Mediocre interpretación de la Orquesta Ciudad de Granada
en los XX encuentros Manuel de Falla.
Una orquesta por buena que
sea, integrada por profesores con mucha experiencia, no puede abordar un
programa de conciertossin pódium de
dirección, previamente se requiere una
serie de ensayos, bajo una batuta que impregne visión propia en la culminación
de las obras, con coherencias, expresión, armonía y administración de tiempos.
No sucedió así, puesel concertino
FriedemannBREUNINGER, no tuvo la
capacidad de dirección ya que no es conductor, se limitó a ejercer su cometido
a la perfección como él siempre sabe hacerlo.
Dicho esto, la velada
careció de los elementos necesarios para emocionar, a pesar que las obras del
programa eran de lucimiento de los solistas.
Referentea la celebración de la efemérides en la
utilización del clavicémbalo en el siglo
XX, con la programación del “Concierto neoclásicopara clave y cinco instrumentos” de Manuel de
Falla,el clave resultó inadvertido por la baja sonoridad del que tenemos en el Auditorio y el poco
equilibrio acústico con los instrumentos acompañantes, decepcionante, le faltó
en los pasajes dialogantes, un tempoadecuado para escuchar a cada uno, de los cinco individualmente,
realzando la belleza de su composición y expresión neoclásica, (barroca,
clásicamodernastravinskyana).
Buena interpretación de Juan
Carlos CHORNET del concierto para flauta, cuerda y clave en Re menor de Carl
Philipp EmanuelBACH. Insisto nuevamente
que a pesar de que el clave realiza solo el acompañamiento de acordes a modo de
baja continuo, por su sonoridad tan baja y ajuste sonoro con la orquesta, no
existió.
XX Encuentros Manuel de Falla Félix MENDELSSOHN-BARTHOLDY Sinfonía núm. 10 en Si menor
Manuel DE FALLA Concierto para clave y cinco intrumentos
Kurt ATTERBERG Suite para viola, violín y orquesta de cuerda
Carl Philipp Emmanuel BACH Concierto para flauta, cuerda y clave en Re menor Wq. 22 (H. 425)
Diego Ares clave Hanna Nisonen viola Juan Carlos Chornet flauta FRIEDEMANN BREUNINGER director-concertino
Félix MENDELSSOHN-BARTHOLDY Sinfonía núm. 10 en Si menor
Existen manuscritos de las composiciones del joven prodigio desde su undécimo año (1820) en adelante. Se trata de canciones, sonatas y doce Sinfonías para cuerdas que datan de los años 1821-23.
Cada domingo se realizaban conciertos en la residencia de Mendelssohn. En ellos generalmente tocaban una pequeña orquesta y solistas a los que a menudo se unían Felix y Fanny. El niño escribió varias óperas en miniatura y sinfonías para estas ocasiones. De ellas nos han llegado doce sinfonías para cuerdas y una sinfonía en un movimiento, que no fueron publicadas en vida del compositor pues éste, severo autocrítico las consideró meros ejercicios de composición sin valor artístico. Ni siquiera figuraron entre las obras que fueron publicadas después de su muerte. Recién se conocieron en la segunda mitad del siglo pasado, en una edición completa de las composiciones mendelssohnianas, aunque cuatro de ellas habían sido interpretadas en público anteriormente.
Como las otras diez, las sinfonías incluidas en este artículo revelan el sorprendentemente precoz talento de Mendelssohn. Si bien se pueden encontrar en ellas influencias de Bach, Handel y los clásicos vieneses, ¿qué compositor novel no comenzó imitando? Aún así, estas piezas ya proclaman el estilo personal del futuro maestro. De cualquier manera, su frescura, vigor, concentración en los elementos esenciales las hace tan atrayentes ahora como lo fueron hace más de 180 años.
Aunque la denominación de sinfonías provino del propio compositor, esto puede originar confusiones: es sabido que escribió cinco sinfonías para gran orquesta y con número de opus. Pero escribió una versión alternativa para orquesta sinfónica de la Octava para cuerdas, eventualmente publicada como Sinfonía n° 12 en Do menor. Esta fue en realidad la decimotercera, escrita en 1824.
