lunes, 26 de noviembre de 2012

OPINIÓN PERSONAL



Referente a una crítica del Concierto ofrecido por la Orquesta Ciudad de Granada aparecido en la prensa local. Titulo:”Un encuentro excepcional”, no puede ser más inexacto, después de 18 años de “encuentros”, a la vida y obra del compositor Manuel de Falla, no hay material posible, por su corta obra, o por su largo recuerdo en el tiempo.
La contribución de la O.C.G., se limita a interpretar la obertura rossiniana de su ópera El barbero de Sevilla, (versión leve orquestación de Falla, suprimir tres trombones, y batería sustituir una flauta por un piccolo, o flautín).
El cambio obedece, al ser interpretada por un grupo de músicos reducido, se decidió convertir a éste, en una orquesta estable, La Orquesta Bética de Cámara, actuando en recinto pequeños, adaptando la obra por su acústica y energía, “versión light”( Véase fotografía del local, dirigiendo Manuel de Falla, ante la atenta mirada de Ernesto Halffter, Sevilla 1924). Foto insertada en el programa de mano del concierto. No creo que a Rossini le hubiera gustado ésta versión, adulterando su estilo. Veremos el año que viene que se les ocurre, para volver a encontrarse, con Falla.
El panorama compositivo clásico actual, se encuentra muy complicado, (como en todos los tiempos). El compositor que no tenga genialidad de tener en estilo definido y personal, no asumible por los demás, será mediocre no pasará al futuro. Hay que dejar de pensar en el abstracto subjetivo con imaginaciones,  sonoridades irreales, con armónicos, timbres, compas, o ritmos, y texturas  que no sean naturales de los sonidos emitidos por los instrumentos, como siempre, pero con corrientes innovadoras.

Vocalise, op.34, núm.14, de Sergéi  RCHMANINOFF, fue compuesta, para soprano y piano, pero sin texto.
El empaste de las cuerdas, incluso con sonoridades brillantes, no puede sustituir a la voz humana, instrumento perfecto, (soprano), cosa que no hizo José Ramón Encinar, pero si hay muchas versiones instrumentales, menos agraciadas que las cuerdas, que lo hacen, muy bien.
 (“un director experimentado en la música de los últimos cien años, quien ha grabado con diversos sellos registros que hoy son de referencia dentro de la música contemporánea”).
Lo que más deslució de la interpretación, Pucinella, suite de Igor STRAVINSKY, fueron los pasajes concertantes entre las trompas, flautas, clarinetes y oboes, con mala textura y afinamiento, en interpretaciones pretéritas de la OC.G.  Lo ha bordado.
Hasta pronto.-

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