Comentamos todos los
aficionados a la Ópera, que la puesta en escena no nos ha gustado debido a la
imaginación de su director normalmente haciéndole la competencia al compositor
de la música y al libretista de la obra, (defectos de hoy). Malo es que el intérprete
sea convencido por el director de escena de su locura, esto es muy importante,
pero existen muchas causas para que una
ópera sea una buena versión regular o mala. Hago referencia a algunas de
ellas, una fundamental es la dirección musical, los defectos pueden ser, que su
música sea rápida, lenta y poco expresiva, sin coherencia, muy fuerte, que
excedan las voces de los intérpretes sobre ella, falta de coordinación en la lectura de la partitura vocal y musical
etcétera.
Los intérpretes tienen
que tener un físico adecuado al personaje representado. La voz, potencia,
timbre, claro o brillante, fraseo, técnica vocal, con respiración adecuada,
extensión dentro de la escala musical, o la tesitura adecuada, características para el personaje representado, dentro del
tenor, soprano, mezzosoprano, o bajo, tienen que ser, ligero o lirico ligero, spinto, dramático,
heroico, o que se adapte a cierto compositor o época, rossiniano, mozartiano,
wagneriano etcétera, otra cosa son los contraltos y contratenores, voces en
falsetes, (óperas barrocas), y nos queda el barítono, que lo podemos calificar
como tenor grave, que en algunos personajes, son escritos por el compositor,
para dar fuerza y potencia.
Dirección teatral, postural, gestual, posición
dentro del escenario, la interpretación del personaje a representar. Escenografía, decorados iluminación, vestuario
maquillajes peinados, intervienen muchísimos más factores, para que una ópera
tenga calidad, y quede para un futuro como referencia.
Conclusión la mayoría
de lo que se produce hoy, a mi entender falla, en la puesta de escena, no
situar la obra como la concibieron en su día el compositor y libretista, con
los cambios mínimos y normales para adaptarla a nuestro tiempo.
Hasta pronto.-
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