Adagio - Allegro
Concerto per clavicembalo, flauto, oboe, clarineto, violino e violoncello.
Escrito en Granada entre 1923 y 1926, el Concerto fue dedicado y compuesto para la clavecinista Wanda Landowska como homenaje a su arte genial. Acerca del proceso de creación, sabemos, gracias a la correspondencia con Segismundo Romero y John Brande Trend, entre otros. Ya el 23 de Octubre de 1923 escribe a este último: “Estaré poco tiempo, pues tengo que volverme a Granada lo antes posible para seguirme ocupando del Concerto, que quisiera terminar para la primavera” y más tarde, en 1925 le especifica que su vida ha adquirido un cariz “cinematográfico” y que apenas ha tenido tiempo para contestarle, e incluso ha tenido que abandonar la composición del Concerto.
El estreno tuvo lugar el 5 de noviembre de 1926 en el Palau de la Música Catalana, en el marco de un “Festival Manuel de Falla” organizado por la Asociación de música de cámara de Barcelona, con la propia Landowska al clave además de la orquesta Pau Casals (Vila -flauta-, Carles -oboe-, Nori -clarinete-, Enrique Casals -violín- y Dini -violonchelo-.Tras este estreno, en palabras de Pahissa “de ejecución muy deficiente, Landowska no quiso volver a tocarlo y hubo de interpretarlo el propio Falla en París (Sala Pleyel) y Londres, concierto éste al que acudió Stravinsky. En 1928 fue elegido para figurar en el Festival de la Sociedad Internacional de Música Contemporánea en Siena.
Falla conoce a Landowska en 1903. En 1920 da un concierto en la residencia de estudiantes y en 1922 va a Granada y tal vez sea éste el momento en que pensó escribir el Concerto. En principio la idea era concluirlo para la temporada 1923-1924 pero numerosos problemas personales y diferencias contractuales entre Falla y Landowska lo impidieron. Incluso hubo la posibilidad de interpretarlo en la temporada 1924-25 con la Orquesta de Filadelfia y Stokovsky pero no se cumplió. Las gestiones posteriores de la clavecinista permitirían que se interpretase en EEUU aunque la recepción fue fría especialmente si la comparamos con la que tuvo El Retablo de Maese Pedro.
Considerado una de las cumbres de la música de cámara del siglo XX y una obra emblemática del neoclasicismo, el Concerto tiene sus raíces en el pasado musical español y encuentra en él los elementos que le permiten evocar una España presente en las alusiones temáticas pero en la visión sublimada del autor.
Allegro Lento -Tempo giusto - Molto energico Vivace
Joaquín Achúcarro, Mata, London Symphony Orchestra
Kurt Atterberg (1887-1974)
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Kurt Atterberg
Kurt Magnus Atterberg Nació en (Gotemburgo, Suecia, fue un compositor y director de orquesta sueco, conocido por sus obras sinfónicas, óperas y ballet. Publicó su primera obra, una Rapsodia para piano y orquesta, , en 1908. Dos años después, hizo llegar dicha rapsodia y una versión incompleta de su Sinfonía nº.1 en mi menor al Conservatorio de Estocolmo, a fin de ser admitido en el mismo. En él estudió composición y orquestación, mientras recibía instrucción simultáneamente en el “Real Instituto de Tecnología”, donde obtendría su graduación como ingeniero en 1911.
Desde 1912 y hasta 1968 Atterberg trabajó en la "Oficina Sueca de Patentes y Registros", en la que alcanzaría la jefatura de una sección en 1937. En 1912, hizo su debú como director de orquesta dirigiendo su propia Primera Sinfonía. En 1916 fue promovido al puesto de Maestro del “Real Teatro Sueco” de Estocolmo, puesto que ostentaría hasta 1922. Desde 1919 hasta 1957 ejerció la crítica musical para el diario Stockholmstidningen.
