dice simplemente Feierlich, solemne. El solemne esplendor de la ocasión que nos es transmitido por los trombones, esos que aparecen aquí por primera vez en la sinfonía.
La salud mental de se descompuso de una manera dramáticamente acelerada después de 1850. El compositor nunca más alcanzó esa felicidad relajada y atractiva, sin complicaciones, que de manera tan evidente, y en tal alto grado, alcanzó con esta preciosa Sinfonía Renana.



 Johannes BRAHMS
La “Sinfonía Nº 3 en fa mayor” Op.90 fue compuesta durante el verano de 1883 en la ciudad balnearia de Wiesbaden, quizás para estar al lado de Hermione Spies, una joven cantante que le había servido de inspiración para algunas canciones. Se estrenó el 2 de diciembre de 1883 en Viena con la Orquesta Filarmónica bajo la dirección de Hans Richter con un gran éxito, pese a los silbidos de un pequeño grupo de partidarios de Bruckner y Wagner. Luego se presentó en Berlín bajo la dirección de Joachim el 4 de enero de 1884.con tanto éxito que se hicieron varias audiciones de la obra. El propio Hans von Bülow, antes enemigo de Brahms, pero ahora convertido en uno de sus admiradores más fervientes, la dirigió en Meiningen el 3 de febrero de 1884, siendo uno de los más importantes divulgadores de la obra.
El primer movimiento allegro con brio, empieza con tres acordes de los instrumentos de viento que se repetirán a lo largo de la obra. Son tres notas ascendentes, fa, la bemol, fa, las cuales según la nomenclatura alemana se convierten en F, Ab, F, su propia divisa tomada en 1856, “Frei aber Froh”, libre pero alegre. Estas notas sirven de base al primer tema presentado por los violines en notas descendentes. Es un tema heroico que se inspira en la tercera Sinfonía de Schumann, con rasgos de grandeza. En contraste el segundo tema es lírico de tipo pastoral y es presentado por el clarinete. La exposición termina de un modo más agitado. Luego se repite la exposición, que algunas veces es omitida por algunos directores que pasan directamente a la sección de desarrollo.
En el desarrollo el tema pastoral aparece de forma más agitada en cuerdas y fagots. Destaca la entrada de un solo de trompa tocando el motivo inicial de tres notas en varios tonos. Termina con unas frases sombrías basadas en el tema principal que darán paso a la reexposición. Los temas principales se repiten nuevamente en otros tonos llegando a una elaborada sección de coda en el que destacan el tema principal y el motivo de tres notas enunciados apasionadamente con grandes recursos contrapuntísticos.
El segundo movimiento andante está construido en forma de lied o canción sin palabras. El clarinete actúa como solista presentando el tema principal. Fagots y clarinetes sostienen el motivo con ecos de violas y violoncelos. La parte central es más oscura presentando un nuevo tema. Sigue una amplia sección de desarrollo. En la parte final se repite la primera parte del movimiento, terminando con una coda que expresa un sentimiento de paz.
El tercer movimiento poco allegretto, es el más famoso y conocido de la sinfonía. Se debe a la maravillosa melodía que compone su tema principal. Tiene la forma ternaria del scherzo con su trio, pero se aleja totalmente de su espíritu. Su forma es mas parecida a un interludio o a una romanza  Se compone de un tema en forma menor de tono melancólico que se repite seis veces. Lo presentan los violoncelos, luego los violines y la trompa, y finalmente son acompañados por la flauta. Después de una breve sección central basada en una frase de tres notas, vuelve el tema principal, esta vez interpretado por la trompa, el oboe y finalmente por los violines y violoncelos.
El último movimiento allegro nos presenta el tormentoso finale. Empieza con un misterioso tema principal. El segundo tema en contraste es alegre y rítmico. Brahms muestra ahora toda su fuerza empleando elementos contrastados en tonos mayores y menores. El desarrollo se basa en temas cortos que van cambiando constantemente llegándose al clímax de la obra. Luego los elementos tormentosos van desapareciendo, escuchándose de nuevo el tema de Schumann empleado en el primer movimiento. Los metales sobre el fondo de las cuerdas en arpegios, nos presentan en forma de coda, el crepúsculo que sigue a un día de tormenta.
Estimulado por el gran éxito conseguido por su tercera sinfonía emprendió pronto la tarea de escribir una nueva
 
HASTA PRONTO

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