martes, 5 de noviembre de 2019

CONCIERTO ABONO A/4 ORQUESTA CIUDAD DE GRANADA VIERNES 8 NOVIEMBRE 2019



viernes 8 noviembre 2019 /A4
Auditorio Manuel de Falla, 20:30 horas



Fanny Cecilie MENDELSSOHN Obertura en Do mayor Clara SCHUMANN Concierto para piano en La menor, op. 7 Louise FARRENC Sinfonía núm. 3 en Sol menor, op. 36 

LEVON AVAGYAN piano

CATHERINE LARSEN-MAGUIRE directora

Directora.que Igualmente  dirige en todos los estilos y géneros, Catherine Larsen-Maguire es una conductora británica muy exitosa con sede en Berlín, que ha trabajado extensamente con orquestas y conjuntos en toda Europa y América. 
Fecha de nacimiento: 1971 (edad 48 años), Manchester, Reino Unido

Fanny, la genial pianista enterrada por la fama de su hermano Felix Mendelssohn

Hace 172 años fallecía la hermana de Felix Mendelsshon, con un talento equiparable que renunció a la fama por su condición de mujer. Dejó un legado de 466 obras.

 El 14 de mayo de 1847, Fanny Hensel, de soltera Fanny Mendelssohn, ensaya una obra de su hermano menor, Felix, La primera noche de Walpurgis, y sufre un derrame cerebral. Murió allí mismo. Tenía 41 años de edad y su fallecimiento cercenó de raíz sus primeros pasos para lograr el reconocimiento como compositora, tras quedar opacada por su famoso hermano, que no movió un dedo para lanzar su carrera, algo que sí hizo con Clara Schumann.

 Fanny y Felix eran dos de los cuatro hermanos de un matrimonio judío acaudalado. Fanny, nacida en Hamburgo en 1805, era su primogénita, y como sus hermanos adoptó el apellido Bartholdy (finalmente el compuesto Mendelssohn-Bartholdy fue el que se impuso) cuando toda la familia se convirtió al protestantismo. Nietos del filósofo Moses Mendelssohn, ambos recibieron una estricta y exigente formación cultural que incluía la interpretación y composición musicales. Ella resultó más precoz que su hermano, a quien sacaba tres años: siendo aún una niña, interpretó a su padre, de memoria, 24 composiciones de El clave bien temperado, de Johann Sebastian Bach.

 El maestro de ambos fue Carl Friedrich Zelter, director de la Academia de Canto de Berlín, quien no ocultó en sus cartas a su amigo Goethe que Fanny era su alumna más destacada. Sin embargo, sus padres tenían muy claro que era absurdo para una mujer de alta alcurnia plantearse siquiera una carrera profesional: en el caso de ellas, le razonó su padre, la afición a la música no era más que un "ornato", que no debía perturbar su prioritaria vocación de madre y esposa.

El robo del hermano.-

 Por ello, Fanny tuvo que componer de forma anónima. Aunque participaba en los "domingos musicales" que su madre organizaba, y que se fueron convirtiendo en el evento imprescindible de la vida cultural berlinesa, en realidad éstos sirvieron sobre todo para dar a conocer a su hermano. Ambos se adoraban, y él intentó mitigar el silencio sobre la obra de ella incluyendo varias de sus composiciones en su repertorio, aunque firmándolas con su nombre.

 Eso le produjo una situación especialmente incómoda: en 1842, durante una recepción que le tributó la reina Victoria, ésta se dirigió a él entusiasmada diciéndole que una de sus composiciones, Italia, era su predilecta, e incluso la cantó. Felix, azorado, tuvo la honradez de informar a la soberana de que, en realidad, era obra de su hermana. De hecho, hay dudas de si el género que él popularizó, el de las Canciones sin palabras, y que Fanny también frecuentó, fue creación de uno o de la otra.

