viernes, 5 de abril de 2019

CONCIERTO ABONO MOZART INSTRUMENTAL/OBOE ORQUESTA CIUDAD DE GRANADA VIERNES 5 ABRIL 2019



viernes 5 abril 2019 / M3
Auditorio Manuel de Falla, 20:30 horas

MOZART INSTRUMENTAL / Oboe
LA MÚSICA INTERIOR (TALLERES Y CONCIERTO)

Carl Philipp Emanuel BACH
Sinfonía n. 3 en do mayor H. 659 (W. 182/3)


Wolfgang Amadeus MOZART
Concierto para oboe en Sol mayor KV ROQ, (versión de Ramón Ortega)


Felix MENDELSSOHN-BARTHOLDY
Sinfonía para orquesta de cuerda núm. 9


RAMÓN ORTEGA QUERO oboe

ALEXIS AGUADO concertino y director


 En esta grabación de un Concierto en el Prinzregententheater de Múnich en 1998, el Bach Collegium Munich actúa bajo la dirección de Christopher Hogwood, uno de los representantes más reputados de actuaciones históricamente correctas, y practica varias obras de Carl Philipp Emanuel Bach.

Carl Philipp Emanuel Bach - Sinfonía en do mayor, Wq 182.3

0:25 I. Allegro Assai - Adagio
6:08 II. Allegretto

Carl Philipp Emanuel Bach, considerado como el compositor más exitoso de la familia Bach, pasó la mayor parte de su vida en Berlín en la corte de Federico el Grande. Su fama se ha escrito durante su vida principalmente como un gran maestro, autor del famoso libro "Tratando de tocar la verdadera forma de tocar el piano" (Ensayo sobre la verdadera manera de tocar el piano). Más allá de eso, él era famoso por ser un improvisador excepcional, superando a todos los rivales. Carl Philipp Emanuel Bach fue especialmente apreciado por grandes compositores como Haydn, Mozart, Beethoven y Schubert. Sin embargo, nunca fundó ninguna escuela. Su forma de componer es singular, intelectual, a veces algo dura, siempre estrella, incluso cuando estaba siendo ingenioso. Beethoven, nunca tuvo ningún respeto por el instrumento para el que estaba escribiendo.


 

Mozart: Concierto para oboe, en Do mayor


A los 21 años y en compañía de su madre, el 22 de septiembre de 1777 Wolfgang Amadeus Mozart se embarcó en un viaje que lo llevaría a Augsburgo, Mannheim y París, en busca del anhelado puesto en la corte que le fue esquivo durante toda su vida. Como era costumbre en la familia, abundaron las cartas intercambiadas por Wolfgang y Maria Anna con el padre y esposo, Leopold. Gracias a ellas, los estudiosos han podido concluir que el Concierto para oboe y cuerdas en Do mayor, perdido durante un siglo y medio, viajaba junto a los Mozart en su versión autógrafa.

 Giuseppe Ferlendis fue un joven virtuoso del oboe que procedía de Bergamo, Italia. Su incorporación a la corte de Salzburgo está fechada el 1 de abril de 1977, según el decreto firmado por el arzobispo Colloredo. Casi de la misma edad que Mozart, se hicieron muy amigos. Se desconoce si Ferlendis solicitó a Mozart la composición, pero de las cartas señaladas se desprende que Mozart hace el viaje llevando consigo los originales de un concierto para oboe escrito para él. Es más, en Mannheim, aprovechó de obsequiar el mismo concierto a Friedrich Ramm, oboísta de la famosa corte.
Ramm quedó encantadísimo con el concierto, haciendo de él su "caballito de batalla", su cheval de bataille, en palabras de Wolfgang. En pocas semanas, pudo interpretarlo en cinco oportunidades, llegando así a oídos del flautista amateur Ferdinand de Jean, joven dilettante holandés, quien, luego de conocer al autor, comisionó a Mozart nada menos que dos cuartetos y tres conciertos para flauta por la suma de doscientos gulden, que a Wolfgang y a su madre les sentaban de maravillas para solventar alimentación y estadía.

 Wolfgang Amadeus se abocó a la tarea, pero, como "no siempre está uno con buen ánimo para componer", solo alcanzó a componer dos de los tres conciertos acordados. El tercero lo suplió con una transposición del concierto para oboe. Pese a que era usual en la época el arreglo para otro instrumento de conciertos propios y ajenos, el flautista amateur no quedó conforme. Solo pagó 96 gulden de los doscientos comprometidos. Al recibirlos, Mozart supuso que se trataba de un adelanto, comentando a su padre que el holandés debe creer que 96 gulden son la mitad de doscientos.
Concierto para oboe en Do mayor, KV 314
Durante todo el siglo XIX y principios del XX solo se conoció la versión para flauta (Concierto No 2 en Re mayor, K 314), aunque siempre se entendió que se trataba de una trasposición, una recreación en formato "alternativo" de un original perdido.
Este original perdido, para oboe, solo se descubrió en 1920, en Salzburgo, cerrando así el ciclo vital del único concierto para oboe que escribió Mozart, hoy el más conocido y demandado del repertorio para el instrumento, por su exquisita gracia y elegancia.

 Allegro aperto ∙ Adagio non troppo ∙ Rondo. Allegretto 




Felix Mendelssohn Bartholdy (1809-1847) nació en Hamburgo el 3 de febrero de 1809, en el seno de una familia de origen judío. Su padre, un importante banquero, se convertiría al protestantismo en 1822. Entre los años 1811 y 1813 la familia se establece en Berlín, con motivo de la ocupación de Hamburgo por los franceses. En 1816 Felix fue bautizado como cristiano, antes de que lo hiciera su padre, para poder integrarlo a la cultura europea, cosa que solo conseguiría parcialmente. Debido a la gran riqueza de su familia, la educación de Felix fue excepcional. Al ser judíos no tenían acceso a la escuela pública, por ello su padre contrató como maestros particulares a los mejores de la época. Entre ellos Friedrich Zelter, director de la Singakademie de Berlín y consejero musical de Goethe.
Zelter un músico mediocre pero de gran influencia, defendía a la gran música de los barrocos frente a la decadencia de sus contemporáneos. Inculcó en el joven Mendelssohn el amor a la música del pasado. En el mes de noviembre de 1821, durante su estancia en Weimar, le presentó a Goethe, el cual lo consideró como un niño prodigio. Durante sus estudios con Zelter, Mendelssohn compuso sus sinfonías para cuerda. Un total de doce sinfonías compuestas entre 1821 y 1823. En el mes de diciembre de 1823 empezó otra sinfonía, la Nº13, que abandonó, para dedicarse a la composición de su primera sinfonía para gran orquesta.
 La “Sinfonía para cuerdas Nº 9 en do mayor” compuesta en dos semanas, entre el 28 de febrero y el 12 de marzo de 1823, sigue la construcción de la anterior. Después de una introducción lenta aparece el vigoroso primer tema del allegro, seguido del segundo más lírico. En el andante vuelve a emplear los instrumentos solistas. En este caso cuatro violines, dos violas, violoncelo y contrabajo. Crea un movimiento de música de cámara. El scherzo contiene un trio inspirado en el folklore suizo, que el propio autor titula como “La Suisse”. Durante el mes de julio de 1822 pasó unas vacaciones con su familia en los Alpes suizos. Entre sus recuerdos de viaje se encontraba la música popular que incorporó a su obra. Termina con un allegro vivace donde vuelve a demostrar su dominio del contrapunto


 Hasta Pronto.-


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