Atterberg colaboró en la fundación de la "Sociedad de Compositores Suecos" y la "Sociedad para los Derechos de los Artistas Suecos" (una organización similar a la ASCAP). Fue nombrado miembro de la "Real Academia Sueca de Música", de la que fue secretario.
Al tiempo que componía una ópera sobre los vikingos, Härvard Harpolekare, Atterberg escribió también su "Sinfonia Piccola" (Sinfonía nº. 4 en sol menor, Opus 14) inspirada en una antología de aires folclóricos suecos publicada en 1875.
En 1928, con motivo del centenario de Schubert, la casa discográfica “Columbia Grammophone Company” patrocinó un concurso destinado a la composición de una sinfonía inspirada en la “Sinfonía nº. 8” (“Incompleta”) del maestro austríaco. Atterberg obtuvo el primer premio, dotado con 10.000 dólares son su Sinfonía nº. 6. Esta obra fue grabada por Sir Thomas Beecham y posteriormente por su mismo autor.
Atterberg falleció en Estocolmo el 15 de febrero de 1974. Una vez dijo que: "Los rusos, Brahms, Reger; éstos fueron mis ideales". En efecto, la música de Atterberg combina la influencia de estos compositores con los temas del folclore sueco.
Carl Philipp Emanuel Bach
(1714/03/08 - 1788/12/14)
Compositor alemán
Nació el 8 de marzo de 1714 en Weimar. Quinto de los siete hijos de Johann
Sebastian Bach y Maria Barbara Bach. Georg Philipp Telemann fue su padrino.
Recibió de su padre educación musical. Cursó estudios de Filosofía y Derecho en
las universidades de Leipzig y Frankfurt-an-der-Oder antes de dedicarse
exclusivamente a la música. Entre 1740 y 1768 fue cembalista en la corte de
Federico II, rey de Prusia, y más tarde director musical de las cinco iglesias
más importantes de Hamburgo.
Uno de los compositores representativos del empfindsamer Stil alemán que ponía
de relieve contrastes emocionales y anticipó rasgos representativos del estilo
clásico. Su Ensayo sobre el verdadero arte de tocar instrumentos de tecla (dos
volúmenes, 1753-1762) es un importante tratado que nos muestra la técnica y
forma de tocar durante el periodo barroco (las notas escritas en las partituras
no siempre indican todo lo que el compositor pretendía).
La obra de Bach es extensa e incluye 210 piezas para clave, 52 conciertos,
varios oratorios, pasiones y cantatas religiosas.
Carl Philipp Emanuel Bach falleció en Hamburgo el 14 de diciembre de 1788.
Primera jornadade la integral de las sinfonías de Johannes
Brahms interpretadas por la O.C.G en el Auditorio Manuel de Falla, dirigidos
por el italiano GiancarloANDRETTA.
Es muy difícil salir airoso con
una dirección de unas obras que se catalogan de edificios sinfónicos, estando concebidas para una plantilla orquestal
másextensa, sobre todo en las cuerdas
barítonas y graves, la falta de expresión y dramatismo se nota muchísimo .
Giancarlo ANDRETTA ha
conseguido un equilibrio acústico, aceptable, para conseguirlo ha colocando a
los profesoresen el escenario con el
esquema de una orquesta sinfónica con laspocas cuerdas con que contaba escoradas hacia su izquierda muy juntas,
para que fueran una sola voz, y dialogaran con las familias viento maderas y
viento metal, pero su dirección adoleció deuna falta de talante poco reposado en la administración de tiempos, para
resaltar la riqueza temática y la abundancia de ideas secundarias de los movimientos extremos de ambas
composiciones, la Orquesta con su calidad y profesionalidad muy atenta hizo el
resto, pero el melómano, ha dejado de percibir parte de la abrumadora densidad,
su textura polifónica el despliegue contrapuntístico, el timbre y sobre todo el
dramatismo de algunos pasajes de introducción a los temas, con sus desarrollos
y variaciones, en fin una pena.
Es necesario un mayor
presupuesto, (que no tenemos), para abordar obrasque por mucho esfuerzoque se realice su mutila laemoción de los oyentes veteranos.