 En 1829, y tras un largo noviazgo en el que su pretendiente fue puesto a exigente prueba por su futuro suegro, Fanny se casó con el pintor de la corte Wilhelm Hensel, con quien tuvo un único hijo, a quien puso el nombre de Felix Ludwig Sebastian en honor a los tres músicos a los que más admiraba. Hensel pronto demostró ser un hombre con una mentalidad bien distinta a la imperante entre la aristocracia germana: no sólo no vio ningún desdoro en que su mujer quisiera dedicarse a la música, sino que la animó a ello. Muchas de las partituras de su período matrimonial están adornadas por dibujos de él, e incluso la marcha nupcial con la que entraron en la iglesia fue obra de ella.

 Sólo un concierto.-

 Pero esta vez le falló a Fanny la solidaridad y el apoyo de su queridísimo hermano. Fue gracias a su marido que se decidió a abordar obras más ambiciosas, como Das Jahr, en la que dedicaba una pieza a cada mes del año. También se atrevió a publicar sus primeras obras bajo su propia firma, que no tuvieron una mala acogida. Animada por ello, en 1838 se atrevió a dar su primer, y único, concierto como solista, en el que interpretó el Concierto nº 1 de su hermano.

 Tras su repentina e inesperada muerte, Fanny dejó un legado de 466 obras, 200 de ellas lieder, de una calidad que no tiene nada que envidiar a la de sus contemporáneos. Destrozado por la pérdida, su hermano falleció pocos meses después y de la misma dolencia, dejando inconclusa una obra que la homenajeaba. Durante más de un siglo, el olvido cayó sobre ella, y las pocas de sus obras que se interpretaban pasaban por ser de Felix. En las últimas décadas ha comenzado a descorrerse ese velo, y parte de sus piezas han sido grabadas. Todavía este año, el 8 de marzo, se interpretó por primera vez una sonata que se atrevió a componer apenas un año después de la muerte de Beethoven. Quién sabe qué más acabará apareciendo.

 Fuente EL ESPAÑOL

La obra desconocida de Fanny Hensel

Fanny compuso obras de envergadura como la Obertura en Do para orquesta y la Escena dramática para soprano y orquesta “Hero und Leander”, la cantata Fausto para soprano, coro y piano; algunas cantatas más, oratorios, dúos y tríos vocales con piano y música de cámara, entre la que sobresale el Trío en re menor. Pero son las piezas breves, de carácter íntimo, bien para piano solo, bien para voz y piano, donde encontramos todas las cualidades de su talento musical. Su producción pianística es típica del Romanticismo, con numerosos álbumes de pequeñas piezas (Dos Bagatelas, Romanzas sin palabras op. 8, preludios para órgano, piezas para piano a cuatro manos, etc.). De las cuatrocientas piezas que Fanny Hensel compuso sólo una decena fue publicada durante su vida, lo cual nos debe hacer una reflexión sobre las dificultades innegables que encontraba una mujer con talento musical en pleno siglo XIX a pesar de proceder de una familia acomodada. Aunque poseía dones suficientes para desarrollar una carrera como pianista y como compositora, no recibió el mismo apoyo familiar que su hermano Felix a la hora de profesionalizar sus aptitudes. De hecho, una parte de sus composiciones fueron publicadas a nombre de su hermano y algunos de sus lieder se hicieron famosos sin que se supiera que la autora era realmente ella. Algunas de estas piezas, como Im Herbste, Sehnsucht, Ferne, Harfners Lied, Warum sind denn die Rosen so blass, Ach! Die Augen sind es weider, entre otras, hoy se estudian como modelos del género. Sólo en el último año de su vida, alentada por su marido, publicó algunas obras. Wilhelm Hensel no sólo animó a su mujer sino que ilustró las piezas de Fanny con dibujos, que convierten las ediciones de los Hensel en una pequeña obra de arte. Así ilustró El año, un álbum de doce piezas para piano compuesto en 1841 y dedicada cada una a un mes.

