Viernes 18 Noviembre, 20,30 h
AUDITORIO MANUEL DE FALLA
Beethoven / MENDELSSOHN IV
Coriolano obertura. Op. 90
Concierto para violín y
orquesta en Re menor, op. 61
Felix MENDELSSOHN
Sinfonía núm. 4 en La mayor,
op. 90 “Italiana”
Friedemann Breuninger
violín
ANDREA MARCON director
La Obertura Coriolano, op. 62 (Coriolan-Ouvertüre en alemán) es una obra
creada en1807, por Ludwig van Beethoven. A pesar de que lo más comentado, es
que se basó Beethoven en la obra homónima de Shakespeare, fue escrita para la
tragedia de Heinrich Joseph von Collin, de 1807. La estructura y temas de esta
obertura, siguen de una forma muy general a la obra. El tema principal, en Do
menor, representa de forma oscura la parte en que Coriolano decide invadir
Roma, y la suavidad del tema en mi bemol mayor representa el ruego de su madre
para que se abstenga. Coriolano queda maravillado ante la majestuosidad de Roma
y cede a los deseos de su madre, pero una vez que está comandando un ejército
no puede echarse atrás y prefiere matarse antes que destruir Roma.
El concierto para violín Op.
61 fue escrito a finales de 1806 en un periodo de tiempo muy corto para lo que
acostumbraba el compositor. La razón para esto, es que Beethoven estaba en un
periodo muy productivo de su carrera y compuso en un corto tiempo muchas obras
de gran calibre dentro de su repertorio: La sinfonía 3 nombrada Eroica Op. 55,
el concierto para piano Op. 58, Los cuartetos Rasumovsky Op. 59 La sinfonía 4
Op. 60 y la overtura Coriolan Op. 62, entre otros. La obra se estrenó el 23 de
diciembre de 1806 en el Theater an der Wien. Beethoven escribió el concierto
para que lo tocara su colega Franz Clement, de quién recibió fuertes
influencias para componer su concierto para violín. Y fue dedicado a su amigo
de la infancia Stephan von Breuning. Al parecer Beethoven terminó el solo tan
tarde que Clement tuvo que leer a primera vista una parte de su actuación.
Clement interrumpió el concierto entre el primer y el segundo movimiento,
tocando una composición propia. La obra no tuvo buena recepción por parte de
los espectadores, y el concierto fue ejecutado pocas veces durante las décadas
siguientes. En 1840, este concierto fue interpretado por el afamado violinista
Joseph Joachim, bajo la batuta del director y compositor Felix Mendelssohn. A
partir de este momento el concierto comenzó a ser más reconocido y hoy en día a
goza de una fama ineludible.
Beethoven, que había sido violinista en Bonn,
tomó lecciones con Schuppanzigh y Krumpholz después de llegar a Viena, y si no
tenía una habilidad especial, en todo caso profesaba particular afecto al
instrumento; para él compuso algunas de sus piezas musicales más serenas,
elegantes y perfectamente proporcionadas.
El concierto para violín y orquesta,
como estructura formal musical surge en el siglo XVII, y se compone para
orquesta y uno o dos instrumentos solistas, y por lo general constaba, aunque
no siempre, de tres movimientos: rápido, lento, rápido. En el clasicismo adopta
el formato de orquesta y un solo instrumentista solista y por lo general el
primer movimiento se escribe en una “forma sonata” y el tercero una forma Rondo
ó Minuett. Probablemente la característica más notoria agregada en el
Clasicismo fue la Cadenza, en la cual cerca del final de uno o varios
movimientos, el solista toca acapella, para demostrar su virtuosismo. Dichas cadenzas
pueden ser escritas por el compositor original de la pieza, por otros
compositores ó, como se acostumbraba muchas veces en clasicismo, se pueden
improvisar.