Queda reflejado mi opinión
en mi blog como diario, y recuerdo de éste concierto, pensando en la segunda
entrega por el mes de Abril 2015.-
Auditorio Manuel de Falla, 20:30 h viernes 14 noviembre 2014 ABONO E1
Johannes BRAHMS Sinfonía núm. 1 en Do menor, op. 68 Sinfonía núm. 3 en Fa mayor, op. 90 GIANCARLO ANDRETTA director
Johannes BRAHMS, (1833-1897),
es uno de los compositores más importantes del siglo XIX, cuyas obras combinan
lo mejor de los estilos clásico y romántico. Nació en Hamburgo el 7 de mayo de
1833. Después de estudiar violín y violonchelo con su padre, contrabajista del
teatro de la ciudad, Brahms se especializó en el piano y comenzó a componer
bajo la tutela del maestro alemán Eduard Marxsen, cuyo conservador gusto
musical dejó una profunda huella en él.
En 1853 inició una gira de conciertos como
acompañante del violinista húngaro Eduard Reményi. Durante esta gira conoció al
violinista, también húngaro, Joseph Joachim, quién lo presentó al compositor
alemán Robert Schumann. Schumann se quedó tan sorprendido con las composiciones
de Brahms, obras aún no editadas, que escribió un apasionado artículo en una
revista de la época sobre el joven compositor.
De forma tan conmovedora presenta Robert
Schumann a Brahms: «Siempre he sabido que un día aparecería un
artista que estará llamado a ser la encarnación ideal del genio de su tiempo y
cuyo arte no resultaría de un desarrollo gradual, sino que se manifestaría de
golpe en toda su perfección, a semejanza de Minerva surgiendo completamente
armada de la cabeza de Cronos. Pues bien, ya ha llegado, una sangre joven junto
a cuya cuna montan guardia las Gracias y los Héroes. Se llama Johannes Brahms,
vino de Hamburgo, donde realizó una obra creadora, ignorada de todos, en una
profunda soledad. Todo en él, incluso su físico, anunciaba a un elegido El día
en que dirija con su varita mágica las masas corales y orquestales que le
comunicarán su poder, los misterios del mundo invisible nos serán desvelados en maravillosas
visiones…».
Brahms
cobró un sincero afecto a Schumann y su mujer, la famosa pianista Clara
Josephine Schumann, y esta amistad y el aliento que recibió de ellos le
proporcionaron energías para trabajar sin descanso. Muchos biógrafos han
escrito sobre la atracción que sentía Brahms por Clara, aunque nunca se la
reveló abiertamente, ni siquiera tras la muerte de Schumann en
1856, y jamás se casó.
ESTILO COMPOSITIVO
El clasicismo de Brahms fue
un fenómeno único en sus días, ya que no seguía las tendencias marcadas por la
moda musical de su época, representada por el compositor alemán Richard Wagner.
A pesar de que Brahms hizo revivir una tradición musical como ningún otro
compositor había conseguido desde Ludwig van Beethoven, no estuvo completamente
aislado, y la riqueza emocional del espíritu romántico impregna su música. Por
desgracia, es poco lo que se sabe sobre el método de trabajo de Brahms. Era tan
autocrítico que quemó todo lo que compuso antes de los 19 años, al igual que
los borradores de obras más tardías. Es sabido que solía reelaborar una misma
pieza pasados incluso diez o doce años de una creación, y que antes de dar a la
obra su forma final, la transcribía para distintas combinaciones de
instrumentos.
LaPrimera sinfonía en do menor, Op. 68,
Brahms a la que dedicó al menos catorce años para su composición, cuyos bocetos datan de 1862. El estreno fue dirigido por sul amigo Felix Otto Dessoff, y tuvo lugar el 4 de noviembre de 1876 en Karlsruhe, (Alemania).
La larga gestación de la sinfonía pudo ser debida a dos factores. En primer lugar, Brahms era enormemente auto crítico e inseguro, lo que le llevó a destruir muchos de sus primeros trabajos. Segundo, había una tal expectación entre los amigos de Brahms y el público en general sobre si Brahms iba a ser continuador de la "herencia" de Beethoven y producir una sinfonía de dignidad y alcance intelectual comparable, que Brahms no se sentía capaz de estar a la altura, en vista de la monumental reputación de Beethoven.