Como Clara Schumann, Fanny Hensel fue una de las mujeres de mayor talento musical del siglo XIX, con una formación musical de las mismas características y nivel que la de un hombre pero sin las mismas posibilidades de acceso a la difusión y producción de su obra. De ella dijo el compositor francés Charles Gounod: “La Señora Hensel era un músico inolvidable, una pianista excelente, una mujer intelectualmente superior. Era pequeña y menuda, pero el fuego de su mirada revelaba una extraordinaria energía. Como compositora era excepcionalmente talentosa.”


Clara Schumann: artista y supermujer del siglo XIX

Compositora, crítica y agente musical, pianista, editora, profesora, madre y esposa: a 200 años de su nacimiento, Clara Schumann es celebrada por su talento como una supermujer del siglo XIX.

Pianista apasionada, pero tímida en su interior

Clara Schuman nació el 13 de septiembre de 1819 en Leipzig y su nombre de soltera era Clara Wieck. Su padre, Friedrich Wieck, era un conocido profesor de piano y fundó una fábrica de esos instrumentos. Le ensenó a tocar el piano a Clara ya a la edad de cinco años, y según su método propio. También le hizo tomar clases de composición y aprender idiomas, además de hacerla participar de clases de gimnasia, todo como parte del programa educativo que tenía

A los nueve años, Clara actuó por primera vez en público como pianista en la sala de conciertos Gewandhaus, de Leipzig. Poco después, Friedrich Wieck publicó el Opus 1 de su hija: Cuatro Polonesas.

Las descripciones que existen de Clara Schumann coinciden en que su estilo al tocar el piano era veloz y temperamental. "Esa muchacha tiene más fuerza que seis muchachos juntos”, escribió Johann Wolfgang von Goethe luego de uno de los conciertos de la artista en Weimar. Sin embargo, al conocerla personalmente, su imagen era todo lo contrario: Felix Mendelssohn Bartholdy dijo de ella que era tímida y callada. Luego de un encuentro con ella en 1838, Franz Liszt la describió como una "persona muy sencilla, muy bien educada, en absoluto coqueta, que se entregaba a su arte, pero de modo elegante”.

 Sus primeros pasos, y el primer amor
 Después de un viaje a Viena, cuando Clara tenía 19 años, el emperador austriaco Fernando I de Ausgsburgo dijo de ella que era una "joven prodigio”. Deben haber sido impresionantes los programas de conciertos que incluyeron sus propias obras. Por ejemplo, el Concierto para Piano en La menor, lleno de cascadas de sonido y saltos temerarios, que Clara Wieck estrenó el 11 de septiembre de 1835, a los 16 años. La pianista alemana Ragna Schirmer, quien realizó los programas originales de Clara Schumann en el año del aniversario de la artista, admitió en una entrevista que se había "agotado" después del concierto.

Liszt, Mendelssohn, Goethe, y también Paganini y Chopin conocían a la joven música. Y también Robert Schumann, a quien vio por primera vez a los nueve años. El entonces estudiante de derecho de 19 años vivió durante un año en la casa de los Wieck para recibir la enseñanza del famoso profesor de piano. De una amistad, surgió el amor. Clara tenía entonces 16 años. Cuando Friedrich Wieck se enteró, prohibió cualquier tipo de contacto entre los dos y supervisó a su hija día y noche, llevándosela de gira para una serie de conciertos. Pero Clara y Robert se comprometieron en secreto en agosto de 1837, a lo que siguió una demanda judicial de ambos para que se les permitiera contraer matrimonio, lo que hicieron el 12 de septiembre de 1840.
Al principio, Robert Schumann deseaba que Clara abandonara su actividad concertística. Pronto, sin embargo, ella impuso su deseo, dando su primer concierto en el otoño de 1840. "No dejaré de mi arte, porque de hacerlo me lo reprocharía eternamente”, dijo la artista.