Este concierto mantiene en
muchos casos la forma clásica de composición, con un primer movimiento con
forma sonata, un segundo Larghetto y un tercero Rondo. Y una de sus Cadenzas
más famosas fue escrita por el violinista y compositor de origen austriaco
Fritz Kreisler. La característica principal de estas candenzas, es que Beethoven
deja espacio para que el violinista tenga una intervención en cada uno de los
movimientos, y en el tercero, el final de la candeza, fue escrita por el
compositor y mientras el solista está terminando ésta, la orquesta entra para
unirse en el forte del tema principal.
Esta característica será desarrollada
más adelante de manera magistral por el compositor, director y pianista Alemán
Felix Mendelssohn en la cadenza del primer movimiento de su concierto para
violín en mi menor Op. 64.
A principios del siglo XIX, el violín y el arco alcanzaron su forma moderna, cosa que facilitó, la intención primera de Beethoven de agregar nuevas características a su concierto y a su música. En adición, Beethoven trabajaba con colegas violinistas como Clement, quienes le ayudaban en dicha intención.
El primer movimiento, "Allegro ma non troppo" de este concierto, como muchos, está escrito en forma sonata, sin embargo difiere de los demás en varios aspectos.
La estructura común en una forma sonata se compone de exposición, desarrollo y
reexposición. La exposición se compone de un primer tema “P”, una transición
“T”, un segundo tema “S” y un tema de cierre “K”. Estas características están
presentes en la exposición de este primer movimiento, pero en lo que difiere de
una forma sonata, es en que todas estas partes de la exposición están hechas
primero por la orquesta y luego por el solista, teniendo así en el resultado
final dos exposiciones completas. Lo mismo ocurre con el desarrollo teniendo un
desarrollo y orquestal y otro hecho por el solista.
El segundo movimiento,
Larghetto. morfológicamente, es un tema con variaciones,
que difiere de de los convencionales, en que tiene tres temas cada uno con sus
propias variaciones y desarrollos armónicos y ornamentales distintos. El
carácter de este movimiento proviene directamente del desarrollo lírico
alcanzado en sus dos previas romanzas para violín: es de un carácter simple y
sereno. En adición la armonía es permanece en un solo centro tonal durante todo
el movimiento, cosa que contribuye a su serenidad.
El tercer movimiento, Rondo, se denomina Rondo-Sonata. en este se presenta la
alternancia típica del refrán (A1) con distintos estribillos o episodios (B1,
C1, B2,). Y a la vez desarrolla una forma sonata con todas las características
que ya han sido vistas en el primer movimiento.
Ludwig van Beethoven (1770-1827)Concierto para violín y orquesta en Re menor, op. 61
2 (Larghetto)
3 (Rondo - Allegro)
Felix MENDELSSOHN Sinfonía núm. 4 en La mayor, op. 90 “Italiana”
La obra tiene sus orígenes, al igual que la Sinfonía Escocesa o la obertura Las hébridas, en el tour que realizó Mendelssohn entre 1830 y 1831. En este caso se inspiró en el color y la atmósfera de Italia. La sinfonía fue completada en 1833, y fue estrenada en Londres en un concierto de la Royal Philharmonic Society. Mendelssohn no quedó del todo satisfecho con la obra y escribió versiones alternativas para el segundo, tercer y cuarto movimientos. Nunca publicó la sinfonía, que sólo apareció impresa luego de su muerte.
La pieza está orquestada con dos flautas, dos oboes, dos clarinetes, dos fagotes, dos cornos, dos trompas, tímpani y cuerdas.
El alegre primer movimiento está escrito en forma sonata. Continúa un movimiento que se basa en las impresiones de una procesión religiosa que el compositor presenció en Nápoles. El tercer movimiento es un minuet con trío. Y el cuarto (escrito en la clave menor) incorpora figuraciones de danza con tintes de un saltarello romano y una tarantela napolitana.
Allegro
vivace
Andante
con moto
Con
moto moderato
Saltarello.
Presto.
Hasta Pronto.-
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