Auditorio Manuel de Falla, 20.30 h
ABONO A (3)
Integral Sinfonías de Schumann (I)
Robert SCHUMANN
Sinfonía núm. 3 en Mi bemol mayor, op. 97, “Renana”
Robert SCHUMANN
Sinfonía núm. 4 en Re menor, op. 120
GIANCARLO ANDRETTA director
ROBERT SCHUMANN SINFONÍA Nº 3 RENANA
En el otoño de
1850 Robert Schumann fue nombrado Director Musical Municipal de
la ciudad de Dusseldorf, en donde la naturaleza atractiva y amistosa de la
ciudad renana le inspiró para escribir una nueva sinfonía: La llamada
Sinfonía Renana publicada ese mismo año con el nº 3 de las de
su catalogo que, de hecho, fue su última composición sinfónica. La Sinfonía en
re menor, publicada al año siguiente con nº 4, era la revisión de un trabajo
previo del año 1841.
La tercera es la
única de las sinfonías de Robert Schumann dividida en cinco
movimientos en lugar de los acostumbrados cuatro. Realmente no era algo original
pues ya Beethoven y Héctor Berlioz habían incluido un movimiento adicional en
sus sinfonías de carácter programático (La Pastoral de Beethoven y la Sinfonía
Fantástica de Berlioz.)
Schumann no tenía para esta sinfonía un
programa específico y no fue él quién la subtituló Renana. Únicamente se limitó
a comentarle a su editor Fritz Simrock, cuando le envió el
manuscrito, que la obra “quizás reflejase aquí y allá algunos aspectos de la
vida renana”. Fue Simrock quién añadió el subtítulo de Renana a
la obra en la confianza de que ello ayudase a su popularidad y por tanto a su
venta.
La
Sinfonía fue compuesta en tan sólo cinco semanas y su estreno
tuvo lugar el 6 de febrero de 1851. La dirección de la orquesta corrió a cargo
del propio Robert Schumann y la composición fue acogida de
manera entusiasta por los asistentes al evento.
El Rin ha
representado siempre en Alemania un icono para su mitología, su arte y su
música. Robert Schumann había querido componer, desde sus tiempos de vecino de la ciudad de
Dresden, una sinfonía basada
en el río. Tal vez algunas de aquellas ideas de entonces se materializaron en
el pentagrama respirando los aires de las riberas del Rin en
Düsseldorf.
Sea como fuere la
tercera sinfonía es en muchos aspectos la mejor de todas.
Dotada de una expresión romantica fresca y espontánea, rica en matices, como
sólo tienen algunos de sus primeros trabajos orquestales y su Concierto
para piano y orquesta en la menor Op. 54 de 1841.
Sus tres primeros
movimientos y el finale, sin duda, presentan motivos de una sinfonía
semi-programática. Así, el primer movimiento es una reflexión sobre la vigorosa
vida a lo largo del curso del Rin; el segundo tiene la condición de una
encantadora danza campesina (un scherzo con ritmo de Ländler);
el tercero, un delicado intermezzo, sugiere un florido y bucólico paisaje, y
el quinto representa un exuberante finale.
Sin embargo el
cuarto movimiento confiere a la obra una nueva dimensión que
contribuye de manera decisiva al carácter general de la
sinfonía. Este movimiento bebe, en su concepción musical, de la
indeleble impresión que Robert Schumann experimentó durante la
ceremonia de elevación al cardenalato del Arzobispo von Geissel en la Catedral
de Colonia. Originalmente Robert Schumann indicó en el
movimiento “Im Charakter der Begleitung einer feierlichen Ceremonie” (A la
manera del acompañamiento de una ceremonia solemne). Pero en la partitura
publicada por Fritz Simrock el encabezado del movimiento dice
simplemente Feierlich, solemne. El solemne esplendor de la ocasión que nos es
transmitido por los trombones, esos que aparecen aquí por
primera vez en la sinfonía.
La salud mental
de Robert Schumann se descompuso de una manera dramáticamente
acelerada después de 1850. El compositor nunca más alcanzó esa felicidad
relajada y atractiva, sin complicaciones, que de manera tan evidente, y en tal
alto grado, alcanzó con esta preciosa Sinfonía
Renana.
- Lebhaft (mi bemol mayor)
- Scherzo: Sehr mäßig (do mayor)
- Nicht schnell (la bemol mayor)
- Feierlich (mi bemol mayor)
- Lebhaft (mi bemol mayor)
La
cuarta sinfonía constituye la cúspide de la obra sinfónica de Schumann.
Su carácter, de acusada melancolía aunque enérgico, está ya definido en la lenta
introducción. El tema principal, semejante a un arabesco, es de un admirable
atrevimiento, presentándose como una figura que se eleva, para descender a
continuación, en una dinámica ondulante que domina todo el primer movimiento y
del que dependen los numerosos motivos secundarios. La atmósfera exaltada de la
conclusión, en modo Mayor, es interrumpida súbitamente por un acorde en Re Menor
que da entrada a una melancólica romanza.
El segundo movimiento, Romanze, también señalado como
bastante lento se presenta en La menor. El solo de oboe y de violonchelo, en
octavas, interpretan la triste música El solo de violín borda una ornamentación en la parte central (Re mayor)
Un acorde en La mayor nos conduce al Scherzo, cuyo
tema principal es en efecto una escala que se eleva y desciende El Trío en Si bemol, es concedido a los instrumentos de viento y es repetido
como una especie de coda transición al final. El último se presenta en Re y está
basado en una variación algo marcial del primer movimiento. Escuchamos después
lo que parece ser un cantábile segundo tema, y luego el auténtico
segundo tema La mayor. Un sforzando al unísono, en Sol natural, señala
el desarrollo formal, y tras la introducción de otra figura musical nos conduce a la coda. Las últimas páginas del final se
convierten en presto sin perder por ello lo más mínimo de dignidad o equilibrio.
- Andante con moto - Allegro di molto (re menor ? re mayor)
- Romanza: Andante (la menor)
- Scherzo: Presto (re menor)
- Largo - Finale: Allegro vivace (re mayor)
Hasta pronto.-