 Clara era una pianista de renombre internacional, y Robert, apenas conocido como compositor. Sin embargo, la pareja dio prioridad a la composición de él por encima de la actividad de ella. Como Robert necesitaba tranquilidad para componer, Clara tuvo que reducir su práctica. Su deseo principal era "que Robert pudiera vivir entregado a su música y que no tuviera ninguna preocupación que enturbiara su vida artística”. Pero el ideal del matrimonio burgués se quebró por las limitaciones financieras, que llevaron a Clara de vuelta a los escenarios. A pesar de diez embarazos, Clara realizó cerca de 139 conciertos en 14 años de matrimonio. Y también siguió componiendo, actividad en la que Robert la apoyaba. Viajó al norte de Alemania en 1842, a Rusia en 1844, a Viena en 1846 y a los Países Bajos en 1853. Robert la acompañaba a menudo, a pesar de que no soportaba estar a la sombra de su esposa. Pero se trataba de conciertos que contenían sus obras y que lo hicieron famoso a nivel internacional

 Enfermedad y viudez

  El medio hermano de Clara Schumann, Woldemar Bargiel, que visitó al matrimonio en julio y agosto de 1852, contó que Robert Schumann se enfermaba a menudo, lo que preocupaba mucho a su esposa. Según Bargiel, "era como si Schumann y Clara tuvieran un solo organismo, y cada sensación de Robert la afectara a ella también”. Ya desde su juventud, Robert Schumann sufría de depresiones y cambios de ánimo, lo que hoy sería diagnosticado probablemente como "síndrome bipolar”. Durante un intento de suicidio, un lunes de carnaval de 1854, Robert Schumann, plagado por las alucinaciones, se tiró al río Rin. Fue rescatado por pescadores e internado en una clínica psiquiátrica en Endenich, Bonn. Por indicación médica, no pudo volver a ver a su esposa hasta dos días antes de su muerte, el 29 de julio de 1856. Clara, de 37 años, comenzó a vestir de negro, y lo hizo hasta el fin de sus días. Los hijos de ambos tuvieron que vivir como pupilos en internados, con amigos o con miembros de la familia, mientras la madre viajaba para dar conciertos. Entre 1863 y 1873 lo hizo 19 veces con destino a Inglaterra.

 Las huellas de Clara en el repertorio actual


El músico Johannes Brahms fue un gran apoyo para Clara. El matrimonio Schumann lo conoció cuando tenía 20 años, un año antes de la muerte de Robert Schumann. Entre Johannes Brahms y Clara Schumann pronto nació un cariño muy profundo. Pero las cartas que se escribieron fueron destruidas con el acuerdo de ambos. Solo quedó la correspondencia en la que Clara Schumann aparece como la asesora de Brahms y le abre las puertas del fascinante mundo de la composición musical.
Luego de trabajar largos años como profesora de piano en Baden-Baden y en Berlín, Clara Schumann fue nombrada en 1878 "Primera Profesora de Piano” en el Conservatorio Hoch, en Fráncfort del Meno. Perdió prematuramente a varios de sus hijos, y no tuvo mucha suerte con los que sobrevivieron: uno sufría de esquizofrenia, otro era adicto al opio, y un tercero tenía una discapacidad mental y pasó a vivir en una clínica psiquiátrica.

En sus programas concertísticos, Clara refleja un ideal de educación: nada de piezas entretenidas, y mucho de grandes obras y ciclos de Beethoven, Brahms, Chopin, Mendelssohn, Schubert y Bach, y, por supuesto, de Schumann, cuya fama póstuma se encargó de impulsar incansablemente.
Clara Schumann, una de las pianistas más importantes del siglo XIX, contribuyó así al surgimiento del repertorio moderno del piano. Fue también editora de las obras completas de su esposo y adaptó para piano las canciones que Schuman le había dedicado. Lo único que casi nunca hizo luego de la muerte de Robert Schumann fue volver a componer.

 Clara SCHUMANN Concierto para piano en La menor,





Louise Farrenc  (1804-1875) la mujer compositora. La sociedad burguesa del siglo XIX imponía sus reglas, las cuales más o menos se han conservado hasta la actualidad. La mujer estaba destinada a la vida familiar y normalmente apartada de las actividades musicales que la separasen del ámbito de la familia. Pero hubo diversas excepciones. Así encontramos a Fanny Mendelssohn, Josephine Lang y a Johanna Klinkel. Pero en estos casos su actividad musical era secundaria, imponiéndose las obligaciones familiares. Su círculo de influencia se encontraba forzadamente limitado.

