Claude Debussy,con su pieza orquestal,"L'Après-midi d'un Faune", inspirado en el poema de Stéphane Mallarmé titulado "La Tarde de un Fauno", fue estrenado el 29 de mayo 1912 por Vaslav Nijinski, sobre su partitura, con escenografía de Léon Baskt.
"La siesta del fauno" provocó un escándalo mayúsculo cuando fue presentado por primera vez en París, por su erotismo explícito y su apartamiento radical de la tradición del ballet clásico. La coreografía creada representaba un aspecto de bajorrelieve griego animado, en donde las bailarinas debían desplazarse con el pie al suelo, posando primero el talón y terminando el movimiento en los dedos, en total oposición a las reglas clásicas enseñadas hasta entonces. Los pocos elegidos debían ubicar el cuerpo de frente al público, la cabeza y los miembros de perfil, los brazos mantenidos en posiciones angulares diversas.
El telón del Teatro del Châtelet se levantó ante un público sorprendido a la vista del bellísimo decorado de León Bakst -un lago bordeado de árboles- en medio del cual se encontraba Nijinski con su malla cubierta con manchones, y las ninfas vestidas con túnicas plisadas, pelucas doradas y pies desnudos.
Nijinsky logró gritos y abucheos utilizando el chal como si estuvieran filmando una película erótica. Debussy abandonó la sala diciendo: “Ha interpretado groseramente la palabra satisfacer”. August Rodin mandó una encendida defensa a los periódicos: Nijinsky era un genio; Diaghilev, otro; el Preludio, arte; y el que no estuviera de acuerdo un retrógrado".Debussy tardó dos años en componer el correlato musical del poema: desde 1892 hasta 1894. La obra es considerada por algunos expertos como el punto de partida de la modernidad musical.
Argumento
“Un fauno dormita ... unas ninfas lo embaucan... un chal olvidado satisface su ensoñación ... el telón desciende para que el poema dé comienzo en la memoria de todos...”
Un fauno se encuentra dormitando en una tarde de calor. Aparecen unas ninfas, y él curioseándolas, pretende acercarse y acariciarlas. Las ninfas juegan con él pero en el momento que se encuentra más atrevido, ellas huyen asustadas. Herido y contrariado, el fauno encuentra un foulard que una de las jóvenes ninfas ha perdido. En la soledad, respira el perfume y, de pronto, aparece ante su imaginación la bella joven dueña del objeto. Él, besa el foulard, lo aprieta contra su pecho, llegando a masturbarse, y las imágenes evocadas en el, se convierten en su objeto con el cual satisface sus deseos.
Hasta la próxima entrada.