Un poco sostenuto – Allegro – Meno allegro.
Andante sostenuto.
Un poco allegretto e grazioso. .
Adagio – Più andante – Allegro non troppo, ma con brio – Più allegro.
La Sinfonía número 3 en Fa mayor Opus 90
de Johaness Brahms fue compuesta en el verano de 1883 en Wiesbaden,
cerca de seis años después de haber terminado su segunda sinfonía. En éste
periodo Brahms había compuesto algunas de sus mejores obras maestras, en
las que se incluyen el concierto para violín, la Obertura trágica y la Obertura
académica y el concierto para piano y orquesta número 2.
Está basada probablemente en esbozos de años
anteriores. Uno de sus motivos principales está basado en la transposición
musical de las iniciales de una frase muy suya: “Frei aber froh” (libre
pero feliz, FAF, es decir: Fa-La-Fa, aunque realmente la segunda nota es La
bemol), fue estrenada el 2 de diciembre de 1883 por la Orquesta Filarmónica
de Viena y bajo la dirección de Hans Richter que la consideró como
la Eroica de Brahms (aludiendo a la tercera sinfonía de Beethoven).
La sinfonía tiene cuatro movimientos que duran alrededor de 40 minutos, y son:
Buena interpretaciónarmónica,pero lentaen la ejecución, de la
Orquesta Ciudad de Granada del programa Mendelssohnianoen el Auditorio Manuel de Falla.
La belleza compositiva del
genial Félix MENDELSSOHN , fueuna
realidad a pesar de la escasa cuerda con que cuenta nuestra Orquesta gracias al
buen hacer de la dirección delrusojamaicano Andrew GOURLAY, que consiguió el
equilibrio potencialnecesario entre las
distintas familias de instrumentos.
Gourlay, con direcciónmuy pausada con buena administración de
tiempos, y excesivo romanticismo y falta de vivezaresaltó las emociones descriptivas del
compositor de sus viajes por Europa, en especial de sus diezvisitas al Reino Unido a lo largo de su corta vida, en particular a
Escocia, y nos ayudó a los melómanos a construir las nuestras con la escucha de
ésta maravillosa música.
Cuando en el verano año
1829, FélixMENDELSSOHN realizó una
excursión en barco por las islas Hébridas , en un día de tempestad marina, con
cielos nubosos quedó impresionado del paisaje, desembarcó del vapor en una pequeña barca con
su amigo británico Klingemannpara visitar las cuevas de La Gruta del Fingal su ánimo se quedó muy influido
, pensó dar rienda a su imaginación para concebir la música dela Obertura de las Hébridascon una estructura de dostemas principales,el primero muy lírico,la impresión de soledad y silencio de la
gruta de su belleza, y el segundo, la tempestad y el movimiento de las olas ,
perfectamente descrito.
La interpretación del
Concierto para piano y orquesta nº1 en Sol menor, por la pianista coreana Soo
JUNG ANN, según mi opinión, influida por la lentitud de la dirección no resaltó,
el virtuosismo que requiere su ejecución, con rapidez endiablada, (así fue
concebido por Mendelssohn). Nos atenemos a su comentarioen una carta a su familia, “cosa lanzada
rápidamente fuera” o algo escrito con rapidez. Dedicado a una joven
pianistamuy atractiva y virtuosa,con sede en la ciudad de Múnich, que es donde
estrenó. Las indicaciones del compositor son bastantes significativas: Muy
alegre con fuego, andando y expresivo, conclusión muy alegre con mucha viveza.
Trece años tardó Mendelssohn
en componer la sinfonía Escocesa,entre
los primeros es esbozosde su proyecto
artísticoy su terminación en un viaje a
Italia. La orquesta acometiósu
interpretación con energía, demostrando su enorme calidad, si son bien
dirigidos por el de turno como así fue, con final muy feliz por el tercer tema
conclusivo de la obra.-