 Clara Schumann llevó una brillante vida como pianista, manteniendo muchas veces a su familia. Pero su trabajo como compositora estaba limitado a pocas obras, principalmente escritas para su propia interpretación.
Un caso excepcional lo encontramos en Louise Farrenc. Una francesa con un catálogo de 51 obras numeradas, entre las cuales destacan sus tres sinfonías. La composición de obras sinfónicas por una mujer era aun más inusual y todavía sigue siéndolo actualmente.
A pesar de las diversas teorías presentadas a lo largo del tiempo, la ciencia no puede demostrar diferencias esenciales entre los cerebros de mujeres y hombres, para poder afirmar que únicamente los hombres tienen el genio, para poder crear obras de arte como son las sinfonías. Podríamos debatir las causas, que puedan explicar que la actividad creadora, en el caso de la música sinfónica, siempre ha estado en manos del sexo masculino.
Louise Farrenc nació el 31 de mayo de 1804 en París. Su nombre de soltera era Jeanne-Louise Dumont. Perteneciente a una familia de artistas, su padre era escultor, vive en un ambiente liberal. A los 15 años estudia armonía con Anton Reicha, profesor del Conservatorio de París. Más tarde recibe consejos de Hummel y de Moscheles.

 En 1821 se casa con el flautista y editor de música Aristide Farrenc, que no impide su carrera musical. Después de una serie de viajes por Francia con su marido, continúa sus estudios con Reicha, que comprenden contrapunto, fuga y orquestación.
En 1826 nace la única hija del matrimonio, Victorine, que también se dedica a la música, pero morirá de tuberculosis en 1859. Después de escribir obras para piano, en 1834 empieza a componer para orquesta. El resultado son dos oberturas. En 1841 compone su primera sinfonía.
La “Sinfonía Nº 1 en do menor”  Op.32 como se ha dicho fue terminada en el año 1841. La obra se estrenó en Bruselas en el año 1845 dirigida por François-Joseph Fétis. Pocas semanas más tarde, en el mes de abril de 1845 fue interpretada por la orquesta del Conservatorio de París en un concierto benéfico.

La “Sinfonía Nº 3 en sol menor”  Op.36 es su última obra sinfónica. Terminada en 1847, su estreno el 22 de abril de 1849 supone un gran éxito para la compositora, al ser interpretada en uno de los prestigiosos conciertos de abono de la Société des Concerts du Conservatoire. Ha sido su obra más interpretada.
Después de una corta introducción adagio, una transición para aumentar el ritmo nos lleva al allegro. Un primer tema de ritmo marcado, con una sonoridad decidida y potente. El segundo tema es contrastante con una melodía más pausada confiada al oboe y adornada por los otros instrumentos. El movimiento sigue las pautas de la forma sonata clásica.
El segundo movimiento adagio cantabile está escrito en forma de lied. El tema principal está confiado al clarinete alternando con los primeros violines. Es una amplia cantinela con recuerdos mozartianos. La parte central es más dramática

 El tercer movimiento es un scherzo con un vigoroso ritmo ternario. El trío se caracteriza por el empleo del viento como solista. Como es normal se repite el scherzo.
El movimiento final es un allegro con sus dos temas muy unidos. En pocos compases son presentados al principio de la exposición. El primero marcado y el segundo más lírico. El desarrollo se basa en gran parte en el primer tema de sabor un poco beethoveniano. Termina con una coda también proveniente del mismo tema.
Louise Farrenc terminó su etapa de compositora en 1859, coincidiendo con la muerte de su hija. Luego se dedicó junto a su marido a la publicación de una antología de piezas para teclado denominada “Trésor des Pianistes”. Continúa como profesora del Conservatorio hasta el año 1872. Muere en París el 15 de septiembre de 1875.



HASTA PRONTO.-


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